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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

lunes, agosto 01, 2005

contempopranea 2005 a mi manera

Allá voy:
Llegamos a la estación de autobuses el jueves por la mañana y ya había gente esperando con pinta de ir al mismo sitio que nosotras (la imagen, esa gran amiga creadora de estereotipos, sí). Y cruzamos las miradas y pensamos: "esas también van". Tres horas y media y llegamos a Badajoz. Teníamos que esperar desde las 14:30 hasta las 18:00. Las posibilidades no son muchas cuando vas cargada, así que nos sentamos en un bar (¿qué haríamos sin bares donde sentarnos?) y luego nos tumbamos en el césped (o similar). Sentarse y tumbarse son dos actividades que tienen bastante éxito. A las 18:00 salimos hacia Alburquerque ya con el autobús casi lleno de gente que iba al festival. 18:45, llegada al pueblo, unos instantes de: "¿dónde vamos?" y comenzó la caminata hasta la zona de acampada. Llegamos, cambiamos la entrada por la pulsera (signo de unificación festivalera mundialmente aceptado), y escogimos sitio para poner la casita.Todavía era fácil porque había poca gente. Un vecino vino a socorrernos porque nos vio un poco liadas con el mecanismo casetil. Es lo que pasa cuando estrenas tienda. Este vecino aparecerá más veces en el fin de semana (es otra regla no escrita de los festivales: no importa que estés en un mar de 25.000 personas, te encontrarás siempre con las mismas) y nos dará grandes momentos de entretenimiento. Una vez con la tienda montada y amueblada, bajamos al pueblo a explorar.
El pueblo nos gustó desde el principio. A pesar de las cuestas. Es lo que tienen los pueblos no llanos, que tienen cuestas. A lo largo del fin de semana, las cuestas serían nombradas a menudo, a veces con cariño, y otras con menos. Aunque para fortalecer algunos músculos son inmejorables.
Estábamos en el pueblo. Nos sentamos en uno de los bares de la plaza. Un momento ideal: escuchar "Dando vueltas" por los altavoces, mientras te tomas algo. Con qué poco nos conformamos (o mucho). Allí estuvimos sentadas, haciéndonos cada minuto que pasaba más fans del pueblo, de la gente del pueblo, de la plaza del pueblo, de la gente que se sentaba y se notaba que se hacían cada minuto que pasaba más fans del pueblo...
Empezó el concierto en el escenario que tenían allí montado, y cuando nos cansamos, decidimos (con bastante clarividencia), irnos a la cama (es un decir) en previsión de lo que se avecinaba. Llegamos a la zona de acampada (nota: cuando vas a un festival, los kilómetros que andas se empiezan a acumular con una facilidad pasmosa, pero de eso te das cuenta cuando vuelves a tu casa). Nos acostamos y... pasamos la noche de frío más espectacular de nuestra historia (el contraste térmico sería una constante del fin de semana)... ya lo sabemos para el año que viene. El resto, lo típico: gente que llega gritando a las 6 de la mañana, otra gente que les grita para que se callen... (Mención especial para los del mesón de enfrente de la zona de acampada, que encontraron muy divertido poner bakalao a partir de las 6 más o menos todos los días. También les doy las gracias por haberme enseñado que hay regetónbakala y haberme despertado el sábado a ese ritmo tan ideal. G. tuvo la suerte de seguir dormida y despertarse con la versión ídem de la banda sonora de Platoon. No tiene límite el mal gusto, no.)

El viernes empezamos con otro clásico: la ducha fría (sin utilidad terapeútica alguna). Inmejorable para espabilarte. Conmovedor cuando el agua sale medio grado menos fría y te haces la ilusión de que está templada
A las 10:30 ya estábamos deambulando por el pueblo. Desayunamos y nos fuimos a ver el castillo (todo en subida) y el barrio medieval. Merece la pena. En el colmo de la cosa cultural entramos en la iglesia de Santa María del Mercado. Un hombrecillo muy peculiar que estaba en la puerta nos siguió dentro y nos preguntó si queríamos que nos explicara las cosas que se explican en una iglesia. Amablemente le dijimos que sí. G. le preguntaba cosas usando palabras como "ábside" y otras, y yo me imaginaba a cuánta gente le habría explicado ese hombre lo mismo que a nosotras. Y me salía un número bajo. Como yo también quería participar le pregunté si Santa María del Mercado era la patrona del pueblo. La respuesta correcta es: La virgen de Carrión. Y no sé por qué, me sentí un poco decepcionada.
Cuando acabamos las excursiones volvimos a la plaza del pueblo y nos instalamos en uno de nuestros dos bares favoritos (tenemos gran facilidad para hacer listas de favoritos). Más tarde decidimos volver a la casa de plástico para ponernos un poco en horizontal. Y volvimos, la horizontalidad duró lo justo para descansar (poco), y poseídas por el espíritu musical, volvimos al pueblo otra vez, y al bar otra vez. Llegamos un poco tarde a ver a Norton, que tocaban los primeros (los conciertos empezaban a las 21:00. Punto extra a la puntualidad). Son portugueses y no puedo decir nada malo de ellos, sonaban bien.
Después, Nadadora, a los que tenía muchas ganas de ver (y oír). Resultado 1: me encantaron (y a G. también, que no los conocía). Sonaron muy bien, y ya tienen fans. Resultado 2: en cinco minutos me hice superpartidaria de la cantante. Resultado 3: en diez minutos me hice superpartidaria entusiasta de las cantantes que cantan con ésto. Es lo que tengo, gran capacidad para el entusiasmo.
Tras el entusiasmo, la decepción (y lo que me duele tener que decirlo), Vacaciones. Y eso que hablo desde la subjetividad, pues ni así. No sé, fue un concierto de esos que te quedas al final decepcionada a tu pesar y no sabes muy bien por qué. Es lo que pasa cuando no se cumplen las expectativas. Pero yo los quiero igual.
Como después tocaban The Sunday Drivers, aprovechamos para bajar al bar a tomar algo y volver antes de que acabara para poder opinar. Vimos la mitad del concierto y estuvo bien. Tenían seguidores. Lo que puedo decir: suenan muy bien (frase que utilizaría un crítico musical: "sonido compacto y sin fisuras"... ¿Por qué apenas hay críticas musicales?. Female critics, digo), un par de canciones me gustaron, pero son de estos grupos que no me dicen nada.
Fangoria, espectacular. Te pueden gustar más o menos, pero... una apisonadora. Y cómo se nota la experiencia, y no la rutina. Y para quitarles la razón a los que dicen que Alaska no canta. Y con guitarras. Si estás en este concierto y no eres fan, te haces. Si no estás muerto, claro.
Maga estuvieron muy bien, pero como no los había escuchado mucho... Tenían fans de los que se saben todas las letras y las cantan como si les fuera la vida en ello (como hacemos todos, sí). Son deberes para escuchar.
Después les tocó a Australian Blonde, vimos la mitad más o menos y nos fuimos a la colchoneta. Yo los he visto tres veces que recuerde y no me remuerde la conciencia haberme retirado. Me gusta más Fran en La Costa Brava. Aunque a AB les tengo cariño de la época de sus primeros discos.
Con esta huida provocada por el cansancio y porque al día siguiente no nos podíamos perder nada, dejamos atrás a Lori Meyers que tocaban los últimos, un poco porque seguro que vamos a tener oportunidad de verlos, y otro poco porque no me entusiasman.


El sábado el mismo ritual de bakalao infernal y de no dormir apenas. Ducha fría y blablá. Al pueblo. Y al bar. Pasamos la mañana divagando y después de comer volvimos a la tienda a ver si podíamos dormir un poco. Hacía un calor infernal, así que intentamos varias modalidades: con las piernas fuera de la tienda, con las toallas y los cuerpos fuera de la tienda... Todos los esfuerzos infructuosos. Yo conseguí dormitar diez minutos, pero G. no, y es lo que tiene la solidaridad... Que decidimos bajar otra vez. A estas alturas estábamos en el bar como en nuestra casa. Antes, hicimos una parada en una escalera sombría (de sombra), y nos quedamos viendo a la gente pasar y bebiendo agua...
A las 20:15 ya estábamos en el recinto conciertil. Es este momento en el que te entretienes mirando en los puestos y se apodera de tí el consumismo alternativo. El momento en el que te enteras de que en septiembre Coco Rosie sacan disco nuevo, y que es "aquí va el gesto de ponerse la mano con los dedos agrupados en los labios y abrirla después". El momento en el que la cantante de Vacaciones está parada delante del puesto de su propio disco y se da cuenta de la redundancia y dice: "¡qué vergüenza!", y se ríe. El momento en el que estamos paradas mirando nomeacuerdoqué y los que están al otro lado hablan de cine y uno dice: "tengo una", y lee de una tarjeta: "¿qué actor del Hollywood clásico se ganó la vida como acróbata durante su adolescencia y juventud?", y una dice: "Errol Flynn", y le digo a G. en voz baja: "yo la sé", y G. le dice a una de ellas: "Eh, ella la sabe", y me agarra por la camiseta, para que no quede duda de que soy yo. Y la del puesto dice en voz más alta: "¡Eh, ella la sabe!". Y me miran todos y esperan la respuesta. Y yo digo: "Es Burt Lancaster". Y el de la tarjeta la mira y da el visto bueno.Y uno dice: "sí, yo me lo imaginaba por pelis como esa de Robin Hood", y le digo: "esa es El halcón y la flecha", y G. dice: "es una máquina, sabe un montón de cine" y se queda tan tranquila, y entonces yo me voy hacia un lado para no morirme de vergüenza y seguir con mi vida normal. Aunque en el fondo y en la superficie me guste que presuma. Eso me pasa porque me pierde el entusiasmo.

Y empiezan los conciertos. Los primeros, Garzón, a los que tenía muchas ganas de ver desde que escuché "Frontón". Leyendo el librito del festival me entero de que ella es una ex-Nosoträsh. Estuvieron muy bien. Mirando en la bola de cristal les auguro un buen futuro.
Después, Bombones, que sustituían a Nosoträsh, y tuvieron el detalle de dedicarles una canción, y a los que no conocíamos de nada, hasta que... mirando el librito (un clásico, la de veces que se mira el librito del festival), me fijo en la foto y:
- Oye, ¿este no es el de Latimore? Es que es.
- Sí es, jajajajja, qué fuerte.
- A mí me pega que toque la guitarra.
Al final toca la batería. Y nos encantó. Y la próxima vez que vayamos a la tienda se lo diremos y le compraremos el disco. Se nota cuando un concierto gusta. Y este gustó. A mí me sorprendió.
Luego, Panorama, que ejemplifica lo que me pasa cuando no has oído nada de un grupo antes de un concierto, la sensación que tengo ahora es que estuvieron bien y alguna canción me llamó la atención, pero no me acuerdo de nada en particular. Deberes.
Lo siguiente, Cooper, que teníamos pensado pasar, pero al final volvimos (del bar, sí) antes y nos dio tiempo de ver un buen rato. Y nada, que no me dicen nada. Ya los habia visto en el Fib y lo mismo. Sonar sonaba muy bien. Y fans, muchos. Aquí fue donde nos encontramos con Alfonso, nuestro vecino. Estuvimos charlando de muchas cosas, porque Alfonso es una de esas personas que saltan con facilidad de un tema a otro sin transición y con soltura. Temas: festivales, música, electrónica, La Habitación Roja o por qué a nosotras no nos gustan nada ya él sí, el Plan Hidrológico y el ahorro de agua, Esperanza Aguirre o la cólera de dios, Ferrán Adriá y Sergi Arola ( Alfonso está a favor de Adriá y en contra de Arola), nuestras respectivas profesiones y estudios (Alfonso es cocinero y tiene una prima que es enfermera), por qué no hay apenas mujeres chef, salir por Madrid, idiosincrasia de los habitantes de las distintas comunidades autónomas del país, internet, piratería y por qué creemos que en realidad la música no está en peligro, lo bien que está conocer gente en los festivales... Hasta aquí que iba a empezar el concierto de La Habitación Roja y se fue para delante como fan que es. Pero nos preguntó por dónde íbamos a estar por si nos buscaba luego.
Y bueno, nos quedamos a escuchar a La Habitación Roja porque me quedaba la duda. Los ví (Fib) una vez y no me gustaron nada. Pero como no me sale ser despiadada, pensé: ¿y si he vivido todo este tiempo pensando que no los soporto y luego resulta que me gustan y hoy dejo pasar la oportunidad de confirmar o cambiar de opinión? Y ahí estuvimos. Y ya lo puedo decir: ni me gustaban, ni me gustan, ni me gustarán, es más, no los soporto. El concierto: desganado. Si hubiera sido fan, me habrían decepcionado.
Mercromina, y Alfonso cumple su palabra y nos busca y nos encuentra y se queda todo el concierto con nosotras. Este era un concierto sentimental, porque se despedían (para siempre), porque me traen muchos buenos recuerdos, porque tocaron seguidas "Pájaros" y "En un mundo tan pequeño" que son mis favoritas y no me lo esperaba. En fin... Y llegó el momento...
Astrud, y aquí menos objetividad que nunca, ¿cómo voy a ser objetiva con un grupo del que me sé todas las canciones? Tocaron todas las que tenían que tocar (que fueron: "Tres años harto", "La culpa", "Me afecta", "La boda", "Esto debería acabarse aquí", "Miedo a la muerte estilo Imperio", "Mírame a los ojos", "Todo nos parece una mierda", "Caridad", "Cd", "Al futuro", "He vuelto", "Quedamos así", "Todo da lo mismo", "Me desdigo", "Hay un hombre en España" y creo que no se me olvida ninguna), y es lo que tenemos los fans, que: queremos que lo toquen todo, cantamos las canciones como si nos fuera la vida en ello, no nos explicamos que no les gusten a todo el mundo, aunque por otra parte nos alegre infinito, aunque por otra parte nos de rabia la gente que sólo se sabe el corto estribillo de "Todo nos parece una mierda", aunque por otra parte pienses: "mejor así", y no nos explicamos cómo a algunos les pueden parecer patéticos o pasados si nosotros lo vemos tan claro, aunque por otra parte pienses: "mejor así".
Y fin, en ese estado de elevacion espiritual y hechapolvismo corporal nos volvimos a pasar nuestras últimas horas en el cámping. Tocaban La Granja, pero ni nos planteamos quedarnos.


Domingo a las 9:15 horas. Me incorporo con dificultad y recogemos las cosas con más dificultad aún. A las 11:00 autobús para Badajoz (mención especial para autobuses Aníbal y su ausencia de aire acondicionado). En Badajoz sólo tuvimos que esperar una hora para volver. A las 17:15 abríamos la puerta de casa,comprobamos que no había bajas animales ni vegetales, nos duchamos (increíble, agua caliente), comimos, intentamos ver la tele un poco, avisamos a nuestras madres (cada una a la suya) de que habíamos vuelto, G. se va a la cama "a dormir un poco la siesta", me quedo en el sofá, 19:20 voy a la cama y digo: "me quedo contigo hasta que te duermas" y nos atrapó el sueño y no se supo de nosotras hasta esta mañana. Es lo que tiene dormir nueve horas en tres noches (con sus días).

Las frases: "Jo tía, cuéntaselo, ¡ayer conocimos a dos gays!" (nunca debieron salir de Zamora).
"Ferrán Adriá es un sex-symbol de la cocina".
"Nunca es demasiada música".
"Canta como una cabra" (yo misma refiriéndome al cantante de LHR).
"El pueblo está a diez minutos" (ja).
"Cállate, Doña Rogelia" (improperios en la madrugada cuando no te dejan dormir).

Lo mejor: los conciertos, la voz con musiquilla que anunciaba a los grupos, la gente del pueblo, nada de abuso en precios (no como en otros sitios), los bares Macareno (de hombres, siempre con toros en la tele) y La ermita (una ermita de verdad por dentro, con el altar y todo al fondo), el ambiente en general y alguna gente en particular, lo que relaja un solo escenario, no discutir ni una sola vez, la sensación de clarividencia y de que todo está en orden cuando estás escuchando algo que te gusta mucho, las ideas que se me han ocurrido...

Lo peor: la pose y tontería de alguna gente, algunas incomodidades inevitables, los factores del clima (ajenos a la responsabilidad de la organización). Poca cosa.

Quien haya llegado hasta aquí (que ya es... y seguro que me dejo cosas en la memoria) que levante la mano y le mando un regalito musical en cuanto pueda. Si no levantáis la mano, pues nada.

Canción de mi día de hoy: Una que tengo en la cabeza.

5 Comments:

Blogger siquis said...

jajaj, levanto la mano que me lo he leído todo todo ; )

Mi experiencia festivalera se reduce a un día en el Sonorama (tb tocaron Fangoria, LHR, Cooper y Astrud) así que sí, yo también estaba casi en los muñones ; )

01 agosto, 2005 16:23

 
Anonymous Anónimo said...

Jeje, que lista, como sabe que tengo muñones y no puedo levantar la mano...

Luego escribo algo mas elaborado, no te preocupes, lo estoy asimilando toditotodo.

01 agosto, 2005 17:50

 
Anonymous Anónimo said...

Vale, ya se me ha pasado el shock de no haber estado en un lugar en el que coincidian Fangoria, Maga, Autralian, Lori Meyers, Astrud y la Habitacion Roja. Estuve barajando seriamente la idea de pillar un tren y fugarme de casa, porque misteriosamente hay una linea que une un pueblito de Huesca que me queda a diez minutos con Albuquerque (increible). Ya veo que disfrutaste, y de paso yo también leyéndote. El año que viene estoy ahi de cabeza, ya he convencido a tres amigas. Mmm, y el meeting pop tampoco se me escapa. Para una vez que tengo a Astrud cerca, y estoy en Italia...cachis...

02 agosto, 2005 00:04

 
Blogger nadadora said...

siquis: ya confiaba yo en tu capacidad lectora ;) Al Sonorama estuve a punto de ir un año, últimamente prefiero los festivales pequeños a los masificados y carísimos (no doy nombres). Y cada vez hay más, por suerte.

marca: lo de las líneas de trenes misteriosas nunca dejará de sorprenderme. Un día me cuentas en cinco palabras (o en tres)algo bueno de LHR ;P

03 agosto, 2005 10:53

 
Anonymous Anónimo said...

LHR tiene unas letras increibles, pero ya hablaremos. Mira el mail. :D

03 agosto, 2005 12:18

 

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