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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

martes, mayo 31, 2005

manías, costumbres, esas amigas que nos hacen infinitamente más interesantes

Sin introducción, una lista (ampliable):
  • Oler cualquier formato impreso (libros, cómics...).
  • Canal digital: en los canales genéricos puedo hacer zapping hacia delante o hacia atrás, pero en los canales de cine tengo que empezar desde el principio.
  • Si tengo que salir, no desayuno en pijama, me visto antes.
  • No me gusta cocinar (ni fregar) con las zapatillas de andar por casa puestas.
  • Si voy andando con alguien, tengo que llevar al acompañante a mi izquierda (me cambio de sitio si me doy cuenta sobre la marcha).
  • Varias sobre rutinas domésticas/limpiadoriles.
  • No subir las persianas enseguida cuando me levanto.
  • Comer tarde.
  • Guardar papelitos en los bolsillos.
  • Hacer versiones de canciones que me gustan cambiándoles la música y cantarlas.*
  • Bailar las sintonías de programas y series de televisión (un mundo de posibilidades).**
Lo dejo ahí de momento.

Canción de mi día de hoy: "Secret heart", Feist.

(*) Implica no tener sentido del ridículo ni miedo a que te echen de casa.
(**) Lo mismo pero más.

sábado, mayo 28, 2005

dentro y fuera

Había planeado un fin de semana de camping indoor, pero esta tarde vienen R & I (que son de esos amigos que si haces la cuenta, ya casi hace más años que los conoces que años que no; los que saben tantas cosas de tí que pueden avergonzarte en 0'5 segundos, pero también a los que no hace falta que se lo cuentes todo porque ya lo saben) y se quedan hasta mañana.
Así que decidimos dedicarnos al consumismo (sabemos cambiar de planes sin estresarnos).
Y así fue:
En la tienda de cómics casi una hora. Momento perturbador de la armonía entre freaks: una pandilla de fans de Andy y Lucas (sí, tengo prejuicios e instintos asesinos) haciendo comentarios como: "mira esta figura, ¡que freaky!" (se referían al Niño Galleta de Stain Boy) o " mira esto (moviendo un ejemplar de Spiderman como un abanico), ¡ cuatro euros!, vaya mierda de páginas que tiene". Si las miradas homicidas hicieran agujeros en la ropa, esos cuatro habrían salido de la tienda desnudos. ¡Cuánto hay que sufrir!
Salí de allí con los números 2 y 3 de Los nuevos mutantes. Y haciendo un ejercicio de control.

Vamos a la Casa del Libro. Y hay tantos libros...
- Quiero que me regales esto.
- ¿Eso qué es? (Veo una caja).
- Es la edición comentada por no sé quién de La Divina Comedia.
- Ah (tiene que haber de todo en el mundo, pienso. Cada loco con su tema, pienso. Claro que te lo voy a regalar, pienso). Bueno, si haces algo que merezca un regalo, como dejar de hacer pipí en el salón, te lo compro.
- ¿Sií? Vale.
Detrás de nosotras, a un honrado ciudadano se le salieron los ojos de las órbitas.

Subimos a la segunda planta y me llevo Historia de los griegos, de Indro Montanelli. Y veo esto y no puedo resistirme.

Volvimos a casa sorteando un sinfín de peligros para nuestra economía y acabamos en el supermercado, donde un grupo de cajeras debatían en un pasillo sobre la conveniencia o no de tomar un ansiolítico en el día de tu boda.

Un disco: "Let it die", Feist (aquí se pueden escuchar algunas cosas). Como me resisto a usar el adjetivo "bonito", no voy a decir nada. Y por no extenderme, también.

Un cómic: "El mundo de Jane". Para reírse con lo absurdo. Adictos al realismo abstenerse.


Canción de mi día de hoy: "Bonne anniversaire",Vive La Fête.

jueves, mayo 26, 2005

coming soon

[Tengo una semana de vacaciones ( en realidad, es una semana de paro, dirían los que ven el vaso vacío del todo), y después, a conocer a otro grupo de quince personas, a intentar engatusarlas en tiempo récord y a despedirse cuando les has cogido cariño. Cuando digo que lo que más me divierte del trabajo es mirarlo como una especie de hormiguero humano me miran con cara rara y preguntan: "¿lo dices en serio?"]

Temas pendientes sobre los que escribir aquí que no van a afectar en nada al habitual discurrir del mundo:
  • Manías y costumbres (mías).
  • Películas.
  • Cosas y personas que me deprimen.
  • Estaciones del año.
  • Cosas y personas que me gustan.
  • El título de una canción y un anillo.
  • Cosas y personas que me aburren...
He soñado hoy que nos perseguía un psicópata con arma de fuego. Me he despertado un par de veces y he seguido soñando con lo mismo (no me gusta no terminar de ver las películas). El papel de mi madre estaba interpretado por Debra Winger, que llevaba una peluca que mi madre real nunca se pondría. En fin, sueño con Debra Winger y hace de mi madre. Eso es una injusticia onírica, ¿ no?


Talento: aquí.

Canción de mi día de hoy: "Me parece muy bien", Les Biscuits Salés. (Un clásico. Ahora se llaman Feria)

domingo, mayo 22, 2005

de flor en flor


  • Pasando de los 30 grados soy peor persona.
  • Definitivamente tengo cara de que me interesa lo que la gente me cuenta. Ejemplo: una alumna me da una conferencia sobre la thermomix (modelo TM-31) y sus virtudes, le hago preguntas y todos contentos. Tengo una tarjeta. Hace demostraciones a domicilio. Dicho queda.
  • Leo esto y me quedo con la sensación de que me he ahorrado escribir una entrada sobre el tema. (Recuerdo un concierto de La buena vida...)
  • En clase vuelvo a comprobar mi incapacidad para no entrar en discusiones ideológicas. Una frase como: "hay muchas mujeres que se aprovechan de los malos tratos... (me da pereza escribir el resto)" y ahí estoy, durante una fracción de segundo pienso: "ahora dí que sí, que vale, y desvía el tema". De repente me veo al borde una piscina. Y salto. Y ya estamos otra vez.
  • Presento a uno de los mienbros de nuestra familia (sección acuática):



  • Veo el capítulo de esta semana de "Mujeres desesperadas" y estoy totalmente de acuerdo con un artículo que leí hace poco. Copio: "Intento buscar las claves del por qué me enganchan las series norteamericanas y me dejan indiferente las españolas. Posiblemente porque son series que avanzan, y no situaciones que se repiten como en las hispanas." (Ramón Colom. Fotogramas. Mayo 2005). Alargar no es sinónimo de mantener el interés. Mayormente.
  • Quiero una grabadora (repito). Por ejemplo para que hubiesen quedado registrados los comentarios de ayer mientras veíamos (por escoger un verbo) el festival de Eurovisión (es una tradición social dentro de la variante "cualquier excusa es buena"). Conclusión general: Sentido del ridículo y Eurovisión son términos incompatibles. Conclusión dos: Que sólo te voten tus vecinos es patético. Conclusión tres: Beatriz Pecker (eso es un apellido), que no levanta cabeza desde "Rockopop", parecía estar bajo los efectos de algún opiáceo. Lo entendemos. Apunte: La representante de Rumanía nos dio sensación de belenestebanismo teñido de oscuro. A mí la gente así me da miedo.
Canción de mi día de hoy: "Thinking about you", Ivy.

jueves, mayo 19, 2005

versión abreviada

He soñado que ponía música en un bar, al terminar estaba en la barra y un chico inglés (era inglés, sí) me preguntó: “you are complete?” (así) De fondo, una canción desconocida. La pregunta era compleja, o por lo menos a mí me lo parecía. Por arte de sueño tuve la certeza de que me estaba preguntando en realidad sobre la constancia y estabilidad de mis afectos (y más cosas). Y le contesté (en inglés también).
Después de eso apareció en escena un hombre de unos ochenta años que venía con mi perra, pero esa es otra historia.
Concluyendo:
1. Escribir desde el trabajo (como actividad de riesgo que es) exige una concreción de la que mis sueños carecen.
2. Voy a tener que dormir con una grabadora al lado ( ya he dejado pasar varios éxitos musicales).

Canción de mi día de hoy: “Prefiero bailar”, La Casa Azul. (Si la vida fuera un musical, sería una contestación perfecta para algunos).

martes, mayo 17, 2005

no me gusta el blues, pero ayer sí

Ayer llovía en Villa Chinchilla, y yo, como (casi) siempre, sin paraguas y sin ropa (apropiada, digo). Cargada con la mochila salí de firmar mi contrato de 7 días (buenas noticias para mi cuenta en el banco) y antes de doblar la esquina oí música y gente cantando. En la puerta del Corte Inglés (poético) un grupo tocaba algo que parecía una improvisación y la gente cantaba “Cielito lindo”. Me quedé allí (y sí,cometí un casibaile con mochila y bolso y canté en voz semi-baja) mirando a la gente parada como si no tuviesen que ir a ninguna parte, bailando y cantando y aplaudiendo. Y me emocioné (con principio de secreción lagrimal incluída). Yo no sé si soy sensible o idiota. Medio y medio, será.


Canción de mi día de hoy: “Hermético”, Ellos.

lunes, mayo 16, 2005

sucesiones

Hoy es lunes y aunque no tengo que trabajar, sí tengo que llenar la mochila, coger el tren y aterrizar en Villa Chinchilla, donde ahora sí, me tengo que quedar a vivir esta semana. Esta circunstancia me perturba por varias razones, y si me dejara llevar me sentiría como una especie de Alcántara emigrante. Pero no. Me concentro en que no es para tanto.

Veo Ed Wood (una película conmovedora y no en el sentido que le dan los publicistas hollywoodienses a la palabra) y en ella una de las escenas de amor que más me han gustado últimamente: Ed le cuenta en el tunel del terror (hasta los cochecillos que llevan a la gente son identificables como burtonianos) a Kathy que le gusta vestirse con ropa de mujer, ella le pregunta si entonces no le gusta acostarse con chicas, el le dice que sí, y ella responde:"vale". Genial.

Estoy releyendo El cine según Hitchcock, de F. Truffaut, que es un libro al que se le coge cariño, entre otras muchas cosas, y vuelvo a pensar en el amor al cine y en la creatividad en general. Y a partir de ahí pienso que tengo (y voy a) que ir a la peluquería, porque cuando llevo tiempo sin pasar por allí siempre me visualizo a mí misma así.

Canción de mi día de hoy: "Adieu triste amour", Benjamin Biolay & Françoise Hardy.

(Un enlace a los cortos animados de Stain Boy -made in Tim Burton-. Lo que se puede hacer con Flash y un universo propio).

viernes, mayo 13, 2005

es viernes

Y no tengo que trabajar (bonita frase), eso significa unas cuantas cosas: nada de trenes ni autobuses, nada de discusiones interminables en clase, regreso al maravilloso mundo de tumbarme en el sofá después de comer un día entresemana (puntúa mucho más que en fin de semana)... Lo del sofá me lleva a pensar en la tele, y en que es lo que tiene trabajar por la tarde, que te pierdes todos esos programas divulgativos que nadie ve o se ven con interés antropológico... El sábado pasado tuve el privilegio de asistir a esto: en el plató de "Salsa rosa" entrevistaban al hijo de Albano y Romina, entrevista a la que no le prestaba mucha atención (porque el tema me aburre y porque si no están Lidia Lozano y sus delirios y aspavientos no tiene gracia ni interés antroposociológico), pero en un momento, el hermano (que se llama Yari, creo, y que gastaba una barba que me hizo pensar en un ruso ortodoxo y en El violinista sobre el tejado) habló de una frase que su hermana repetía bastante y que estaba relacionada con la beat generation, ahí el presentador vio la oportunidad de oro para lucirse, y dijo con todas las letras como para traducir el término al populacho: "Sí, la generación de la playa". Para rasgarse las vestiduras.¿Estaría pensando en los Beach Boys? ¿En Pamela Anderson? ¿Es que no hay teléfono de aludidos para las barbaridades culturales?
Me imaginé a Kerouac y Ginsberg tomando el sol con un bañador de surf y un jersey de cuello vuelto negro. Y todos sus conflictos puestos al día en el año 2005. Más que justicia, ironía poética.

El otro día vi Summer of Sam de Spike Lee, y me gustó bastante (aunque es un poco larga) por el reparto y porque es la primera vez que una película de SL me permite evadirme de la cuestión racial (que estar, está). Me quedo con los personajes de Mira Sorvino y Patty Lupone. Y aquí dejo constancia de ello.

Y aquí el enlace para quien quiera ver el avance de Corpse Bride de Tim Burton.

Canción de mi día de hoy: "Nothing better", The Postal Service.


jueves, mayo 12, 2005

situaciones de la vida cotidiana en las que echo de menos una maza de madera gigante como las de los dibujos animados

De esas que se sacan del bolsillo y ¡zas!, se deja a quien sea con un grosor de fotocopia.

El 95% del tiempo estoy de buen humor (exageraciones las justas), pero hay cosas que cuando pasan... click:
  • Cuando en la parada del autobús (donde todas las teorías sobre distancia interpersonal se quedan en nada) alguien fuma y me echa el humo. Me acabo de duchar y huelo bien. Por favor.
  • Cuando dentro del autobús (donde las teorías sobre distancia interpersonal son sólo una leyenda urbana) me ponen en contacto forzoso con diversos efluvios corporales. Vamos a ver, si a las siete de la mañana hueles mal, no es que te haya abandonado el desodorante, es que no has tenido el gusto de conocerlo. Si aún así te dejan salir a la calle, por favor, no levantes los dos brazos para agarrarte a la barra, con uno es suficiente.
  • Cuando en la cola del supermercado acosan a las cajeras (y cajeros) pidiendo que abran más cajas. ¡Déjenlas en paz! O compren por internet.
  • Cuando tengo el infortunio de ver el anuncio de Melendi. ¡Qué habrán hecho los asturianos para merecer eso!
  • Cuando los conductores de autobús frenan de golpe (una y otra vez) y tengo que agarrarme como si estuviera en un toro mecánico. Totalmente a favor de las conductoras de autobús (comprobado).
No voy a pensar ninguna más que tengo que salir a la calle...

Cancion de mi día de hoy: "Dear diary", Roisin Murphy.




miércoles, mayo 11, 2005

cierra la puerta al salir

Dentro del apartado "Ese Falcon Crest que es el sitio donde trabajo", ayer conocí a la novia de mi jefa. Llevan juntas desde los catorce años, ahora tienen cuarenta. A lo mejor la palabra novia se queda corta. Me falla el léxico. Y me creo yo muy monógama. Ja.

Música:

  1. El día 16, sale el disco nuevo de Nosoträsh. Mientras tanto, el single se puede descargar aquí.
  2. Dando vueltas por ahí, encuentro ésto, es el blog de Cova.

Canción de mi día de hoy: "Dando vueltas", Nosoträsh.

martes, mayo 10, 2005

algunos lo llaman perder el tiempo

[Interior. Día. Cocina.]

- ¿Te acuerdas de ese episodio de Barrio Sésamo en el que se iba la luz en casa de Epi y Blas?
- ¿Cuál?
- Sí, era por la noche, y Epi llamaba por teléfono a un vecino para preguntarle si él tampoco tenía luz.
- Aaah, sí. (Amago de risa).
- Y como el vecino se enfadaba mucho, cuando le preguntó quién era, Epi dijo, cambiando la voz: “Soy Blas, soy Blas”.
- [Risa]
- [Risa]
- Oye, tú cómo quién crees que somos, ¿como Epi, o como Blas?
- Yo creo que yo soy Epi y tú Blas.
- Vale.

[Interior. Noche. Sofá]

- Oye, lo que hablamos esta mañana de Epi y Blas, ¿te acuerdas?
- Sí.
- Que yo no soy gruñona, no puedo ser Blas; y soy pesada, como Epi.
- Yo soy más pesada que tú.
- Bueno, sí, pero yo soy más pesada de insistente, y tú de ahogarte en un vaso de agua.
- En eso sí soy como Epi.
- En eso sí.
- Bueno, yo creo que somos una mezcla.
- Vale.

(Mientras tanto, en el mundo real, la gente se comporta de formas tan extrañas que mi jefa me dice: "yo creo que me he tomado un tripi y estoy alucinando". Y es que hay formas de ser y de actuar que no voy a entender nunca.)

Canción de mi día de hoy: "Adiós al pop", Las Escarlatinas.

sábado, mayo 07, 2005

una serie de catastróficas desdichas

El día de ayer y la palabra pesadilla son sinónimos. Pero no una pesadilla metafísica, no, sino una de ésas en las que andas y no avanzas, o se te caen los pantalones en medio de la calle, o quieres marcar un número de teléfono y te equivocas una y otra vez (mi favorita).
Antecedentes: Trabajo en una ciudad distinta a en la que vivo (que tampoco es la misma en la que nací), y estas dos ciudades están separadas por unos 100 kilómetros; como no tengo coche ni carnet de conducir (o al revés), soy prácticamente socia accionista de Renfe ( en los autobuses no puedo leer ni hacer casi nada porque me mareo, así de patético), y el uso no me ha hecho aborrecer los trenes.
Más antecedentes: Estos días empiezo a trabajar a las 16h.
Acción:
  1. 12:45. Bajo a coger el autobús que me deja en la estación. Me doy cuenta de que el tráfico está más congestionado de lo normal a esa hora.
  2. 13:00. No pasa el autobús. Todavía estoy en una franja más o menos segura pero me intranquilizo y pienso en coger un taxi. Pero no pasa ninguno libre.
  3. 13:10. Por fin llega. Me da tiempo. El tren sale a las 13:25. Voy a sudar un poco pero nada más.
  4. 13:15. El tráfico, infernal. Cuando giramos y veo el embotellamiento me doy cuenta de que por primera vez voy a perder un tren. La gente empieza a caerme mal.
  5. 13:22. Asumo que no voy a coger ningun tren y me bajo del autobús. Solución alternativa, pienso: "Cojo el autobús de las dos". Hago transbordo para la estación de autobuses.
  6. 13:40. Ventanilla: - "Un billete para el de las dos". - "El de las dos ya no existe, es a las tres". -"¿Y a qué hora llega?". - "A las cinco".
  7. 13:50. Otra vez en la parada. Pienso (ya con la moral un poco tocada, para qué negarlo, pero todavía con recursos). Solución: Voy a la estación de tren y seguro que hay algún otro tren más rápido (y caro) que el que uso.
  8. 14:20. Tras otra ración de tráfico infernal y contaminación acústica llego a la estación.
  9. 14:25. Pregunto en información. Hay trenes, sí. Hay uno a las 15h, que llega en 40 minutos a su destino. Dato: sólo tengo 11 euros encima. Pregunto: "¿se puede pagar con tarjeta?". Respuesta: "Sí". Me voy a la cola.
  10. 14:35. Después de una cola apocalíptica (¿es que todo el mundo tiene que viajar?), llega por fin mi turno. Mientras me saca el billete le cuento por encima a la amable señora el día que llevo, más que nada para decirlo en voz alta y exorcizar la tensión. Y entonces: "uy, hija, no me acepta la tarjeta". ¿Por qué a mí?, pienso. Sacando fuerzas de flaqueza le digo que me deje ahí el billete, que voy al cajero que hay dentro de la estación y vuelvo enseguida.
  11. 14:40. En el cajero. Tarjeta retenida. Parece que las cosas se ponen feas. Y me desespero un poco. Lo intento pero ni rastro de la tarjeta.
  12. 14:42. Voy a atención al cliente, les explico mi triste historia, les enseño la cartilla con mi número de cuenta y mi D.N.I. No pueden hacer nada, me dicen. Les pregunto si saben dónde hay un cajero de mi banco cerca para poder sacar con la cartilla. Que vaya a la oficina de turismo de la estación, me dicen.
  13. 14:45. En la oficina me dicen que cerca-cerca no hay ninguna oficina de mi banco. Sólo necesito diez euros. Voy a la otra oficina de información o yo qué sé. Pregunto por el banco y ya puestos le pido diez euros al que me atiende. Me mira con cara rara, y eso que le he explicado la historia. Pero o no aprecia mi estilo narrativo, o no le gusta mi ropa, o no se fía de mí porque no llevo corbata. Y lo único que quiero es llegar a tiempo al trabajo, no a un after-hours, oiga.
  14. 14:47. Tengo ganas de tirarme al suelo y gritar un poco. Pero es lo que tiene ser tímida por fuera e histriónica por dentro, y me aguanto, intento mantener la compostura. Les pido los diez euros a los guardias de seguridad de la estación (ya total...), y me enseñan los bolsillos y sólo tienen cinco o seis en monedas.
  15. 14:50. Doy por perdido el tren de las 15h. Entonces uno de los guardias me dice que a cinco minutos hay un cajero de mi banco. Le doy las gracias como si me hubiese donado un riñón.
  16. 14:55. Otra vez en la ventanilla. Me cercioro de que sigue habiendo otro tren a las 15:30 (ya no me fío de mi memoria, tengo sed y hambre y veo un poco borroso). Aunque voy a llegar tarde, a estas alturas me parece un mal menor.
  17. 15:10. De vuelta del cajero (que sí existía y al que he ido y del que he vuelto corriendo) y otra vez en la cola, que ahora es más larga que antes, porque por lo visto todo el mundo quiere irse en el mismo tren.
  18. 15:25. Saco el billete. La misma despachadora de billetes de antes me dice: "Esta noche cuando llegues a tu casa no te lo vas a creer, ¿eh?" y "Toma el billete y corre, hija". Creo que le doy penita.
  19. 15:30. El tren sale y yo estoy en él. Calculo que si llego a la estación a las 16:10 y corro (otra vez), puedo estar en la clase a las 16:15, dentro de lo razonable. Llamo por teléfono para avisar, pero nadie descuelga. Me tranquiliza pensar que los viernes por la tarde no hay representantes de la autoridad por allí.
  20. 16:10. El tren llega a la estación y corro.
  21. 16:13. Suena el móvil. Cuelgo porque ya estoy casi en la puerta.
  22. 16:15. Entrada triunfal. Explico en versión ultracorta.
  23. 16:16. Entro en la clase. Me aplauden. Bebo agua. Y ahora, tres horas de clase. Pero esa es otra historia.
  24. 20:45. En el tren de vuelta, la chica que tengo enfrente se pone a llorar porque no tiene billete ni dinero y no se puede pagar con tarjeta. Le digo que no se preocupe, que puede pagar cuando llegue, o que yo le dejo el dinero. Pienso en un círculo y me río por dentro.
Canción de mi día de hoy: "Matinée", La buena vida.

viernes, mayo 06, 2005

¿?

Pongo cara de interrogación:
  • Una empresa alemana comercializa un oso de peluche de aspecto inofensivo. Pero lleva unos ropajes peculiares. Es la ropa de trabajo de un Papa. El oso se llama Rat...... Precio: 160 euros (para que todo católico fetichista lo pueda comprar sin problemas). Y van a sacar toda una colección con Papas anteriores. Me parece una idea inquietante y perversa.

  • En NY(que como sabemos, es una ciudad que nunca duerme, y el insomnio produce ideas delirantes a veces), una empresa se dedica a proporcionar juegos reales a quien lo pida (como en The Game); uno de los que tiene más demanda es el secuestro: parejas que piden ser secuestradas en su propia casa para ver si se soportan o si confían el uno en el otro, o gente que quiere adelgazar y sus captores son un grupo de dietistas... También convierten en una pesadilla o en un sueño de los buenos un día completo de la persona que tú elijas. Esta idea tiene posibilidades. Pero secuestrarme sé hacerlo yo sola. Y acompañada. Y gratis.

  • Ayer en el tren (lo mío con Renfe ya es una relación estable), el guardia de seguridad (Manolo, mi vida últimamente está llena de hombres que se llaman Paco y Manolo) me pregunta si me queda mucho para terminar el libro y que "qué gordo es" (el libro), y a partir de ahí me dio tiempo de: enterarme de muchas cosas que no sabía sobre seguridad y trenes, que me preguntara si tengo novio, decirle que sí, que me dijera que que mala suerte tiene, explicarle en qué trabajo, de dónde soy... 45 minutos de charla dan para bastante. Cuando me bajé del tren y se despidió de mí llamándome por mi nombre, no pude evitar preguntarme si llevaré un cartel en la frente que dice: "puedes hablarme que te voy a contestar". Curioso. Me gusta.
Canción de mi día de hoy: "Voy a aterrizar", Nosoträsh.

jueves, mayo 05, 2005

cinefilia (y otras cosas) sobre raíles

Extracto de una conversación entre opositoras (sector educación, por usar una palabra):
- Sí, la película ésa...
- ¿Cuál?
- Sí, esa de gladiadores, tía, la del pie.
- ¿¿Cuál??
- Ay, ¿cómo se llama? No me sale.
- ¿Troya?
- Eeeesa, Troya.

Chúpate ésa, Homero.

Canción de mi día de hoy: "Tú lo que tienes que hacer", Chico y Chica.

martes, mayo 03, 2005

puenteando

Telegrama. El puente en cinco puntos:
  • No he puesto un pie en la playa. Me conformo.
  • Estoy más cansada que el viernes antes de irnos. Normal.
  • El sábado por la noche pusieron en un bar "Campeón" de Ellos y la cantamos a dúo. Me gustó (mucho).
  • El domingo no nos hacía la misma gracia porque caímos en las garras de una resaca tamaño familia numerosa. Nunca más (se admiten apuestas).
  • Mi madre improvisa una sopa de verduras para su hija que no aprende y la novia de su hija que tampoco. Tiene dos resacosas por el precio de una. ¿Puede pedir algo más una madre? (También sabemos invitarla a cenar).
Canción de mi día de hoy: "Cientos de cosas", Nadadora.