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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

martes, abril 26, 2005

hechos y sucesos

Ayer, antes de entrar a trabajar hago tiempo curioseando en los libros que esos grandes almacenes* con nombre anglo y bastante antiguo, han puesto "en la calle" en estos días en los que todo el mundo parece que lee más. Desde el otro lado de una de las estanterías un hombre me pregunta: "¿cuánto vale este libro?" Contesto: "No lo sé, no trabajo aquí" (sólo eso) y el sujeto me mira con una cara de indignación que decía: ¡será imbécil ésta! Sorprendida y un poco agredida me quedé. Tanto, que a pesar de la tendencia que tengo a mirar a la gente ni me atreví a ver que clase de zapatos llevaba el pequeño energúmeno (por sus zapatos los conoceréis).

El sábado, concierto de Astrud, pero... llevo dos semanas diciéndole a mi madre que voy a ir a pasar el fin de semana. Y ayer fue su cumpleaños. Es duro ser una buena hija. Me consuelo pensando que van a estar aquí.

Una monitora (otra) se ha dado a la fuga después de diez días de clase pretextando "tengo que cuidar a mi abuelo". Como excusa me encanta, tiene un aire a Heidi irresistible, pero verosímil, verosímil... Si la progresión sigue así, me veo ofreciendo trabajo desde aquí.

Canción de mi día de hoy: "Waking for winter", Gorky's Zygotic Mynci.

* Manía: No comprar libros en este establecimiento, excepto cuando rebusco en los que ponen a 1 euro.