Contador de visitas

...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

viernes, abril 29, 2005

el enemigo en casa

(Por sugerencia de ella y de él)
Mes de julio. Calor. Hora de la siesta. En un piso compartido llaman a la puerta.
[ En el instante en que sonó el timbre en la casa, coexistían tres personajes en la escena de interior: mi en aquellos momentos noex-, su compañero de piso y yo. Compañero de piso estaba durmiendo la siesta en el sofá. Mi noex- y yo estábamos en la habitación sin dormirla.]
Volvamos al momento en el que suena el timbre. Compañero de piso se levanta medio dormido, mira por la mirilla, ve una cabeza rubia y piensa: “ah, es G.” (que hasta el día anterior tenía el pelo castaño como la mayoría de las españolas, todo se confabulaba en nuestra contra) y abre sin pensar más… Se le ponen los ojos como platos cuando se encuentra delante a la madre (la cabeza rubia), el padre, la cuñada medio opusina y la pequeña y ajena a todo sobrina de noex-.
Tal como había abierto la puerta, la vuelve a cerrar en las narices de la comitiva familiar. Y corre ya decididamente presa del pánico a nuestra habitación…
… Donde noex- y yo no habíamos oído ni el timbre y lo primero que nos sacó de nuestra abstracción fue compañero de piso abriendo la puerta en tromba (susto nº1) y gritando en voz baja: “¡¡¡tu madre!!!” (susto nº2).
Después de esas palabras todo se volvió confuso (no pasemos por alto la interrupción como primer momento bochornoso del día, porque no es lo mismo que entren en la habitación cuando estás empezando, o cuando estás en pause, que en pleno kamasutra, en fin…); compañero volvió corriendo a abrir la puerta otra vez, noex- buscaba la ropa para vestirse, la familia ya estaba sentada en el sofá, el piso no tenía pasillo, y desde el salón se veían las puertas de todos las habitaciones, así que no podía cambiarme a otra, ni meterme debajo de la cama porque no había “debajo de la cama”, ni en el armario porque no había sitio, ni vestirme porque no podía hacer ruido ya que se suponía que yo no estaba allí… Y lo peor es que era la primera visita al piso en el que vivía su hija independizada hacía poco, y lo más lógico es que sus padres quisieran ver su habitación, y lo siguiente peor es que su madre (sección sargento de artillería) no se iba a reír ni mucho ni nada si entraba y me veía en la cama con pinta de no haber dormido la siesta.
Como no había escapatoria, y ni siquiera podíamos hablar (malditos pisos pequeños), yo me quedé tal como estaba: sin ropa y en la cama, eso sí, me tapé cuidadosamente hasta la cabeza y más allá y luego noté que me echaban por encima una colcha. Todo muy en plan, “si no me muevo, no me verán”, lo que hace el desespero…
Noex- salió de la habitación por fin, y yo oía frases sueltas como: “¿qué estabas haciendo?” (menos mal que en este país se duerme la siesta), y me concentraba en no desmayarme, porque a esas alturas estaba sudando tanto que ya casi me daba igual lo que pasara… El terror se reavivó cuando escuché: “¿tienes a alguien en la habitación?”…como no rezo seguro que hice alguna promesa absurda si salíamos de ésa.
Así pasaron casi dos horas, tomando café y charlando… Y yo en mi sauna particular.

Cuando se fueron y se nos quitó el temblor de piernas nos reímos mucho. Pero siempre pensamos que la madre se había dado cuenta de que su hija no estaba durmiendo la siesta sola.

Canción de mi día de hoy: "Daft Punk is playing at my house", LCD Soundsystem.

jueves, abril 28, 2005

irrelevancias

Como acabo de darme cuenta de que no tengo la clase de esta tarde preparada y no quiero dejarlo todo en manos de la improvisación, paso por aquí sólo para decir un par de insignificancias. La primera: ayer en la parada del autobús, una señora bastante amable me pregunta dónde podía hacer transbordo para ir al Alcampo, después de unos momentos de confusión, (porque yo creí que me estaba preguntando por hacer transbordo para ir "al campo" y me sorprendía encontrarme con alguien con esa tendencia a la abstracción) y de charla, y ya las dos en el bus, no podía dejar de pensar en que me recordaba a alguien. Al bajarme, me di cuenta de a quién y me reí sola (bajito): a Joaquín Reyes cuando se viste de mujer en "La hora chanante".

La segunda: en el tren fui leyendo Yo, Claudio, y claro, cuando llegué al trabajo estaba bastante influenciada por la lectura y por la noticia de que han editado en dvd Dinastía. Y el ambiente me pareció lleno de intrigas y subtramas. Estando las cosas así, yo aspiro a ser como Claudio. Estoy en que me tomen por tonta y me dejen observar.

Canción de mi día de hoy: "I fell in love", Antony and the Johnsons. (Leo por ahí que son una "mariconada", no voy a entrar en eso, pero si esta canción no te emociona un poco es que estás muerto. Si alguien ocioso quiere descargarla, son sólo 59 segundos de canción. Lo sé, soy una especie de testigo de Jehová musical, pero no puedo evitarlo).

miércoles, abril 27, 2005

novelera

Leyendo esta entrada me acuerdo de cosas como mi madre contando que cuando yo tenía dos o tres años se convirtió en una costumbre contarme cuentos, y luego en una exigencia; y que quería cuentos por la noche, en la playa, por la mañana... que ella estaba cansada y se le cerraban los ojos y yo, si no me quedaba algo claro, le decía "explica", y que nunca me quedaba conforme y quería más. Y ella salía de la habitación pensando: "esta niña..." Me acuerdo de cuando me regalaron Moby Dick, Robinson Crusoe o Peter Pan.De una montaña de tebeos en la mesilla. De cuando me llevaban a la librería para que yo sola (como los mayores) escogiera lo que quisiera. De cuando me encaramé a la librería del salón y cogí Cien años de soledad, de que no pude soltarlo hasta que lo terminé y de la sensación de orfandad cuando se acabó y tuve que despedirme de toda esa gente. También me acuerdo de que por ser "buena" me dejaban llevarme los libros de la biblioteca del colegio a casa y ahora tengo un montón de libros de la biblioteca del colegio en casa (desconfía de las buenas).

Y aquí una lista de los libros que más me han gustado últimamente:

  • Historia de Roma, Indro Montanelli.
  • Middlesex, Jeffrey Eugenides.
  • Las increíbles aventuras de Kavalier y Clay, Michael Chabon.
  • La loca de la casa, Rosa Montero.
  • La niña del pelo raro, David Foster Wallace.
  • Falsa identidad, El lustre de la perla y Afinidad, Sarah Waters.
  • La conjura de los necios, John Kennedy Toole.
  • Charlie y la fábrica de chocolate y Las brujas, Roald Dahl.
(Cada día estoy más de acuerdo con lo que decía Carmen Martín Gaite: nos construimos a partir de lo que nos contamos unos a otros. Es una definición amplia y me la quedo.)

Canción de mí día de hoy: "Es que sí", Astrud (con Desiree García).

martes, abril 26, 2005

hechos y sucesos

Ayer, antes de entrar a trabajar hago tiempo curioseando en los libros que esos grandes almacenes* con nombre anglo y bastante antiguo, han puesto "en la calle" en estos días en los que todo el mundo parece que lee más. Desde el otro lado de una de las estanterías un hombre me pregunta: "¿cuánto vale este libro?" Contesto: "No lo sé, no trabajo aquí" (sólo eso) y el sujeto me mira con una cara de indignación que decía: ¡será imbécil ésta! Sorprendida y un poco agredida me quedé. Tanto, que a pesar de la tendencia que tengo a mirar a la gente ni me atreví a ver que clase de zapatos llevaba el pequeño energúmeno (por sus zapatos los conoceréis).

El sábado, concierto de Astrud, pero... llevo dos semanas diciéndole a mi madre que voy a ir a pasar el fin de semana. Y ayer fue su cumpleaños. Es duro ser una buena hija. Me consuelo pensando que van a estar aquí.

Una monitora (otra) se ha dado a la fuga después de diez días de clase pretextando "tengo que cuidar a mi abuelo". Como excusa me encanta, tiene un aire a Heidi irresistible, pero verosímil, verosímil... Si la progresión sigue así, me veo ofreciendo trabajo desde aquí.

Canción de mi día de hoy: "Waking for winter", Gorky's Zygotic Mynci.

* Manía: No comprar libros en este establecimiento, excepto cuando rebusco en los que ponen a 1 euro.

sábado, abril 23, 2005

love, shopping & bills

Mis discusiones favoritas son las "relámpago". Supongo que es porque no me gusta enfadarme, y estas discusiones son tan rápidas que al organismo no le da tiempo de darse cuenta de que te has enfadado, y así se ahorra bastantes números en el sorteo de acontecimientos tan poco apetecibles para un cuerpo como: úlceras, infartos, cara de vinagre, patas de gallo...

Algunos ejemplos:
  • Discutir por una aceitera en Ikea. Esta discusión tiene dos fases; la primera es fácil: "aceitera sí" vs "aceitera no". Una vez que he perdido en la primera vuelta, sólo me queda intentarlo de una forma: manipulando sin remordimiento y poniendo cara de buena. Así: - Bueno, pero, ¿no te parece que ésta -aceitera- es demasiado grande?, cuando encontremos una más pequeña, la compramos, en serio... La aceitera sale de mi vida (hasta la próxima vez).
  • Discutir porque me recuerda 527 veces que el lunes tengo que ir a pagar el teléfono cuando ¡¡lo sé!!, y no se me va a olvidar porque me ataque un extraño bacilo que hace que te olvides de las facturas. Ésta es un clásico y un poco más violenta. Acaba cuando una de las dos dice una barbaridad y la otra se hace la ofendida. Sea yo la que sea de las dos, me da la risa casi antes de terminar y ahí se acaba (hasta la próxima vez).
  • Discutir porque me llama esnob. Esta discusión es de la modalidad "diálogo ultra-rápido":
- Eres una esnob ( a veces me llama moderna, o modernilla, que es peor).
- Déjame, si soy una esnob y no me soportas (nada de medias tintas, y nótese el tonillo de culebrón).
- Lo que tú no sabes es que me gusta que seas una esnob.
- Idiota.
Y ahí me callo (hasta la próxima vez, aunque ya sepamos las dos que soy una esnob y que le gusta).

Canción de mi día de hoy: "Take you on a cruise", Interpol.

viernes, abril 22, 2005

mi vida conmigo (y con los demás)

Miércoles:
  • La tarde transcurre inofensiva, no hay signos de estrés en el ambiente, ni suena el teléfono rojo...
  • Diálogo con V. mientras hacemos como que trabajamos:
- ¿Ves programas del corazón?
- Cuando tengo tiempo, ¿por?
- Entonces sabes quién era la ex- mujer de Fernando Esteso.
- Sí. (se levanta una ceja interrogativa)
- Es que tengo una alumna que se parece un montón y me da una
especie de congoja.
- (...) Risa.
- ¿De qué te ríes?
- Es que tienes una forma de decir las cosas...
- ¿Una forma cómo? Quiero un adjetivo.
- Necesito tiempo para pensarlo.
- Te doy hasta el lunes que viene.
  • Voy con I. a tomar café y cuando vuelvo al ordenador...
  • ... me doy cuenta de que he perdido el piercing...
  • ... lo siguiente es todo el mundo buscándolo, la jefa retirando la fotocopiadora, el camarero del bar de enfrente encendiendo las luces...
  • ... me doy por vencida cuando pasa un rato. La gente se ríe pero no se extraña. Y creo que hemos llegado a ese punto. Les parezco peculiar.
Jueves
  • En clase sin novedad. Mi amigo Paco llega casi una hora tarde. Hablamos un rato, me cuenta su vida ( la gente me cuenta su vida, ley inexorable) y decido que no me cae mal. Soy una blanda.
  • Al terminar voy a tomar café (otra ley inexorable) con S. y me cuenta que V. ha dejado el trabajo, así que cuando termine el curso que está dando, se acabó. S. también lo deja. Razones personales para una y laborales para la otra. Será para bien. Pero ahora tendré que hacer amiguitos nuevos, y no hay muchos candidatos. Y soy lenta. Pregunto y S. me confirma que al principio le caí mal. Es que necesito tiempo para arrancar.
  • Se me hace tarde y me voy corriendo a coger el tren (y van...). Oigo a dos hombres de unos 70 años hablando de "Dos rombos" y del orgasmo femenino. Me pongo música. Que ya está bien por hoy.
Canción de mi día de hoy: "Nadadora", Family.

martes, abril 19, 2005

seis cosas que hicieron del lunes mi amigo

  1. Me levanto a las 6:30 después de dormir ¿tres horas? y nada de mal humor porque estoy bajos los efectos del fin de semana y porque me da un beso en el pasillo y se vuelve a la cama.
  2. Paso la tarde en el trabajo con V. y hablamos de que ir a comprar un biquini cuando estás de mal humor o deprimida es una situación a evitar, de que se considera una sociópata, de que los domingos no nos deprimen y los lunes tienen peor fama de la que se merecen (razonado)...
  3. Por primera vez pongo música usando los altavoces.Elijo a La buena vida, Astrud y Coco Rosie. No hay quejas. Y consigo preguntar sólo un par de veces: "¿a que os gusta?"
  4. Salgo casi dos horas más tarde de lo que me toca. Pero no me importa porque nos metemos en "el bar de enfrente" (los bares de enfrente constituyen una categoría en sí mismos) donde...
  5. ... el camarero nos invita (dos veces) porque usando los materiales, medios, y tiempo de nuestra empresa le he buscado/seleccionado/organizado/imprimido unos apuntes que le hacían falta. Es importante tener amigos camareros (eso, y el altruismo).
  6. Llego a mi temporal alojamiento en Villa Chinchilla y me acuesto pensando en dos cosas fundamentales: "no tengo que madrugar" y "mañana duermo en casa".
Frase del día: "Dejadme tranquila, que a la hora que es ya llevo 1200(mg) de ibuprofeno".

Canción de mi día de hoy: "Auf asche", Franz Ferdinand.

(Nota 1: Como ayer mismo me dijeron que soy "súper positiva", lo intento y ya le veo el lado bueno a lo de Ratzinger).

viernes, abril 15, 2005

esto es muy increíble (o no)

Hoy, en clase, la frase del día (o de la semana): "las mujeres son más viciosas que los hombres". Y ahora pídeles (porque los suscriptores de este rancio descubrimiento han sido tres por lo menos, de distintas edades y de los dos géneros) que te lo razonen, y no pierdas la paciencia, y no saltes a la yugular de Paco cuando te dice: "claro, tú no lo ves así porque eres mujer", no saltes tampoco cuando no te escucha y masculla algo sobre el feminismo, mantén la calma mientras intentas desmontar la frase sin decir ningún improperio, mantén la calma cuando tu nuevo amigo Paco te dice que es una "opinión" como otra cualquiera, y sobre todo, no le tires el retroproyector a la cabeza ni te pongas de mal humor.
¡Ah!, y no te rías como una loca cuando tu nuevo amigo y cronista de la realidad social, Paco, te diga que cosas como la falta de apoyo familiar a las amas de casa para desarrollar nuevas inquietudes, "están erradicadas".

Ayer me fijo, mi jefa lleva una chapa, me acerco y le digo:"¿qué llevas ahí?" Y leo: "antes muerta que sencilla". La miro de arriba a abajo y me voy moviendo la cabeza.


Anteayer, asistimos a la renuncia y fuga (literal) de una monitora menos de 24 horas antes de empezar un curso. Eso después de cuatro horas de tranquilizarla, decirle que no pasa nada, que lo iba a hacer muy bien, darle dos valerianas, un paquete de kleenex, verla llorar y pedir que se la tragase la tierra... A eso se referirán cuando dicen que la enseñanza está fatal.

Hago un inofensivo test y leo esta frase en los resultados: "able to achieve satisfaction through sexual activity". Claro, ¿ y quién no?. Aunque a ver si es que soy una viciosa.

Canción de mi día de hoy: "Lloverá", Vacaciones.

miércoles, abril 13, 2005

hay canciones que me hacen pensar en beber martinis

El lunes en el autobús, intentando conservar mis diez centímetros de espacio vital, se me ocurre que el mundo podría dividirse entre los que se levantan del asiento dos paradas antes de la suya con cara de determinación (a veces es simple mala leche) y si estás en la puerta te preguntan:- ¿Te vas a bajar en la siguiente?-, con los ojos un poco fuera de las órbitas; y los que parece que no van a ninguna parte y están mirando a través de los cristales y de pronto ponen cara de "¡oh!estaesmiparada" y se levantan o se dirigen a la puerta y salen sin poner cara de haber conseguido nada mas que salir.


Ayer en la estación de tren (¿por qué las estaciones de tren me gustan y las de autobús me deprimen? ¿por qué las estaciones de autobús son tan feas?) veo a Mercedes Ferrer, de cuya música no soy consumidora ni seguidora pero que me cae bien (hasta se ha atrevido a cantar con/para Nacho Cano). Y me fijo en que es pequeña. Y en que nadie la reconoce. Y en que se le caen las gafas de sol al suelo. Y en que fuma pero tiene que pedir fuego. Y en que tiene el mismo aire entre desamparado y autosuficiente que tenemos todos los que esperamos que anuncien nuestro tren en una estación mientras miramos los escaparates de las tiendas.

Canción de mi día de hoy: "I hear a symphony", Diana Ross & The Supremes.

domingo, abril 10, 2005

mutante

Tengo esa diabólica sensación pre-escolar dominguil. Como ya no voy al colegio intento controlarla. Aunque, en realidad sí voy al colegio. A algo similar al colegio. Pero estoy del otro lado. Y tengo la sensación de estar representando un papel. A lo mejor por eso un día en clase me dijeron: "a tí te gusta el teatro". Me gusta más el cine, pero para el caso es lo mismo.
Las alumnas de más de 40 años son mis favoritas, tienen más interés, y el primer día alguna me dice:"¿¡
eres la profesora!? Y aprovechan cualquier ejemplo de clase para contarme sus vidas. Y cuando el último día me voy siempre me da pena. Y cuando me regalan un ramo de flores, o una carta, o una mini botella de brandy (verídico) me dan ganas de llorar y todo ha merecido la pena.

Mientras tanto, en el apartado de mi adolescencia crónica, ayer descubrí que han vuelto Los Nuevos Mutantes (mi grupo favorito de héroes Marvel marginales). El tipo de cosas que le alegran el día a alguien como yo.


La ilustración, sin comentarios.

Canción de mi día de hoy: "Cherchez la femme", Souvenir.

jueves, abril 07, 2005

querido diario:


Hoy he pasado el día en Villa Chinchilla, ya que fuerzas inexorables me han obligado a viajar hasta allí (firmar contrato le llaman), y así han pasado las cosas:
  1. Crónica del madrugón. Después de dormir muy poco me he levantado extrañamente activa y con mucha antelación para poder desayunar viendo la tele.Nota: si vuelvo a escuchar la palabra "exequias", gritaré. Entre "eso" y la hora impresa en la pantalla, me pasé a los dibujos animados.
  2. Crónica ferroviaria. Llego también con antelación a la estación. Me leo los horóscopos de los tres periódicos gratuitos que me han dado por el camino y uno dice que me va a ir bien en el trabajo y que voy a aprender; otro dice que es buen momento para aumentar la familia. Debido al impacto no me acuerdo del tercero. Ya en el tren, me concentro en la música y casi al lllegar, me invade un sopor difícil de controlar.
  3. Crónica de un deambular. Tengo tres horas a mi disposición para gastar, porque no quiero aparecer antes de tiempo por el sitio laboral y que me pongan a hacer fotocopias (me relaja) o algo peor. Voy a mi bar favorito a tomar café (el segundo), antes paro en una panadería y salgo con un donut relleno de nata del tamaño de mi cabeza. Antes de salir mantengo con la panadera una breve pero instructiva conversación sobre cuál es la mejor hora para ir a la peluquería. Llego al bar, pido el café y me siento en una mesa cerca de la puerta. Me hago la interesante leyendo (un libro) y apuntando cosas en un libreta (esta actividad no es simultánea con la de leer). Pasa un rato y me voy.
  4. Crónica de un parque. Ahí voy, a un parque, ¿dónde mejor puede ir una desocupada? Me siento en un banco y pongo cara de ociosa. El donut relleno casi acaba conmigo. Pero gano. Leo otra vez, pero me interesan más los jubilados que pasan por aquí y allá. Algunos van con niños, incluso hay un jubilado con estilismo claramente corteinglesesco que va con bebé y puro. No me parece apropiado ni estético.
  5. Crónica de una comida. Llego por fin al sitio. Firmo. Me encuentro con gente. Me besan bastante y me dan conversación (parece que hoy es día de calma). Llega rápidamente la hora de ir a comer (ese era el plan, llegar "casi" a la hora de la comida). Tengo ganas de huir como una rata cobarde pero me sobrepongo. Somos seis. Vamos a un italiano. En cada silla el nombre de una celebridad italiana. Intento buscar Sofía Loren, Silvana Mangano o incluso Raffaella Carrá, pero me toca Alberto Sordi y me conformo (recuerdo que tengo que comportarme como una persona normal). Como tengo sueño supongo que pongo cara de estar más o menos de acuerdo con todo. S. me dice que hable y le digo que tranquila, que soy de recorridos largos y que hablar, hablo y hablaré (y pienso otras cosas menos políticamente correctas). Mi jefa me defiende y me da la razón y un punto extra.
  6. Crónica de la vuelta. Me despido (y creo que les he dejado la sensación de que todavía se puede hacer algo de provecho conmigo). Tren. El revisor interventor me da conversación preguntándome por el libro que estoy leyendo. Después de eso me quedo dormida hasta que llegamos a la estación. El bus. Y casa. Hacer lo que hay que hacer es agotador.

Canción de mi día de hoy: "Ladyflash", The Go! Team.(Porque es motownlisérgico y porque ese nombre es perfecto para un personaje. Igual lo adopto para ir a trabajar: "Aquí llega la increíble... ¡ Ladyflash!"

martes, abril 05, 2005

ombliguista

Eso me siento, una ombliguista que se despreocupa de los debates de actualidad y que se ve absorbida por preocupaciones prosaicas y no tanto, pero individuales.
Y así, en mi
top five de inquietudes para hoy:
  • Un ejercicio que se me ha atragantado. Decido dejarlo y volver a intentarlo mañana. Pero ahí queda.
  • La semana que viene vuelvo al trabajo. Eso implica volver a Villa Chinchilla. Y vivir allí de lunes a viernes. Pereza. Tendré que cultivar mi vida social chinchilliense para huir de la laboral.
  • Anoche los casi deconocidos vecinos del 2º tenían algo así como una fiesta. Desde la cama escuché hits como "Aire" de Mecano y "Money for nothing" de Dire Straits. Vinieron a mi mente un par de imágenes de lo que podría estar pasando en una fiesta así. A mí estas cosas me quitan el sueño.
  • Pretendo madrugar pero me acuesto a las tantas. Aprendo a vivir con mis contradicciones.
  • Tengo muchas ideas. Pero me falla la infraestructura. Paciencia.
Canción de mi día de hoy: "Galletas", La Casa Azul.

domingo, abril 03, 2005

$ en el banco $

El viernes.
R. me dice: - Voy al banco.
Yo digo: - Voy contigo como comando de apoyo.

Vamos, llegamos, entramos, R. pregunta, nos mandan a una mesa, Chica1 dice: - yo no me encargo de los préstamos, esperad un segundo... Chica1 dice: - Irene (a la que a partir de ahora llamaremos Chicamango), ahí te mando una pareja...

R. y yo nos acercamos a la mesa de Chicamango. Llegamos. Saludamos. Nos sentamos.

Chicamango: - ¿Qué clase de préstamo queréis? ¿Es para una vivienda?
R.: -¿Eh?, no, es para una cámara. (La decepción se pinta en la cara de Chicamango. Pero también veo o me invento que veo cierto alivio).
Chicamango: - Ajá. Un préstamo personal entonces. ¿De cuánto?
R.: - 1200 euros. (Chicamango nos cataloga rápidamente en la lista de clientes "b", o "z").
Chicamango: - Muy bien. Se te va a quedar muy bien, a ver si podemos cambiar el blablácomisión... (aquí una serie de datos incomprensibles y una musiquilla circense en los cerebros de R. y mío)... ¿Estáis casados?
R. y yo: -¿Eh? Risa. No, somos hermanos. Más risa.
Chicamango: -Je, lo siento, como me dijo Chica1 que me mandaba una pareja...
R.: -Bueno, una pareja somos.
Yo misma: -Somos dos.
Chicamango: -Sí... No, si yo lo que quiero es salir ya de aquí y tomarme una cerveza...
R. y yo (ya totalmente fanes de Chicamango): -Te entendemos.

Y allí dejamos a Chicamango contando los minutos.

(Papaparéntesis. 1. Estaría bien que lo embalsamaran en la funeraria Fisher.
2. ¿Cuánto tiempo van a mantener vivo a Rainiero? Fatal me parece esta exclusividad. ¿Hasta cuándo no puede morirse nadie más? ¿En qué lugar se queda la caridad cristiana?)

Canción de mi día de hoy: "Teenager", Camera Obscura.