Hoy pensaba escribir sobre que me he vestido con un modelo llamado "comonopuedovenirenpijamayconlamantaporencimamepongoesto", y sobre la proximidad obligatoria con otros seres humanos en el autobús y la forma que tenemos de esquivar los cuerpos de los otros...
... pero, está visto que las historias de trenes se apoderan de mi vida. Lo de hoy:
12:30, bajo las escaleras casi alegremente porque se avecina un día corto y eficaz, y porque estoy orgullosa de no haberme entretenido y me creo a salvo del conocido estrés "pasan todas las líneas autobús menos la mía, ¿espero dos minutos más o cojo un taxi?, ¿por qué no habré bajado diez minutos antes?"
12:35, el autobús va lleno y me apodero de mis diez centímetros. Tarareo "Amor hortera" y "Voy a aterrizar" y consigo diez centímetros extra a mi alrededor.
12:45, llego a la estación. Soy una heroína. Cuarenta minutos hasta que salga el tren. Miro los escaparates. Entro en libros y revistas y miro las portadas de todas las revistas del corazón.
13:00, me uno al grupo humano que mira hacia arriba esperando que los paneles indiquen la vía. Pasan los minutos. A pesar de que llevo los auriculares y tarareo, una señora me escoge como interlocutora para hablar de lo que tardan siempre en anunciar los trenes con destino Villa Chinchilla y lo maligna que es Renfe. Sonrío, le doy la razón y pienso: "si yo te contara..."
13:10, vía diez. Bien, bien. Todavía me quedan quince minutos para estar leyendo en el ambiente de incubadora del tren hasta que salga. Y eso hago, leo en el ambiente de incubadora del tren.
13:25, y el tren sale. Y todo es normal. Y pienso en que a las 18:30 estaré en un tren igual pero de vuelta.
13:55, frenazo espectacular. La señora de antes estaba de pie y casi sale volando. Y yo pienso: "ay". Estamos parados en un puente metálico y oxidado sobre un río.
13:56, el maquinista sale de la cabina, abre las puertas y baja del tren. Y yo estoy en primera línea de la información porque siempre (casi) voy en el vagón de cabeza.
13:58, veredicto: avería. Se ha roto la tubería de no se qué que tiene que ver con los frenos.
14:00, solución: un tren vendrá a remolcarnos. Se oyen en el vagón frases de ánimo para Renfe. Algunos ingenuos o novatos llaman por teléfono a jefes y similares y dicen que estarán en Villa Chinchilla a las 15:30. Pero yo no. Yo ni llamo, ni creo que vayamos a estar a las 15:30. Se abre paso en mi mente -cada vez más despejada por la brusca desaparición de la calefacción- la idea de dar la vuelta en cuanto pueda y no aparecer hoy por el trabajo.
15:10, dignamente remolcados, llegamos al pueblo (que estaba a diez minutos del puente). Los autobuses y taxis que deberían estar esperando a los damnificados, no están. Algunos todavía se sorprenden. Y allí fuera de la estación, con la gente desorientada, me acuerdo de Perdidos.
15:11, en la ventanilla explico que quiero volver por donde he venido, y pregunto si me van a poner un autobús, o un taxi, o algo (más que nada para divertirme). Me dicen que no. Pero... "mira, ese cercanías va de vuelta, ¡corre!" Y corrí. Bajé y subí las escaleras. Y ya estaba en el ceranías.
15:15, ironías ferroviarias, por culpa de nuestro tren accidentado, el cercanías va con retraso. Mientras sale no, tengo una charla con el interventor que pretende que pague cuatro euros por volver a de donde nunca debí salir. Le explico. Le vuelvo a explicar. Y no pago. Y me siento a esperar.
15:25, el cercanías sale con sólo veinticinco minutos de retraso.
16:00, llego a la estación. Sección "atención al cliente". Enseguida me anulan el viaje gastado del bonotren. Y me voy bastante contenta. Mi madre dice que tengo buen conformar. Será verdad.
16:30, en casa cuatro horas después de haber salido, haber recorrido unos pocos kilómetros, no haber dado señales de vida en el trabajo, y haberme asombrado de lo bien que me lo he tomado todo (en realidad no me he asombrado tanto).
(A las 16:10 los viajeros transbordados todavia no habían llegado a su destino chinchillil. Pobres)
(No he tenido noticias del trabajo, supongo que mi estrategia para conseguir que me dejen en paz está dando resultado. Supongo.)
Canción de mi día de hoy: "Voy a aterrizar", Nosoträsh.