Contador de visitas

...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

viernes, marzo 31, 2006

diagnóstico precoz

Yo fui a un colegio de monjas. Era un colegio de monjas en el que no había que pagar, y tampoco había que llevar uniforme. Y algunos años más tarde, cuando yo iba por la mitad de mi EGB, llegaron monjas con vaqueros y vespas. Pero antes, el Pleistoceno Medio tenía una representante al mando de la clase de Párvulos A.
Ir al colegio no me supuso trauma que yo recuerde. Fui, y punto. Pero una cosa es estar, y otra distinta aparecer. Y yo aparecía, pero no estaba, aunque era. Y esta mezcla dio el siguiente fruto: un día, a los dos meses más o menos de empezar el curso, la monja alférez llamó a mi madre para hablar con ella. El asunto: que yo no hacía nada. Y nada era nada. Ni rellenaba las hojas que había que rellenar, ni coloreaba lo que había que colorear, ni hablaba, ni nada de lo que se supone que define la normalidad en esas circunstancias. El diagnóstico: que yo era un poco retrasada (el poco lo pongo yo como atenuante poético). Mi madre no se lo tomó muy mal y puso en marcha su legendario razonamiento práctico. Le pidió a la forense del intelecto infantil un muestrario de hojas con tareas y dijo: - en casa las hace.
Al día siguiente le llevó al colegio todas las hojas rellenas. – Y en un momento (la apostilla).
- Es que no sabía tratarte, dice hoy, como eres tan...

Poco más tarde fui la primera merecedora del libro de lectura.
Recuerdo con nitidez que después de las vacaciones de navidad, llevé al colegio una muñeca, no para enseñarla, ni para compartirla, sino para que me acompañara. Porque a mí las muñecas en general no me gustaban mucho, pero esa sí, esa era distinta. Tenía un gorro y una lamparita de irse a dormir en la mano, y si le apretabas la barriga, hablaba. Y los ojos grandes. La monjil profesora se acercó a nosotras y me preguntó: ¿habla? – Sí, si le aprietas la barriga. Y vi la mano acercarse para comprobar. Dije: - No la toques. Y retiró la mano en una fracción de segundo.

jueves, marzo 30, 2006

ida y vuelta

El primer día de curso me las prometí muy felices porque aquella de la conversación de besugos no se presentó, y yo en mi ingenuidad quise creer que no iba a venir. Pero vino, no sin antes pasar por La Corporación hecha una energúmena diciendo que no la había avisado nadie, y que ni siquiera sabía dónde era el curso. Encantadora. Tiene los ojos redondos y mira muy fijo. Hoy he tenido que pronunciar la frase: “estoy hablando, pausa, estoy hablando. Qué pereza me da tanto desafío.


El otro día estábamos hablando del cartel del FIB, con él delante, y miro otra vez y digo: es en julio, ¡qué bien!. Y G. dice: mejor que en agosto, ¿verdad? Y digo: claro, y un dato se abre paso a través de las brumas de mi cerebrillo, y me río y digo: acabo de trabajar ese mismo viernes. Pero qué pronto me repongo de este tipo de accidentes. Ahora tengo estos meses para pensar en una excusa bien organizada y escapar.

miércoles, marzo 29, 2006

no te fíes de la gente que cita

El otro día estuve viendo un documental sobre M. Night Syamalan. Lo que en principio iba a ser un documental autorizado sobre el rodaje de El bosque, se convirtió en otra cosa. Voy a pasar por encima del secretismo y el misterio alrededor de este hombre (hay gente para todo, y cada uno se crea su personaje como puede).
A lo que voy: el director del documental contacta con Jhonny Depp (que en principio, fue el actor propuesto para protagonizar Señales (que no la he visto porque no veo nada que lleve a Mel Gibson dentro o fuera, esto mío con Mel no ha sido así desde el principio de los tiempos, pero ahora es y será), y contaba que huyó del proyecto porque le querían hacer firmar un documento comprometiéndose a no hablar del director ni de nada sobre la película. Y que hasta le dieron una entrevista con respuestas para que se las aprendiera de memoria. Todavía se acordaba de algunas. Si le preguntaban sobre los secretos (era fácil de acertar porque las entrevistas autorizadas tienen las preguntas ya hechas, y no te salgas de ahí), tenía que decir algo así como que está bien tener secretos, que todos tenemos. Y acababa así: “don´t you think?” Y luego había otra pregunta a la que había que responder con una cita de George Bernard Shaw, “muy cutre”, explicaba.

Días más tarde, el documentalista va al lugar de rodaje de El bosque para hacer una entrevista autorizada con Adrien Brody. Le hace la pregunta de los secretos, y efectivamente, “don´t you think?”, y luego la otra y, George Bernad Shaw. Y todo muy engolado y como si estuviera descubriendo la pólvora y el ingenio a la vez. Me reí en voz alta. Si es que el engreimiento y la estupidez hacen una pareja explosiva. Y lo juntos que van siempre.


(Nota: la canción va a tener que esperar, aunque ahora que acabo de mirar el mp3, igual mañana me traigo el cable, total).

martes, marzo 28, 2006

el método stanislavsky

Así han sido las cosas: el madrugón, para qué comentarlo. El autobús lo vamos a obviar también, sólo un poco de canturreo me ayudó a sobrellevar la certeza de que todos íbamos a un sitio al que no queríamos ir.
En el tren, una tregua. Pero veo a un pijo con mocasines (con borlones), una chaqueta militar con la bandera (la única), y el ancho de cadera que se exige para el estándar de la raza y me irrito un poco. Pero tengo mp3 y periódicos gratuitos y se me pasa.
Llego andando al sitio. En la puerta me encuentro con C. (que tiene a su favor que se parece a la señorita Topisto y un poco a Carol Burnett), que se queda perpleja cuando le digo que vengo andando, y se vuelve a quedar perpleja cuando me dice: "vienes con tu música" y me sale: "claro, si no no vendría". Pero como no saben distinguir bien lo que digo en serio de lo que no, interpreta que lo digo en broma. Error.
Empieza la presentación y me pongo a pensar en cómo me las voy a arreglar. Los miro, así a primera vista nadie me cae mal. Bien.
C. se va, me quedo sola y puedo empezar la actuación. Primero hago unas pruebas a ver si captan las ironías y se ríen. Sí. Eso es un punto a su favor. A las diez, veo a través del cristal de la puerta a NN. Me siento perseguida. Nos vamos a desayunar, pero ella no toma nada porque ya ha desayunado. ¿Es esa una razón suficiente?

Le resuelvo sus angustias prácticas enseguida, pero es que a ella le gusta estar estresada, y ahí yo ya no puedo hacer nada. Me cuenta que tiene todo el curso preparado en Power Point. El Power Point me cae mal, pero no se lo digo. Me cuenta que los dos meses que esté dando el curso va a tener no uno, ni dos, sino tres trabajos. Se me ocurre decirle que entonces mejor se estrese pensando en cómo lo va a soportar, pero no se lo digo. Tres trabajos. No entiendo nada. Me pregunta que si trabajo en algo más "o sólo en esto". Se me ocurre decirle que también hago dibujitos, pero no se lo digo. Y se despide. Que la llame para contarle cómo está el curso de nivel. Pues claro. Claro que te voy a llamar.

Vuelvo con las criaturas, y yo que pensaba que no tenía ganas de hablar y no paro. Ya estoy en el personaje. A la una les digo que por ser el primer día nos vamos, que ya está bien de abusos. Y huyo hacia la estación y mi premio es estar aquí a las tres y media. El trayecto, medio dormida y fantaseando con festivales veraniegos y tomar el sol.

Y cuando entro en casa, digo: "soy actriz, que lo sepáis".

Canción de mi día de hoy: "Heart in a cage", The Strokes.

lunes, marzo 27, 2006

día cero

Si nada ni nadie lo remedia (un txunami, una invasión from outer space, algo), mañana empiezo a trabajar. Vale, me pagan, pero hay cosas que no están pagadas. Y punto.
Empezar un curso, con el sopor que me dan las presentaciones de los cursos, luego presentarme yo y hacer mi numerito. Con el gasto de energía que ocasiona. Id haciendo la cuenta.
Mañana también me toca desayunar con la nueva (a partir de ahora será conocida como NN, de NeuroticNurse), aplacar los nervios de la nueva, y contestar las miles de preguntas de la nueva. La nueva es mucha nueva, y mi legendaria paciencia tendrá que venir a salvarme.
A esto le sumamos que puede haber algún alumno de esos que pregunta o que no se entera o que protesta. Más gasto.
Y por último, me tocará, a lo peor, quedarme por la tarde a papelear, cruzo los dedos.

Antes de empezar un curso me gusta preparar algunas cosas. Nada que tenga que ver con los materiales ni los contenidos. Cosas como llenar el mp3 de música antitrabajil, pensar qué ropa me pongo, tener bonobús para no llevarme sustos de primera hora. Ese tipo de cosas.

Esta vez lo único que he hecho es ir a la peluquería. La puesta en escena es muy importante.

También me he pasado la tarde haciendo nada y viendo Dogville, que no es la mejor película para reconciliarse con las personas. Pero me ha gustado mucho.
Y mañana, cuando suene el despertador a una hora indecente, diré en voz alta: no quiero ir. Y a lo mejor hasta me río. Casi seguro, vamos.

a star is born


Y lo bien que me lo he pasado haciéndola.


Canción de mi día de hoy: "The boy looked at Johnny", The Libertines.

domingo, marzo 26, 2006

mitología mix


Esa de ahí arriba con aspecto inofensivo es la pequeña Polon. Los que se acuerden de la serie tienen suerte, y los que no, para eso están esos programas tan malignos de intercambio de archivos. Síntesis: un retrato de los dioses olímpicos pasados por la minipimer japonesa. Si la pusieran hoy, seguro que las asociaciones del espectador y los padres de la nueva era protestaban. Eso es un dato a su favor.



Y eso de ahí arriba es la dorada portada de Ilión, la Ilíada en clave de ciencia ficción (copio lo que viene en la portada, sí). Lo que puedo decir hasta ahora: es muy entrenido y me voy a apoderar de bastantes palabras para incorporarlas a mi vida cotidiana (o la que sea).

Nota: me irrita sobremanera esa práctica horrenda de imprimir en la portada el precio del libro.


ye-yé

Tres maravillacanciones y nada más que decir.

(Bueno, sí, que la cantidad de memeces que se dicen cuando alguien se muere parece no tener límites. Pero ese es otro tema).


Mi corazón.
Hoy estoy contenta.
Más bonita que ninguna.



sábado, marzo 25, 2006

dar el brazo a torcer

Ayer, en las productivísimas dos horas y cuarenta y cinco minutos que estuve en La Corporación, me dio tiempo, entre otras cosas, de hacer dieciséis llamadas de teléfono.
Quince de esas llamadas fueron para avisar a los elegidos que han sido admitidos de que el curso empieza el martes y blablá. Me gusta llamar (hasta cierto punto), porque así me puedo ir imaginando por la voz cómo van a ser. Por la voz y porque tengo sus deeneises delante. Y una ficha con todos sus datos. Será por datos. Las llamadas transcurrían apaciblemente. Nadie decía que no. La media de edad es de las que me gustan. No me encontré con ninguna voz demasiado aguda ni gritona...
Llamada número once:
- Hola, ¿Fulanita de Copas?
- Siiií (muy alto y con un tono así, bueno, ese).
- Sí, te llamo de La Corporación, con relación al curso blablá, estás en la lista de admitidos ¿sigues interesada en asistir?
- Siií. ¿Cuándo eeees?
- Empezamos el martes a las nueve de la mañana en el centro XX. Yo me llamo así y voy a ser tu monitora (qué bonito).
- El martes a las nueve tengo orientación ahí en La Corporación mismo.
- Bueno, no pasa nada, vas a la orientación y luego al curso, no importa que llegues más tarde.
- ¿El curso no es ahí en el centro, en La Corporación?
- No, no, es en el centro XX, por eso te digo, que vayas a la orientación, y luego tranquilamente al curso, así no tienes que cambiar la cita.
- Bueno, entonces llamo y cambio la cita para por la tarde.
- No, no hace falta que cambies la cita, ve, y luego, cuando acabe, te vas al curso.
- Vale, ahora llamo por teléfono para cambiarla para por la tarde.
- Muy bien, hasta el martes entonces.

Auguro momentos inolvidables.

Canción de mi día de hoy: "Little thoughts", Bloc Party.

viernes, marzo 24, 2006

pasó, ha pasado o va a pasar

Pasó, ha pasado o va a pasar:
  • Por eso mismo de que no me gustan las prisas, me levanto con tiempo suficiente hasta para escuchar música y desayunar viendo la tele.
  • Todo ese ritual enlentecedor sirve también como anestésico amortiguador de lo que se pueda avecinar.
  • Pienso mucho (ya sabemos, hay que escoger palabras) en el humor últimamente. Aprendí, como sólo se pueden aprender algunas cosas, que es posible, si no reírse de todo, sí reírse siempre. Ser capaz de reírse, matizo. Eso es.
  • Lugar: el salón (de mi casa, se entiende). Cuándo: anoche. Los hechos: hago así y así con el mando a distancia. ¿Qué película pondrán ahora?, le pregunto al mando. Y me responde: Gandhi. Y me río.
  • Las noticias. Sale el portavoz (o similar) del sindicato vasco LAB. Dice algo así: "esperamos que esto-se refiere a eso-, suponga un txunami en la situación blablá". Me río y mucho. Al final la globalización va a ser otra cosa. Ay, txunami.
  • Voy a coger un tren. Llevo mp3 armado y libro. Y papel. Y lápiz y bolígrafo. Y ninguna gana de ejercitar la vida civil. Luego llego allí y los veo como siempre, tan trabajadores y tan conscientes de que están trabajando... Y tan poco dados a desconectar. Y la extrañeza. Soy una especie de mascota que les ha salido así. A su manera, creo que se extrañan de lo poco que me conocen.
  • Luego pasará que antes de la hora de comer estaré de vuelta. Y tendré cuatro días para pensar en las poquísimas ganas que tengo de ponerme la capa de dar clase, y también tendré cuatro días para pensar que da igual que piense en las pocas ganas, porque luego siempre hay alguien que me hace querer hablar, por más que me pase estos cuatro días diciendo que no tengo ganas de llegar allí y hablar.
  • He visto a Marisol cantando La tarara y ejecutando un baile psicoflamencoyeyé. Obvia decir que me ha gustado mucho.
  • Esta cocina es un infierno y su final. Y el aburrimiento. ¿Cómo se puede perpetrar un programa tan aburrido? Lo único que he sacado en claro han sido algunas frase legendarias de Bienvenida y hacerme fan de Sofía d.j. Cristo-Rey (una muestra de hasta dónde llega mi optimismo).
  • Llevo un par de días pensando en Mary Poppins. Sobre todo en el libro.
  • No llueve, así que puedo ir en bici. No tener que usar el autobús a estar hora (punta, porque pincha) me tranquiliza.
  • Como voy en el tren proletario, tengo tres horas a mi disposición (si sumo la ida y la vuelta) para leer y garabatear. Y hasta sestear.

Canción de mi día de hoy: "Mundo", Clovis.

jueves, marzo 23, 2006

si tu hermano no te martiriza, es que no te quiere

Podria contar que mi jefa me llamó ayer al fijo y que toda mi estrategia del móvil apagado se esfumó en un momento. Pero es secundario porque ya había decidido ir mañana para hacer esas minucias que hay que hacer antes de empezar un curso. Que me han echado de menos, dice. Vuelvo a los trenes.

Podría hablar también de una tía de mi madre que era taquillera del cine de mi pueblo (cuando mi pueblo era un pueblo). Pero eso otro día.

Y sí, voy a hablar del cine, pero en esa época la tía de mi madre se había jubilado, y el nuevo taquillero nos importaba más bien poco. Y la taquilla ya no estaba al girar la esquina, así que era mucho menos emocionante.
Corrían los ochenta y en un hecho casi inédito, fuimos los cinco a ver un estreno de prestigio, Gandhi, tan larga y tan humanística. Recuerdo que el cine estaba lleno, y que mis padres enseguida se metieron en la historia, yo salía y entraba. Mi hermana y yo detectamos enseguida (con ese infalible radar hermanístico) que a mi hermano la película le estaba dando algo parecido al miedo. A partir de ahí ya fue todo diversión maligna a raudales. Nos inventamos (vale, fui yo) una especie de letanía que incluía las palabras "Mahatma Gandhi", y el argumento incluía también la inexorable conversión de mi hermano (que en aquellos momentos en los que conoció el terror psicológico tenía cuatro años) en el mismísimo Gandhi. Muy retorcido, lo sé. Pero las cosas funcionan así: ¿que parece que este hombre te da miedo?, que mejor que martirizarte con una salmodia que te anuncia que te vas a convertir en él. Y a la porra la verosimilitud.
Casi al final de la película, el pobrecillo, con el sistema nervioso de punta, dio un grito más propio de Viernes 13, era un grito de advertencia para Gandhi, que venían los malos. Enternecedor. Todavía quería salvarlo.

Tuvimos tanta suerte que la letanía nos sirvió todavía durante una semana más, o el tiempo que tardamos en aburrirnos. Lo perseguíamos por el pasillo, lo espérabamos detrás de las puertas... Que aprendan algunos lo que es dar miedo. Y un miedo que no se podía definir.
Todavía nos reímos.


Canción de mi día de hoy: "I could've danced all night", Julie Andrews.

miércoles, marzo 22, 2006

sin decir (casi) ni pío II


Canción de mi día de hoy: "First of the gang to die", Morrisey.

martes, marzo 21, 2006

tonterías para el martes

Estaba pensando que igual que ir con la música puesta por la calle es casi imprescindible para mi salud mental (y más en algunos casos), ir con la música puesta en casa me hace sentir intranquila, a merced de cualquier psicópata que se acerque por detrás, y me da la impresión de que el teléfono suena y no lo oigo (el móvil no, que sigue apagado), o de que alguien me llama y no me entero (como si viviéramos quince aquí), así que cada poco me quito un auricular y pongo cara de escudriñar, como la gacela en el Serengeti antes de ser atacada por la leona.

Y luego, pensando en las cosas que me dan miedo, miedo del inofensivo, concluyo que me da miedo lo conocido, lo normal y no lo paranormal, dame fantasmas y líbrame del vecino de enfrente que parecía tan buena persona (y de repente saca un hacha y te persigue, y te das cuenta justo en ese momento de las misteriosas desapariciones que han sucedido en la zona últimamente, pero ya es tarde... y en esto,como en otras muchas cosas, soy presa de la iconografía cinematográfica).

Canción de mi día de hoy: "Mazinger Z Opening-Majin go".

lunes, marzo 20, 2006

absurdos para el lunes (biología de seguridad, dijo ella)

Ayer por la mañana vi(mos) Cellular. Es una actividad (hay que escoger alguna palabra) privilegiada esa de levantarse los domingos y desayunar y mirar la pantalla y decir: ¿hay algo que me impida emplear esta hora y media que se avecina en quedarme aquí en pijama viendo la película? Y sabes que no, y es un prodigio de la generosidad cósmica que así sea.
Y bueno, la película es un buen ejemplo para los que confunden términos como entretener y entontecer. Leo y oigo frases que me hacen cierta gracia, serían algo así: "es una pelicula para pasar el rato", "cine de entretenimiento"... Como si fuera tan fácil entretener. Como es lunes, no me extiendo. Pero podríamos hacer un repaso por todos los directores que han hecho cine entretenido (obvio las comillas), ¿entraría Howard Hawks?, ¿entraría Steven Spielberg?
Y ahora copio:
entretener.
1. tr. Distraer a alguien impidiéndole hacer algo. (Se me ocurren muchos ejemplos que ilustrarían que esto es bueno).
2. tr. Hacer menos molesto y más llevadero algo. (Perfecto).
3. tr. Divertir, recrear el ánimo de alguien. (¿Quién no quiere eso?)
4. tr. Dar largas, con pretextos, al despacho de un negocio. (Lo mismo que el supuesto 1).
6. prnl. Divertirse jugando, leyendo, etc. (Nada que añadir).
Y volviendo a la película, además del entretenimiento, he aprendido el concepto biología de seguridad, qué gran expresión. Para aplicarla necesitamos un cristal cortante y una arteria, aunque seguro que se nos ocurren otras posibilidades, ¿no?


Canción de mi día de hoy: "In the back seat", Arcade Fire.

domingo, marzo 19, 2006

los flautistas de hamelin


Ayer vi El bosque (la celeridad no es lo mío, aunque a veces sí, pero ese es otro tema). Y me alegro de haberla visto, que ya es mucho. Y no me extraña que no gustara, y que en u.s.a. funcionara tan mal. Como si no estuvieran acostumbrados a que les contaran cuentos. Contradicciones.
Tampoco me extraña que los que esperasen sustos, apariciones, sorpresas, funambulismo y malabares quedaran decepcionados. Aunque hay sustos. Pero el susto más grande es el miedo que llevan todos (menos una) dentro. Me gustan las historias sobre gente que se separa, que se encierra, que inventa normas nuevas porque una vez algo pasó que lo cambió todo. Y los esfuerzos por mantener ese precario equilibrio, las renuncias.
Hay un lobo feroz y una caperucita que no es roja, sino amarilla y ciega sólo por fuera.
Y así es como se cuentan los cuentos.

Sigo: luego estuve pensando en cuentos, y como se acerca la realidad, y además de pensar en cuentos, pienso en estrategias para sobrellevarla, estuve pensando en tomar jalea real, y volvió el cuento y me acordé de "Jalea real", el cuento (otra vez la palabra) de Roald Dahl, así que me reí pensando que si todo sale bien, más o menos en junio, podré dejar el tren y la bicicleta e iré volando.


Canción de mi día de hoy: "My favourite things", Julie Andrews. Esto más que una canción es un conjuro de los buenos.

sábado, marzo 18, 2006

la máquina del tiempo

Sección enamorados. Subsección no estamos posando.



Qué voy a decir si es la apoteosis del posado, pues nada.


Sección familiar. Subsección los abuelos también cuentan.


El contraste entre la rusticidad del entorno y la sofisticación del abuelo... eso ya es un triunfo. Y que parece recién salido de una película de Roger Corman, otro. Más las panderetas por el suelo.




Canción de mi día de hoy: "Une année sans lumière", Arcade Fire.








viernes, marzo 17, 2006

ironía y simultaneidad

Digo: quiero leer El sabotaje amoroso.
G. dice: ¿te lo traigo luego?
Digo: vale.

Tres horas más tarde, el libro está en mi mano. Quince segundos más tarde, se produce una microdiscusión atómica de intensidad seis, el pretexto: unos tetrabricks de leche ausentes.
Las microdiscusiones atómicas se resuelven de una forma ridículamente proporcional al motivo que la origina. Como orientación lo digo.

Durante dos días miro el libro y lo leo un poco. El motivo: sólo tiene 159 páginas y leo muy rápido.
Como es el cuarto libro suyo que leo, puedo decir que soy una fan de esas que han leído cuatro libros suyos.
Esta mujer tiene un sentido del humor espectacular. De ese que es prueba inefable para desenmascarar a todos los impostores que dicen: "yo tengo mucho sentido del humor". Es una de las mentiras más populares que se dicen sobre uno mismo. Otra es: "me gusta escuchar" o su variante "sé escuchar". Qué miedo.

Para los suspicaces: tengo sentido del humor y sé escuchar. Faltaría más.

Canción de mi día de hoy: "This charming man", The Smiths.

jueves, marzo 16, 2006

sin decir (casi) ni pío





Canción de mi día de hoy: "Let's talk about spaceships", Say Hi To Your Mom.

miércoles, marzo 15, 2006

significación

Estaba pensando o charlando (total...) no hace mucho, sobre cosas que hacemos de pequeños y que son rasgos definitorios (y no sé si premonitorios), eres y serás.

Los hechos:
No sé que edad tendría, la suficiente para que mis padres confiaran en mis habilidades psicomotrices.
Había una visita familiar y se les ocurrió dejarme transportar la taza con el café hasta la visita. Me acuerdo de la taza, todavía vive. Lo hice sin derramar nada y me coloqué delante de la receptora para hacer la entrega, y justo en ese momento de alargamiento de bracillos, me pregunta: ¿está caliente? Y yo no digo ni sí ni no, ni le pregunto a mi madre, sumerjo el dedo índice de la mano izquierda en el café y digo: sí.
A mí me parece un esquema de pensamiento de lo más normal. Pues eso.



Canción de mi día de hoy: "Siempre es domingo", Gelu.

martes, marzo 14, 2006

tonterías para el martes (que no lo son)


El otro día (un término relativo quel o mismo sirve para hace dos días que dos semanas), pasé con mi madre por el escaparate de una librería de nombre que en realidad ha sido juguetería-papelería, bueno, y algunos libros para colorear y los de Agatha Christie. En uno de los escaparates había unas postales con pinta de larga vida, y en los otros juguetes con el mismo aspecto. Así que al día siguiente volvimos.
Y pregunté a la amable dependienta (que ya no es ninguna de las legendarias hermanas que ahora andarán por los ochenta, sino una sobrina, ahí no entran extraños a trabajar) por las postales y me sacó una caja, primero casi me dio un síncope al ver el precio de las postales por lo bajo, luego otro cuando me dijo que tienen por lo menos cinco cajas llenas... me rehago y empiezo a mirar y escoger. Y me llevo bastantes. Luego miro los escaparates por dentro y veo un jueguete de más edad que yo, y me lo llevo también. Le pregunto si van a tirar algo y me dice que no, que están limpiando, que quieren venderlo todo para renovar y que lo que no vendan, ya se verá. Me quedo más tranquila y me dice que la próxima vez que vaya me sacará una silla para que me siente a mirar las postales con tiempo.
No sé si voy a poder soportar tanta emoción.
Cuando mi hermana y yo éramos pequeñas, una tía de mi madre nos llevaba a esa juguetería, y como era amiga de las dueñas, nos dejaban entrar en el almacén y entonces oíamos las palabras: "escoged lo que queráis". Para que digan que David Copperfield hace magia.

Y aquí dos muestras:





Qué decir, apoteósica, me encanta cómo el padre sostiene el tronco con los brazos completamente rígidos (quiero decir, firmes) y a la vez la pipa, y no se le descompone el gesto. Hay un detalle inquietante en la foto (vale, hay muchos, pero me refiero a uno no estrictamente estético). Si alguien lo encuentra, no voy a mencionar la palabra premio porque seguro que hay quien protesta, pero, y ¿la satisfacción de encontrarlo?

Y esta, el cabeza de familia es claramente alienígena, y a la niña se le nota la mezcla. El otro día vi El pueblo de los malditos.



Canción de mi día de hoy: "I wanna be adored", The Stone Roses.











lunes, marzo 13, 2006

absurdos para el lunes (por decir algo)

He descubierto algo importante: la atención teléfonica al cliente es la ejemplificación perfecta de que no existe el libre albedrío. Viva el determinismo.
Los hechos: desde el miércoles pasado estamos sin línea teléfonica y por extensión, sin adsl.
Pensábamos ingenuamente, que en un par de días estaría solucionado, pero (me he prometido a mí misma no usar ninguno de estos adjetivos: kafkiano, dantesco, surrealista) ... el sábado por la tarde se me ocurre llamar desde el móvil a mi propio número de teléfono y... alguien descuelga y dice: ¿sí?. Digo: ¿es el 9xx xxx xxx? Dice: supongo que sí, me han dicho que me prestan este número durante unos días mientras me hacen la portabilidad. Si estuviera en mi ordenador insertaría aquí una foto de Hulka. Le pido su número de teléfono originario y llamo a la corporación y dejo de ser amable y pongo "la voz que acojona" (no sé yo). Después de la llamada me tengo que tomar un sobre para el dolor de cabeza.
Ayer llamé otra vez y dejé de ser amable y me abrieron otra incidencia y quise matar.
Esta mañana dejo de ser amable del todo y ya me importa poco que los operadores no tengan la culpa, y pongo una reclamación porque cada día me cuentan una historia distinta y hay pocas cosas que me enfaden más que que me traten como si fuera imbécil (sin conocerme, es el matiz). Y vuelvo a levantar la voz y ya no me duele la cabeza después.
Lo bueno es que esta situación me ha permitido el uso de frases de fuerza dramática como: "tu empresa está insultando mi inteligencia".
Y aquí estamos G. y yo en el ciber de la esquina (nos miramos y nos reímos un poco entredientes), a veces casi tan útil como el bar de la esquina, pero mucho menos interesante. Lo bueno es que no hay adolescentes jugando en línea. Si levanto la vista, leo en un cartel: "Se ruega no subir el tono de voz". Ironía.
Nada más, gracias por contactar con el equipo Jazztel, señora Nadadórez.
La sección cancionera se suspende hasta el restablecimiento del servicio. Cuánto hay que sufrir. Y con la cantidad de cosas que tengo que contar y que escanear, se me acumulan los temas.
Nota:1565 (llamada gratuita) si queréis reclamar en mi nombre o dar salida a vuestra ira contenida. Como sparrings no tienen precio.

Añadido: solucionado. Que no os engañen, ponerse como un basilisco sí sirve para algo. Que me haya enterado a estas alturas es otra cuestión.

miércoles, marzo 08, 2006

felipismo y otras cosas

Me he desplazado de provincia. Así que durante unos días vivo con mi madre (y cada vez que sale esta frase donde sea, recitamos: en un castillo. Rituales de gente así).

Guiones:
  • ¿Por qué en el tren, casi siempre en el último tramo del viaje, se sienta detrás de mí una pareja de yonquis que mantiene conversaciones (por usar una palabra) insoportables de tan sórdidas? Y aunque subo el volumen de la música no descanso hasta que no se bajan.
  • No doy crédito cuando la gente mira mi bicicleta (que no tiene nada de raro, excepto que es plegable) con cara de sorpresa y como indignación-asco. Me dan ganas de matar. Si alguien sabe de qué cara estoy hablando, que lo diga y me quedo más acompañada.
  • Anoche conseguí que mi madre viera El comisario, tranquilizándola con la promesa de que los casos se iban a resolver en el mismo capítulo. A ella, nada de compromisos televisivos.
  • El lunes tuve una intuición, y apagué el móvil por si me llamaban del trabajo para hacerme ir a Villa Chichilla. Y así fue. Y llevo con el móvil apagado desde el lunes. Es una actitud muy madura, pero ellos me obligan.
  • He soñado que jugaba al hockey en mi cocina, pero como estoy en todo, para jugar nos reducíamos todos de tamaño, nos quedábamos en un palmo más o menos. Los sticks eran diminutos (más), y nos deslizábamos con la fuerza de nuestro pensamiento. Ahí queda eso.
  • ¿Por qué ponen Urgencias a la una? Crueldad mental.

Canción de mi día de hoy: "The only one I know", The Charlatans.

martes, marzo 07, 2006

tonterías para el martes


Copio: "A causa del olor a cigarrillos", dice la empresa Ikemoto, fabricante del peine Hipo, "las jovencitas ya no van a los karaokes ni a las salas de juego. El estudio de mercado efectuado antes de lanzar el producto dejó patente que el olor que más detestan tener en el pelo las japonesas es el del humo del cigarrillo, seguido del del buey a la plancha y del sudor. El peine Hipo, con una tira incorporada de extractos de té verde, elimina los malos olores y las deja cantar y jugar sin reservas. El desodorante Hipo es eficaz durante 18 meses y te dejará el pelo brillante (gracias a una carga incorporada de aceite de silicona) durante tres años.

Para qué voy a añadir nada. Esto es I+D.









Canción de mi día de hoy: "Kent", Salad.

lunes, marzo 06, 2006

absurdos para el lunes



El sábado estuvimos donde dice ahí arriba. En una noche inhóspita de vendaval y lluvia.
No me voy a extender. Pero me sorprendió lo bien que sonaron y tocaron (con Mar de Pauline en la playa, Malela de Garzón, y el hermano de Nacho Vegas). Me encantó. Y han recuperado Voy a aterrizar. Resumen: fue emocionante. Y al final usamos La Gijón-Connection y hubo un poco de charla y de firma de disco-reliquia.

Y mi nivel de tolerencia sigue bajando y bajando: ¿qué hacen en un concierto así unos paquitochocolateristas intentando hacer pogo con Planes de batalla? En fin.


Y bueno, lo de los Oscar. Que no me quedé hasta el final. Para dormir en el sofá siempre hay tiempo.
Y gana Crash, no la he visto, pero tengo la sensación de que dentro de seis meses nadie se va a cordar de esa película. Brokeback mountain me gusta aunque creo que le sobran un rato y tanto debate, Ang Lee me cae muy bien y ha hecho una película contenida. A Buenas noches y buena suerte no le sobra ni medio minuto (milagro en estos tiempos, parece que si no ocupas dos horas ya es menos película), no hay lucimiento actoral en pos de ningún premio y no se dice ni una frase de más. Y es emocionante aunque nadie llora, ni grita, ni se mesa los cabellos, ni se rasga las vestiduras.
Me dan rabia (que ya ves la importancia mundial de que a mí me de rabia algo) los premios a composiciones con pinta de espectacular (como la de Philip S. Hoffman en Truman Capote) metidas en películas normales y corrientes. Y aunque ya no debería sorprenderme, me sigue sorprendiendo la ignorancia madeinusa que se extiende a los actores más indies, no conocen a los escritores/actores/activistas/sindicalistas/trompetistas a los que interpretan hasta que no les dan el guión, y entonces son presa de la admiración.

Para sorprendente la energía eléctrica de Dolly Parton en el escenario. Eso es defender bien una canción candidata. Y ese atuendo.

Y Lauren Bacall, y su voz, la antítesis del modelo ratagritona o ratitagritona si la actriz es más joven.

Y eso de que Hollywood está cambiando porque este año las candidatas han sido todas películas para mayores e independientes (excepto Munich) y lo quieran vender como un hecho único en la historia, pues no. De todas formas, está bien que vayan pasando los años aquellos en que una película se llevaba diez premios y reinaba esa unanimidad que siempre es más aburrida. Y también está bien que el presentador de la gala sea casi más conocido en Europa que en Estados Unidos. Y que la gala sea coherente sin ser panfletaria. Y ahí lo dejo que me estoy alejando de la superficie. Y es lunes.



Canción de mi día de hoy: "Heroine", Suede.

viernes, marzo 03, 2006

escaleras arriba/escaleras abajo (y anexo)


Escaleras arriba:
  • Anachronism. El logotipo del Canal Historia ejerce sobre mí una atracción irrefrenable.
  • Que alguien llegue a este sitio tecleando en el buscador: "zorra compinchada". A mí estas cosas me hacen ilusión.
  • Historia de la Edad Media, de Indro Montanelli y Roberto Gervaso.
  • Que las cosas vayan bien en lo general y en lo concreto.
  • Darwin Awards. Vale, muere gente, pero es que hay que ser... (y lo que te ríes)
  • Tener Canal Plus + Digital Plus sin pagar la ampliación hasta mayo. Sí, soy una víctima fácil de las promociones y el consumismo, pero eso ya no es una novedad.
  • Que al salir de un sitio te digan: "gracias por venir". Soy fan de la amabilidad.
  • Que Bárbara Rey sea republicana.


Escaleras abajo:
  • Esta noticia. Ya, ya sé, nada de prensa, ha sido sólo un mini acercamiento.
  • Gente energúmena que va suelta por la calle.
  • La (pen)última estupidez de la Sgae. Ni la menciono, ni pongo enlace, ni nada.


Y aquí el anexo:

Ayer fue el cumpleaños de G., y yo estaba bastante tranquila porque ya sabía lo que tenía que comprar, así que mi misión era fácil. Ir, comprar, volver. Já. Parece mentira que a estas alturas no sepa que si buscas algo concreto, muy concreto, se habrá agotado, extinguido, lo que queráis.
La primera cosa era ésta. Malditos adictos. Agotado. Como tengo la cabeza bastante dura, para cerciorarme, fui peregrinando por todos los sitios posibles para comprobar. Y nada.
La segunda opción jugable era ésta. Y no empezó muy bien la cosa, pero al fin, guiada por mi (justificada y contrastada) desconfianza hacia los dependientes que no saben de qué les estás hablando, lo encontré tras un minucioso rebuscado. Bien.

La segunda cosa era ésta. Y claro, tampoco estaba. Opción B: aquí. Claro que también se había agotado. Tras un rato de charla con mi dependiente favorito sobre Daniel Clowes, Robert Crumb, Gizmo, y cosas de la vida cotidiana, decido intentarlo en otro sitio, aunque me siento un poco infiel, pero es lo que hay. Y por fin, sí, Bordados cayó en mis manos.

Y más tarde en las manos de G. Misión cumplida.

Así contado parece más o menos fácil, pero tuve que coger autobuses a horas en que la gente coge autobuses. Y mi misantropía subió varios grados. Hasta me arrancaron una chapa del bolso con las prisas y los empujones y el nulo saber estar. La chapa voló y salió limpiamente del autobús. Y me quedé mirándola y decidiendo: ¿me bajo dos paradas antes de la mía, rescato la chapa, y me libro de este submundo de calor y cercanía insana con otros seres?. Nada, no tuve que decidir, una atlética señora de setenta años se agachó y me dio la chapa antes de que se cerrara la puerta. Le di las gracias y fui consciente de lo cinematográfico de la escena. Y miré a mi alrededor y gruñí por dentro.


Canción de mi día de hoy: "Mon amour ma baise", Benjamin Biolay.


miércoles, marzo 01, 2006

roadkill

Una salsa barbacoa especial. Su nombre lo dice todo. O casi, y lo que no dice el nombre, lo dice el dibujo de la etiqueta, y lo que no dice el dibujo lo dice el eslogan: "If it taste too strong, it's been dead too long". Parece sacado de unos dibujos de Tex Avery. Pero no.
Qué grande es el mundo.


Ayer bajé al parque con L. y el Fotogramas, unos manifestantes delante del Parlamento (nada que ver con los amigos de la Duquesa, que estaban en otro sitio). Me cruzo con un ciudadano, y claro, me habla: "Pues fíjate que yo soy antizapaterista total". Pues muy bien, pienso. Y no le digo ni sí ni no.


Sobre el documental de los hipopótamos no voy a decir nada, que bastante hay ya con que se quede una traumatizada como para expandir el trauma. Con la de veces que he jugado al Tragabolas.


Canción de mi día de hoy: "Your southern can is mine", The White Stripes.