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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

miércoles, noviembre 30, 2005

escaleras arriba/escaleras abajo

Escaleras arriba:
  • Esta web. Con la de veces que lo he pensado. Me alegra ver que no soy la única.
  • Que mañana empieza mi mes favorito.
  • No ir a trabajar porque sí. Aunque implique maratón al día siguiente.
  • Juegos de los 80. Vía Papel Continuo.
  • Alegrarme de trabajar el día 23 de 16 a 21 porque así tengo la excusa perfecta para no ir a la comida navideña (dicen que es eso, navideña).
  • Comfortmusic.
  • Los adornos y las luces. Sí, me gusta la Navidad.


Escaleras abajo:
  • Algunos imbéciles que van por ahí sueltos.
  • Madrugar.
  • Ver a Boris bailando en Cuatro y a la cámara seguirle con los mismos encuadres que cuando bailaba en Cinco.
  • Que repongan series (que me gustaría ver) a las dos de la madrugada.
  • La gente que tiene mucho carácter.
  • La gente que dice "sinceramente".
  • No haber tenido tiempo para hacer esto desde hace unas cuantas semanas. Y ahora seguro que me dejo cosas fuera.


Dos clicks y una canción a cambio: A beautiful day. Antes de que unos memos inventaran la pólvora haciendo "pop sin guitarras", ella lo hacía con Suddenly, Tammy! un grupo que mereció mejor suerte.


Cancion de mi día de hoy:"The Greatest", Cat Power.

lunes, noviembre 28, 2005

absurdos para el lunes

Hoy este pequeño objeto me ha superado. Eso sí que es aunar con elegancia la publicidad más sutil en un soporte útil a la par que urbano. ¿Qué es? Un casi flamante bonobús adquirido esta mañana en Villa Chinchilla. Mi primer bonobús chinchilliense y la fortuna me obsequia con esto. Para que digan que la vida es rutinaria.






Canción de mi día de hoy: "Love in a trashcan", The Raveonettes.

sábado, noviembre 26, 2005

it had to be me

A continuación una muestra de los peligros de madrugar, andar por ahí doce horas y ser yo. Una combinación explosiva. Después de todo un día de llamadas de teléfono, viajes (andando) a visitar a los alumnos en prácticas, clase por la tarde... Y a las ocho decido que ya está bien, que nos vamos todos de la clase y que así me da tiempo de coger el tren de las 20:15 y estar a una hora decente en casa. El jueves esa misma jugada me salió bien, pero...
... voy en la bici, cinco minutos hasta la estación, todo bien, subo al tren con la bici. Tren lleno de viernes, coloco la bici, el tren arranca, la bici se cae un par de veces, la gente me mira, consigo que no se caiga. Me relajo. Media hora de trayecto, llega el revisor, le doy el billete, y dice una línea de diálogo impagable:
- Este tren no va a S., va a J.
- No.
Miro a la de al lado con cara de interrogación, y mueve la cabeza: "que no, que lo que te dice este amable interventor es verdad".
Me pongo de pie al lado del revisor, como si me fuera a teletransportar o algo. Le digo que tengo ganas de llorar y me río. Me dice que en cinco minutos llegamos a un pueblo, que hay una chica en el otro vagón que está igual que yo (riéndose por no llorar, quería decir). Y así fue, cinco eternos minutos más tarde. Mi bicicleta y yo estábamos en la oscura y cerrada estación de un pueblo fronterizo al que llamaremos V. Se acerca una enorme maleta roja con una chica pegada. La chica dice: ¿eres tú la que se ha confundido de tren también? (cómo buscamos el mal de muchos aunque sean dos). Le digo que sí y dedicamos dos segundos a reirnos en voz baja.
Salimos a la negrura del pueblo y no hay rastro de taxis, ni de parada de taxis, ni de bares, ni de nada. La maleta deja a la chica libre unos momentos y le preguntamos a un amable caballero por una parada taxis o similar, antes de eso la chica-maleta explica nuestra situación. "Aquí a los taxis los llamamos directamente a casa del taxista". Claro, no iba a ser tan fácil. El hombre llama a su suegra, su suegra le da el número del taxista, el hombre llama al taxista, le damos las gracias varias veces y esperamos. A los cinco minutos aparece nuestro sesentón y nada estresado salvador. Le explicamos y se muestra bastante solidario. (Flash-back: desde que la maleta dejó libre a la chica decidí dejarla gestionar las operaciones. A la chica. Era una chica de la modalidad desenvuelta-eficaz, y supongo que después de echarnos un vistazo a mi bicicleta, mis pantalones más bien caídos, mi chaqueta y otros accesorios, ella también pensó que sería lo mejor). Emprendemos el camino, yo delante con el conductor, la chica y su maleta detrás. Intento relajarme y no pensar en nada que no sea que hay trenes para volver y que podría haber sido peor. El hombre le da conversación geográfica a la chica eficaz, pero se aburren enseguida. Vamos llegando a Villa Chichilla. Me olvido de coger el tren de las 21:30, y el de las 21:40. Así que será el de las 22:44. La chica de la maleta decide no coger el tren hasta el día siguiente, así que la dejamos en su casa. Me da su parte del viaje y se despide. Y yo sigo con el taxista hasta un cajero para pagarle. Y allí nos despedimos y nos deseamos suerte y nos damos las gracias y decimos que esperamos no volver a vernos en esas circunstancias. Y en bici otra vez a la estación. Hace un frío que pela (ahora que todo el mundo sabe lo que es la sensación térmica parece que tenemos derecho a quejarnos más del frío que hace) y me inquieta la sombra de una duda: ¿podré ir con la bici en el AVE? (bici plegable sin bolsa). En información pregunto, yo creo que por sentirme acompañada, y es un informador modalidad padre, que me aconseja y me vuelve a aconsejar y me pregunta qué me ha pasado y le cuento y me dice que pregunte en el control del AVE. Y voy, y pregunto, y me dicen que sin bolsa no se puede (ay), que vaya a la cafetería y pida unas bolsas negras de basura y se las ponga. Y yo ya me veo, me veo. Y digo cosas como: "He tenido un día muy malo", "es que no venden bolsas para ese modelo, y como no sé coser, que me estoy planteando aprender, hasta que mi madre no me haga una bolsa de lona..." Me pregunta la chica del control con cara de bombilla encendida: "¿para cuándo sería el billete?" Yo: "para ahora". Pregunta a su compañero: "¿está X.?" (que será el maligno que no deja subir con bicis destapadas). Y X. no estaba. Y las palabras mágicas: "ve, ve por el billete".
Y así fue. Y a las 23:50 horas llegué a casa.


(Sobre los viajeros del AVE no digo nada hoy).

Canción de mi día de hoy: "The one I love", Rufus Wainwright.

jueves, noviembre 24, 2005

he's on the phone

(Martes por la tarde)

Ring, ring.
- ¿Sí?
- Hola, soy J.
- Hola J., dime, ¿qué pasa?
- Hay un problema y tienes que solucionarlo tú.
- Jijijijiij. Dime, a ver.
- Nada, que M. no puede dar clase ni el miércoles, ni el jueves, ni el viernes. Y han dicho que las des tú.
- Ah, vale. Pues ya está. Es como si me cogieran del pliegue de la nuca y me llevaran, ¿no?
- Pues sí.


Y aquí estoy, cobrando un sueldo y trabajando como dos para que otra cobre dos sueldos y trabaje como una (o ninguna).
Que voy a tener que estar el viernes hasta las 21 horas aquí, ni lo pienso. Esto tiene parte buena, así que medio me río.
Y aquí estoy, en el sótano de los ordenadores. Y hoy, la hora del café sí que va a durar una hora (o más).

Canción de mi día de hoy: "Poses", Rufus Wainwright. (Es la semana de Rufus).

domingo, noviembre 20, 2005

save the music, dicen

Podría contar que mañana tengo que levantarme a las 5:30, y que no son horas, y que me espera un día de perros, comida con gente del trabajo incluída, deambulamientos por Villa Chinchilla incluídos y negociaciones con amables monjitas (¿qué me pongo?) incluídas. Pero no, y para desahogarme por adelantado de todo este día de 16 horas que se avecina, hago una lista de productos musicales cuya sola mención me da ganas de ir a buscar un objeto contundente. Aquí está (el orden de los factores no altera el lamentable producto):
  • El sueño de Morfeo.
  • La oreja de Van Gogh.
  • Los Peces.
  • Pereza.
  • Bebe.
  • El canto del loco.
  • Seguridad social.
  • Iguana Tango.
  • Miranda Warning.
  • Álex Ubago.
  • Antonio Orozco.
  • Coti (¿eso es un nombre?).
  • Efecto Mariposa.
  • Taxi.
  • Junior.
  • The Corrs.
  • Keane.
  • Black eyed peas.
  • Bon Jovi.
  • James Blunt.
  • Maroon Five.
  • ... (*)

(*) Lista sujeta a ampliaciones y abierta a sugerencias, eso sí, el que entra no sale.


Canción de mi día de hoy: "Across the universe" (remix), Rufus Wainwright.

jueves, noviembre 17, 2005

de domingo a jueves

Cosas que pasan:

  • A clase sin El método. Cuando por fin se descargó del todo, El método era una película porno. Ay. Y menos mal que no la grabé directamente y la puse. Aunque por otra parte... me habría reído.
  • Y sí, escuché: "qué paciencia tienes".
  • He cogido no sé cuántos trenes. Bueno, lo sé: cinco. Hoy seis.
  • He venido a refugiarme un par de días con mi madre.
  • El teléfono ha sonado varias veces para perturbarme con estupideces del trabajo.
  • He estrenado mi bicicleta.
  • He decidido un nuevo plan de actuación para sobrevivir en el lodo laboral.
  • Sigo teniendo fiebre y decido cambiar de médico.

Canción de mi día de hoy: "A small victory", Faith no more.

domingo, noviembre 13, 2005

metodologías

Es domingo y mi cerebro (o similar) se asoma al lunes:
  • Estoy descargando (sí) El método porque se me ha ocurrido que puede ser una buena forma de quitarme de encima dos horas de las diez que me quedan para hablar sobre orientación laboral (esa es otra historia). Miro y vuelvo a mirar y me da la impresión de que no va a estar a tiempo. Y pensar en otras alternativas me da más pereza que hablar de inmigración.
  • Intento decidir si cojo un tren u otro. Los efectos sobre mi vida son: ¿me levanto a las 5:30 o a las 6:30? Las dos posibilidades son igual de horrendas, pero una de ellas a lo mejor me permite volver antes a casa. No sé.
  • Mañana tengo que resolver cosas que no dependen de mí. Eso me pone nerviosa.
  • Es domingo y mi temperatura corporal es de 37.4. Pienso en quedarme mañana en la cama, pero no va a ser, así que...
  • Mañana voy a tener que comprobar otra vez cuan elástica es mi paciencia. Y sólo de pensarlo se me agota. Pero al final no se me agotará, y me dirán: "qué paciencia tienes", y sólo de pensarlo se me agota.
  • Y a pesar de todo este lunes que se cierne sobre mí, tengo ganas de pensar en otras cosas.

Canción de mi día de hoy: "When they come", Devendra Banhart.

martes, noviembre 08, 2005

tonterías para el martes

En el apartado de diversiones interiores y solitarias sección "inserta frases de canciones en las conversaciones" (subapartado "en el lugar trabajil"), hoy he conseguido sin esfuerzo decir: "por mucho tiempo que pase, las cosas son como son". Luego me he reído exteriormente, yo creo que ha sido por la fiebre y por el surrealismo de la situación general. Y porque L. se reía también, y ya nos dio un poco de risa loca. Que es lo que nos queda, reírnos.


Y tenía pensada una disertación sobre partes de canciones bailables e instrumentales. Pero al final me quedo aquí pensando que un día que empieza torcido acaba mejor mejor que bien.(*)




(*) Bono extra: miércoles sin ir a trabajar. Al final hasta la fiebre merece la pena.



Canción de mi día de hoy: "Buenas cosas mal dispuestas", La buena vida.







domingo, noviembre 06, 2005

de castores

A veces para construir estructuras muy fuertes no hacen falta hormigoneras.
Siempre me han gustado los castores, nadando y llevando ramas, y más ramas.
Y si algunas se caen por el camino, o el viento desbarata un poco la presa, siempre hay tiempo para llevar más. Y nunca se pinchan con las astillas.




Canción de mi día de hoy: "Nothing better", The Postal Service.

viernes, noviembre 04, 2005

low

Siempre he hablado bajo, desde que tengo memoria. A veces pienso que es porque estoy tan absorta que me cuesta abandonar ese estado y no me sale la voz. Y también que es un esfuerzo titánico hablar alto o medio alto o lo que la gente llama "un volumen normal". Por eso los primeros días de un curso me duele la garganta si hablo mucho. Por eso a veces digo las cosas más importantes entre paréntesis, para que suenen acolchadas.

El otro día en la pescadería pedí un kilo de mejillones y me dieron un kilo de boquerones. No me dí cuenta hasta que al agarrar la bolsa en la caja, percibí una blandura anormal.

Esta tarde en el autobús, se quedó un asiento libre y le pregunté a la chica que iba haciendo equilibrios a mi lado: "¿te sientas?" y me dijo: "sí", pero hizo el gesto de que me sentara yo.

Por eso a lo mejor cuando subo un poco (nada) el volumen la gente se asusta.


Canción de mi día de hoy: "Lily", Bombones.


miércoles, noviembre 02, 2005

escaleras arriba/escaleras abajo

Escaleras arriba:
  • No haber ido a trabajar hoy aunque el precio haya sido madrugar igual y desprenderme de unos centilitros de sangre.
  • Esta base de datos inmensa con coches (y similares) de cine.
  • Llámame Lola, animaciones, cosas curiosas... Vía Escalextric.
  • spinArt records.
  • Que las cosas sean raras y bonitas.
  • Tirar del hilo y descurir la conexión entre un cuento que me gusta mucho y este libro de Neil Gaiman (que también).
  • Los anuncios de juguetes.
  • Que lleguen aquí poniendo esto en Google: "qué ha pasado con Brenda en A dos metros bajo tierra". Me encanta. Sobre todo que haya alguien a quien le preocupe lo que pasa con Brenda.
  • No tener miedo.

Escaleras abajo:
  • Que lo feo intente colarse en lo bonito.
  • Tanta tontería que se escucha y se lee aun sin querer.
  • Seguir cansada.

Canción de mi día de hoy: "A beautiful day", Beth Sorrentino.