el paso de los trenes
Estaba ayer sentada en la semioscuridad, mirando (con mi cara de prestar atención) la pantalla donde se proyectaban las imágenes que acompañaban la música de este hombre. Nada más empezar, unos fogonazos de luz blanca y pensé: es un tren. Los trenes no me son ajenos, supongo que por eso los reconozco antes de verlos. Y como en una coreografía perfecta de acontecimientos, sentí la vibración del móvil y en medio de la blanca perfección de la pantalla, el número del hormiguero.
Y ahí me quedé, mientras las imágenes avanzaban y lo que era un fogonazo se convertía primero en un tren y luego en un andén y unos viajeros.
Y ahí me quedé, mientras las imágenes avanzaban y lo que era un fogonazo se convertía primero en un tren y luego en un andén y unos viajeros.
5 Comments:
¿Y en un viaje hacia algún lugar?
Uf, el hormiguero, qué emoción. No sé si seré capaz de esperar el desenlace...
01 junio, 2007 12:24
¿Se puede prestar atención sin poner cara de prestar atención? Es una pregunta que lanzo, sin más.
Y uy, el hormiguero. Je.
01 junio, 2007 13:22
Y yo enganchada al Sim City 4 y sintiendome un poco diosa, con sus estaciones de tren virtuales y sus pequeños sims paseando por la ciudad...
Uy, el hormiguero!(2)
01 junio, 2007 21:50
Ay, qué feliz se vive en Matrix.
Lástima que tengan que venir las máquinas a darnos bien por detrás.
04 junio, 2007 00:45
lanueva: en un viaje también, lo que no sé es hacia dónde.
El hormiguero, no cogí el teléfono.
mrs. sarmiento: claro que se puede, es la que cara que se pone cuando estás prestando atención pero no quieres que se note.
sunny: qué fácil es engancharse a eso de manejar a tus criaturas virtuales.
petrarca: no distingo muy bien la diferencia entre Matrix y lo otro.
De máquinas por detrás no he notado nada todavía.
04 junio, 2007 13:41
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