una serie de catastróficas desdichas
El día de ayer y la palabra pesadilla son sinónimos. Pero no una pesadilla metafísica, no, sino una de ésas en las que andas y no avanzas, o se te caen los pantalones en medio de la calle, o quieres marcar un número de teléfono y te equivocas una y otra vez (mi favorita).
Antecedentes: Trabajo en una ciudad distinta a en la que vivo (que tampoco es la misma en la que nací), y estas dos ciudades están separadas por unos 100 kilómetros; como no tengo coche ni carnet de conducir (o al revés), soy prácticamente socia accionista de Renfe ( en los autobuses no puedo leer ni hacer casi nada porque me mareo, así de patético), y el uso no me ha hecho aborrecer los trenes.
Más antecedentes: Estos días empiezo a trabajar a las 16h.
Acción:
Antecedentes: Trabajo en una ciudad distinta a en la que vivo (que tampoco es la misma en la que nací), y estas dos ciudades están separadas por unos 100 kilómetros; como no tengo coche ni carnet de conducir (o al revés), soy prácticamente socia accionista de Renfe ( en los autobuses no puedo leer ni hacer casi nada porque me mareo, así de patético), y el uso no me ha hecho aborrecer los trenes.
Más antecedentes: Estos días empiezo a trabajar a las 16h.
Acción:
- 12:45. Bajo a coger el autobús que me deja en la estación. Me doy cuenta de que el tráfico está más congestionado de lo normal a esa hora.
- 13:00. No pasa el autobús. Todavía estoy en una franja más o menos segura pero me intranquilizo y pienso en coger un taxi. Pero no pasa ninguno libre.
- 13:10. Por fin llega. Me da tiempo. El tren sale a las 13:25. Voy a sudar un poco pero nada más.
- 13:15. El tráfico, infernal. Cuando giramos y veo el embotellamiento me doy cuenta de que por primera vez voy a perder un tren. La gente empieza a caerme mal.
- 13:22. Asumo que no voy a coger ningun tren y me bajo del autobús. Solución alternativa, pienso: "Cojo el autobús de las dos". Hago transbordo para la estación de autobuses.
- 13:40. Ventanilla: - "Un billete para el de las dos". - "El de las dos ya no existe, es a las tres". -"¿Y a qué hora llega?". - "A las cinco".
- 13:50. Otra vez en la parada. Pienso (ya con la moral un poco tocada, para qué negarlo, pero todavía con recursos). Solución: Voy a la estación de tren y seguro que hay algún otro tren más rápido (y caro) que el que uso.
- 14:20. Tras otra ración de tráfico infernal y contaminación acústica llego a la estación.
- 14:25. Pregunto en información. Hay trenes, sí. Hay uno a las 15h, que llega en 40 minutos a su destino. Dato: sólo tengo 11 euros encima. Pregunto: "¿se puede pagar con tarjeta?". Respuesta: "Sí". Me voy a la cola.
- 14:35. Después de una cola apocalíptica (¿es que todo el mundo tiene que viajar?), llega por fin mi turno. Mientras me saca el billete le cuento por encima a la amable señora el día que llevo, más que nada para decirlo en voz alta y exorcizar la tensión. Y entonces: "uy, hija, no me acepta la tarjeta". ¿Por qué a mí?, pienso. Sacando fuerzas de flaqueza le digo que me deje ahí el billete, que voy al cajero que hay dentro de la estación y vuelvo enseguida.
- 14:40. En el cajero. Tarjeta retenida. Parece que las cosas se ponen feas. Y me desespero un poco. Lo intento pero ni rastro de la tarjeta.
- 14:42. Voy a atención al cliente, les explico mi triste historia, les enseño la cartilla con mi número de cuenta y mi D.N.I. No pueden hacer nada, me dicen. Les pregunto si saben dónde hay un cajero de mi banco cerca para poder sacar con la cartilla. Que vaya a la oficina de turismo de la estación, me dicen.
- 14:45. En la oficina me dicen que cerca-cerca no hay ninguna oficina de mi banco. Sólo necesito diez euros. Voy a la otra oficina de información o yo qué sé. Pregunto por el banco y ya puestos le pido diez euros al que me atiende. Me mira con cara rara, y eso que le he explicado la historia. Pero o no aprecia mi estilo narrativo, o no le gusta mi ropa, o no se fía de mí porque no llevo corbata. Y lo único que quiero es llegar a tiempo al trabajo, no a un after-hours, oiga.
- 14:47. Tengo ganas de tirarme al suelo y gritar un poco. Pero es lo que tiene ser tímida por fuera e histriónica por dentro, y me aguanto, intento mantener la compostura. Les pido los diez euros a los guardias de seguridad de la estación (ya total...), y me enseñan los bolsillos y sólo tienen cinco o seis en monedas.
- 14:50. Doy por perdido el tren de las 15h. Entonces uno de los guardias me dice que a cinco minutos hay un cajero de mi banco. Le doy las gracias como si me hubiese donado un riñón.
- 14:55. Otra vez en la ventanilla. Me cercioro de que sigue habiendo otro tren a las 15:30 (ya no me fío de mi memoria, tengo sed y hambre y veo un poco borroso). Aunque voy a llegar tarde, a estas alturas me parece un mal menor.
- 15:10. De vuelta del cajero (que sí existía y al que he ido y del que he vuelto corriendo) y otra vez en la cola, que ahora es más larga que antes, porque por lo visto todo el mundo quiere irse en el mismo tren.
- 15:25. Saco el billete. La misma despachadora de billetes de antes me dice: "Esta noche cuando llegues a tu casa no te lo vas a creer, ¿eh?" y "Toma el billete y corre, hija". Creo que le doy penita.
- 15:30. El tren sale y yo estoy en él. Calculo que si llego a la estación a las 16:10 y corro (otra vez), puedo estar en la clase a las 16:15, dentro de lo razonable. Llamo por teléfono para avisar, pero nadie descuelga. Me tranquiliza pensar que los viernes por la tarde no hay representantes de la autoridad por allí.
- 16:10. El tren llega a la estación y corro.
- 16:13. Suena el móvil. Cuelgo porque ya estoy casi en la puerta.
- 16:15. Entrada triunfal. Explico en versión ultracorta.
- 16:16. Entro en la clase. Me aplauden. Bebo agua. Y ahora, tres horas de clase. Pero esa es otra historia.
- 20:45. En el tren de vuelta, la chica que tengo enfrente se pone a llorar porque no tiene billete ni dinero y no se puede pagar con tarjeta. Le digo que no se preocupe, que puede pagar cuando llegue, o que yo le dejo el dinero. Pienso en un círculo y me río por dentro.
Canción de mi día de hoy: "Matinée", La buena vida.
2 Comments:
.
08 mayo, 2005 21:11
Gracias por usar esa palabra ("cinematográfica"). Peliculera que soy ;)
( . )
09 mayo, 2005 21:58
Publicar un comentario