Contador de visitas

...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

domingo, julio 30, 2006

sin ellas no sería lo mismo


No están todas las que son, y me corroen las deslealtades por haber dejado fuera a tantas deidades de la sobremesa, desde Kate Jackson (y sus amigas) a Stephanie Zimbalist, pasando por Joanna Kerns y Melissa Gilbert (si esto no son registros interpretativos...) Qué duro es hacer homenajes.






Lynda Carter. A la izquierda en el esplendor sexy de su carrera, y a la derecha en la serena madurez, lo mismo reconstruyendo su vida que descubriendo cómo su marido tenía otra familia en Maryland y ella sin enterarse. Imprescindible.


Lindsay Wagner. Otro ejemplo perfecto de cómo estas profesionales de antes pasaban, sin dificultad ni trastornos en la alimentación, de protagonizar una serie de culto a asentarse dignamente en el reino de los Estrenos TV. A la izquierda, en una oda indumentaria a lo que nos traerían los 80, y a la derecha en un momento Danielle Steele (esa autora que tanto bien ha hecho por las carreras de Jaclyn Smith, Cheryld Ladd o Jane Seymour).





Connie Selleca. Infalible, si acaso le falta sufrir más por asuntos familiares y/o de novios sin escrúpulos y le sobran intrigas de esas que no le interesan a casi nadie. Pero como es de la familia, le perdonamos esa tendencia a mantener la compostura.



Anette O'Toole, que no nació haciendo de madre de Superman. Pero como madre tiene experiencia, y como madre maltratada, más, hasta tiene experiencia como madre maltratada y asesinada antes del fin del telefilme. Y eso, como ser pelirroja, imprime carácter.



Tracey Gold. El fango vivencial que le falta a Connie le sobra a ella. Además, es que por fuerza, atravesar el infierno de la anorexia te da otra perspectiva de las cosas. Con esta generación aparece el filón argumental de madre joven que no se lo esperaba, algunas son de la rama drogadictil "tengo un novio que es un macarra y me arrastra al mal camino, igual doy el niño en adopción y luego quiero recuperarlo" y otras de la rama "no podré ir a la universidad, mi madre me ayuda/mi madre me quita la custodia de mi propio hijo".


Tiffany Amber Thiessen, Kelly Rutherford y Lindsay Frost. Tres muestras (y me quedo tan corta) de que la industria telefílmica goza de buena salud. Y no hay crisis de guiones que valgan.

viernes, julio 28, 2006

lo inesperado

Bastantes años atrás, los suficientes como para todavía querer ir con tus padres a la playa. La marea está llena y mi hermana entra corriendo en el agua, lleva un plátano en la mano. Un mordisco. Y el plátano vuela, lo veo dar vueltas en el aire. Plic. Una piedra grande en el agua con la altura de sus rodillas infantiles. Hay sangre, y luego habrá Mercurio Cromo, pero sobre todo hay sorpresa.

miércoles, julio 26, 2006

la imprescindible y necesaria levedad del ser

Las personas de miope mirar estamos siempre escapando de la horrible posibilidad de que nos tomen por listos, o lo que es peor, por escritores, o lo que es peor, por poetas. Por eso debemos estar en guardia y echar abajo rapidamente esas conclusiones tan alejadas de la realidad.
Menos mal que la atención se me queda prendida de cosas verdaderamente susceptibles de ser comentadas. El ejemplo de hoy, el apoteósico reportaje fotográfico -en la revista Gala, no vayáis a pensar lo que no es- que nos muestra en todo su esplendor la casa de Teri Hatcher, con Teri dentro. Es un no parar de abrir la boca en perfectos "oes" exclamativos, que a veces derivan al "arg" horrorimaravillado. Ahora me explico que sea capaz de casi arruinar una temporada entera de Mujeres desesperadas. Si es capaz de admitir que la casa la ha decorado ella... Corred al quiosco.

lunes, julio 24, 2006

la dura vida de los creadores de programas (televisivos)


Ahora el invento es buscar talentos para el musical. Y yo encantada. Que no me presento porque no me gusta salir en la tele ni mucho menos que me puntúe Pavlosky (a pesar de la sensibilidad que emana de su "breve, pero profundo pensamiento"). Y otra cosa es esa compulsiva manía de adaptar las canciones al castellano. Y otra cosa es tener que bailar con Beatriz Luengo o cantar (ejem) con Marta Valverde y su inabarcable estatura.

Y a lo que iba: aquí un ameno a la par que breve relato sobre cómo empiezan siendo las cosas y cómo acaban. Recomiendo ir visualizando a la par que se lee. Y propongo dejar los remilgos a un lado y empezar a enviar propuestas con innovadores formatos a todas las productoras que conozcamos, y a las que no, también.

viernes, julio 21, 2006

pero no me da miedo volar

A veces sabes una cosa pero no te das cuenta de que la sabes. Y cuando te das cuenta (me gusta el verbo en inglés: realise, y que me persigan las huestes antibarbarismo militante), a veces te alegras y se te encoge el estómago, y otras veces se te encoge el estómago y te dan ganas de clavar las uñas de los pies al suelo para no subirte a ningún avión de vuelta.

lunes, julio 17, 2006

shorts y camiseta. una elegía sobre famke janssen a.k.a. jean grey

Todo ese título tan largo es sólo el innecesario pretexto para hablar, no ya de X Men III (que es una película picoteodeallíydeaquí, sí, pero como mi objetividad brilla por su ausencia, y esto ha sido así desde el principio de mis tiempos, ahí lo dejo y que me arrastre el entusiasmo), sino de la carnalidad mutante. Y esta es una forma como cualquier otra de definir ese momento en el que Jean Grey (versión Fénix) se levanta de la camilla después de haber dejado k.o. a Lobezno y avanza por el pasillo dispuesta a destruir todo lo que se le ponga por delante. Una cosa, si yo hubiera sido Lobezno, acaba conmigo en la misma camilla. Otras cosas sí, pero fuerza de voluntad para resistirme a eso, no tengo. Ni falta. Y ahí lo dejo.

viernes, julio 14, 2006

porque a veces la muerte no os sienta tan bien

De entre todas las listas televisivas posibles, hoy toca una necrológica. Esos fallecimientos que hacen que tengas ganas de ir a buscar a los guionistas con una pistola en la mano.











Difunta: la madre de Jacky y Nuca en El bosque de Tallac.
Aquí los huérfanos. Esa cara de susto y mucho peores es la que tendrían durante toda la serie. perder a tu madre abatida por los disparos crueles de unos cazadores sin escrúpulos no es la mejor manera de empezar. Y ahí estábamos para verlo (y sufrirlo) todo.







Difunto: Anthony Brower en Candy Candy.
Ahí se ríe porque no sabía cuán cara le iba a salir su afición a la hípica.
















Difunto: Jill Riley en Los vigilantes de la playa.
Esta muerte pe
rtenece a la categoría "falsas esperanzas". Se da cuando el personajes parece que va a sobrevivir (en este caso, a las dentelladas de un tiburón), y de repente, pasan un par de días (o uno, o doce horas), y... r.i.p. No hay derecho. Pongo la foto del grupo para que recordemos cómo
era la serie antes del advenimiento de la silicona.













Difunta: Maggie Gioberti Channing en Falcon Crest.
Las tragedia de las muertes accidentales. Desde entonces los anillos cobraron un nuevo (y peligroso) sentido.
Con ella todos nos ahogamos un poco.







Difunto: Mark Green en Urgencias.
Este es el tipo de fallecim
iento que engrandece al personaje. Con una infinidad de posibilidades para conducirnos a una imparable espiral de moqueo y llanto.










Difunta: Tara Maclay en Buffy cazavampiros.
Que vale que era sosa y te daban ganas de decirle: ¡espabila!, pero no hay derecho. No señor. Una bala perdida y adiós. No somos nadie.













Difunto: Gary Shepherd en Treintaytantos.
Cómo me gustaba Treintaytantos, para ahora estén todo el día con esa monserga sobre el público al que va dirigido una serie.
Una víctima del tráfico, fatal fatal.

Y aquí lo dejo porque no voy a terminar nunca, y lo dejo sabiendo la cantidad de cadáveres ilustres que se quedan en la cuneta, pero para eso estan las segundas entregas.

jueves, julio 13, 2006

grandes problemas de la Humanidad

White is coming. Tres palabras y una foto en la que salta a la vista la mirada desafiante y despreciativa de la blanca modelo. Y cómo le agarra la cara a la negra (porque es negra) como queriéndola devolver a la cabaña del tío Tom o a la plantación de Justin laMotte, que lo mismo me da. Qué poco respeto por la igualdad. Estoy negra.
Lo que me resulta extraño es que ningún colectivo de orientales haya presionado para conseguir la retirada del anuncio en el que Nawja Nimri perpetra un sugerente pleiesteishonpoohtabol disfrazada de flor de loto (o similar).

martes, julio 11, 2006

listos, ya

Verán ustedes, escribe una persona a la que se le saltan las lágrimas viendo un vídeo con coreografías en grandes almacenes. Porque me creo (atención al reflexivo) que de verdad puede ser así, y porque siempre he querido bailar rodeada de regalos, y de percheros, detergentes o camas, o con una gabardina rosa o celeste. En eso estoy. Y sin aunques ni peros.

El vídeo.
La canción.

polaroid en verano

Ha muerto June Allison, en su mansión de California, han dicho. Y yo pienso en los años 50. Y en esa absurda guerra entre las imágenes y las palabras.


(Evocar. (Del lat.
evocāre). 1. tr. Traer algo a la memoria o a la imaginación).






.

lunes, julio 10, 2006

absurdos para el lunes (o lo que sea)

Yo quería poner una foto de Pirlo abrazando a Cannavaro durante los lanzamientos de penalti (eso es una imagen bella y no otras cosas que se ven por ahí), pero mi búsqueda ha sido infructuosa, y como si quiero esa, es esa y no otra, me quedo con el recuerdo. También podría haber puesto una foto de Cannavaro para mostrar lo bien que le queda la camiseta, o una de Gattuso y proclamar: "yo también soy Gattuso". Pero no.
En verano siempre me dan ganas de jugar al Subbuteo. (Inhalar/exhalar).

miércoles, julio 05, 2006

instrucciones para la vida moderna (II)




Ventajas de no tener pelo:

  • No vuelves a escuchar de tu madre la famosa frase: "pásate un peine/cepillo".

  • Te puedes permitir el lujo de comportarte de forma extraña y hasta de tener poderes sin que nadie te diga nada.

  • Si tu carrera actoral ha perdido un poco de fuelle y necesita una inyección de intensidad, un afeitado y unas flexiones a tiempo son una victoria.

  • La imagen perfecta para heroínas galácticas.

  • Te da un aire de exotismo y puedes subir la ceja y hacerte la misteriosa. O el misterioso.

Todas estas ventajas de esfuman si tienes un cráneo con bultos o forma de curcubitácea. Es un lujo que no está al alcance de todos poder exhibir la cabeza desnuda alegremente.

lunes, julio 03, 2006

más minucias ( y van...)

En Barajas (que tiene nombre de reino legendario y no de aeropuerto), sentada esperando ese momento de embarque que igual es alegre que triste depende de dónde vengas y adónde vayas.
Sentada comiendo (dos) Pantera Rosa, mirando el rosa como si fuera la primera vez que lo veo y dándole las gracias a la química por hacer posible que ese color sea comestible. Sentada, enfoco debajo de un asiento un poco alejado. El plano muestra una botella de Rioja vacía, con el tapón amorosamente puesto, y un vaso de plástico al lado. ¿Quién? ¿Por que? ¿Para qué?
El romanticismo es contar eso por teléfono y reírse.