sin ellas no sería lo mismo
No están todas las que son, y me corroen las deslealtades por haber dejado fuera a tantas deidades de la sobremesa, desde Kate Jackson (y sus amigas) a Stephanie Zimbalist, pasando por Joanna Kerns y Melissa Gilbert (si esto no son registros interpretativos...) Qué duro es hacer homenajes.
Lynda Carter. A la izquierda en el esplendor sexy de su carrera, y a la derecha en la serena madurez, lo mismo reconstruyendo su vida que descubriendo cómo su marido tenía otra familia en Maryland y ella sin enterarse. Imprescindible.
Lindsay Wagner. Otro ejemplo perfecto de cómo estas profesionales de antes pasaban, sin dificultad ni trastornos en la alimentación, de protagonizar una serie de culto a asentarse dignamente en el reino de los Estrenos TV. A la izquierda, en una oda indumentaria a lo que nos traerían los 80, y a la derecha en un momento Danielle Steele (esa autora que tanto bien ha hecho por las carreras de Jaclyn Smith, Cheryld Ladd o Jane Seymour).
Connie Selleca. Infalible, si acaso le falta sufrir más por asuntos familiares y/o de novios sin escrúpulos y le sobran intrigas de esas que no le interesan a casi nadie. Pero como es de la familia, le perdonamos esa tendencia a mantener la compostura.
Anette O'Toole, que no nació haciendo de madre de Superman. Pero como madre tiene experiencia, y como madre maltratada, más, hasta tiene experiencia como madre maltratada y asesinada antes del fin del telefilme. Y eso, como ser pelirroja, imprime carácter.
Tracey Gold. El fango vivencial que le falta a Connie le sobra a ella. Además, es que por fuerza, atravesar el infierno de la anorexia te da otra perspectiva de las cosas. Con esta generación aparece el filón argumental de madre joven que no se lo esperaba, algunas son de la rama drogadictil "tengo un novio que es un macarra y me arrastra al mal camino, igual doy el niño en adopción y luego quiero recuperarlo" y otras de la rama "no podré ir a la universidad, mi madre me ayuda/mi madre me quita la custodia de mi propio hijo".
Tiffany Amber Thiessen, Kelly Rutherford y Lindsay Frost. Tres muestras (y me quedo tan corta) de que la industria telefílmica goza de buena salud. Y no hay crisis de guiones que valgan.
5 Comments:
Tu y yo sabemos que faltan muchas y muy grandes (¿donde está Candance Cameron?) pero me gusta mucho este reconocimiento a estas esforzadas mujeres que tan deliciosas sobremesas me han hecho pasar.
31 julio, 2006 16:43
Mi favorita siempre fue Connie Selleca en aquella mítica serie llamada Hotel, que ya ni sé si alguien se acuerda de ella (de la serie).
Y Tracy Gold en Los problemas crecen como la hija empollona e incomprendida por sus padres que siempre le hacian más caso al hijo mayor encarnado por Kirk Cameron (que fue uno de mis primeros amores de la infancia).
Y Anette O´Toole no nació siendo la madre de Superman??? juraría que si.
31 julio, 2006 22:30
Qué tremendo trabajo de investigacion/recopilación.
31 julio, 2006 23:18
... y las que dice que se ha dejado en el teclado...
01 agosto, 2006 09:38
me encanta el nombre d este blog. yo soy un personaje secundario.
02 agosto, 2006 19:54
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