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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

miércoles, junio 27, 2007

un par de asuntos

Me encanta ese momento en el que sé, con una certeza más allá de toda duda, que me voy a enganchar a algo. Y me acompaña el bono extra de tener esta personalidad tan propensa al enganchamiento y tan poco propensa a atormentarme. Sirva esto para que quede claro que yo sólo me engancho a cosas que me producen satisfacción, no martirio. Téngase en cuenta la subjetividad.
Y el penúltimo hallazgo ha sido éste: Picross. Vivo en un mundo de cuadraditos.
Y en la otra cara de la moneda: Anatomía de Grey, que es una serie que me he resistido a ver en versión original y a descargarla, así que me estoy indignando gradualmente pero con la inexorabilidad de una bola de nieve bajando por una pendiente de cuarenta y cinco grados. Lo único que me queda desear es que la doctora Torres monte en cólera y reparta mandobles a esa panda de sietemesinos, y que los guionistas recuperen la cordura y le devuelvan la dignidad a Cristina pero rápido.
Después de haberles dado a todos su merecido, la doctora Torres y Addison deberían establecerse en otro hospital, pero no en ese centro de salud medio jipi que se han sacado de la manga, que esa es otra. Médicos, bermudas, batidos de frutas y patinadoras por el paseo marítimo, no le veo futuro. Vale que en Los vigilantes de la playa se veían procedimientos médicos de vez en cuando, pero no es lo mismo. Cuánto hay que sufrir.

14 Comments:

Blogger Mrs. Sarmiento said...

Qué importante es en esto (como en casi todo, también es verdad), la subjetividad. Juas. Que hay cositas productoras de satisfacción que serían confundibles con otras de martirio, y no. Diferenciemos. Muy bien.
Y ya sabes que es que yo ni con Grey ni con su anatomía, ni con sus comisuras surcadas por arrugas ni con sus ojos llorosos. Que no puedo, que no. Trasládalo al resto de la serie. Puaj.

27 junio, 2007 14:06

 
Anonymous Anónimo said...

¡Ays cómo te entiendo! Yo también tengo una personalidad adictiva. Por eso hay cosas que con buen razonamiento he preferido no probar, no vaya a ser que me gusten.
Una vez dicho esto, comprenderás que no tendré más remedio que probar el Picross, y que fijo que esta noche soñaré con cuadraditos.
Un día tengo que hacer una lista de las cosas a las que he estado enganchada alguna vez (las que recuerde, claro)
Anatomía de Grey no he conseguido que me guste y el caso es que tampoco sé explicar por qué. Aunque igual si trasladaran allí a la pediatra Fernández ahora que la han cesado en el Central me lo tragaría enterito sin rechistar. Débil de carácter que es una.

27 junio, 2007 15:36

 
Blogger El Malvado Ming said...

Yo no he tenido tanta paciencia.
Shonda Rimes merece castigos corporales. Horrible final.

28 junio, 2007 16:20

 
Blogger nadadora said...

mrs. sarmiento: claro, es depende del sujeto que recibe martirio o satisfacción. Hay cosas que me hacen levitar que para otros serían motivo de denuncia a Amnistía Internacional.
Lo sé, sé lo tuyo con Grey, y mira, eso que te estás ahorrando.

ohnenick: eso lo entiendo, yo combino la tendencia al enganchamiento con cierta impulsividad. Nada grave.
¿Confesarás si alguna vez te pasas de tiempo? El nivel fácil no cuenta.
De la pediatra Fernández y la serie en que se halla no digo nada que hace tres semanas que no la veo. Con lo que hemos sido HC y yo, pero esta temporada no tiene nombre.

manga ranglán: lo que pasa es que Shonda es una creadora de segunda. Sin haber visto el último capítulo lo digo, pero como si lo hubiera.

28 junio, 2007 18:20

 
Anonymous Anónimo said...

Confesaré. Aunque al final pude resistirme y ponerme a estudiar. Creo más adicciones de las que ya tengo no son compatibles con la oposición.
Je. Pues justo el capítulo de hace 3 semanas fue el que más me gustó de esta temporada. El siguiente fue uno de los más flojos y el de ayer, bueno, tuvo sus momentos. Lo que me tiene alucinada son los espoilers de la temporada 14, menudo culebrón.
Yo es que soy muy preguntona, como ya vas viendo: ¿cuál fue el motivo de tu crisis con HC? Lo digo porque la gente que conozco que era fiel la sigue viendo, aunque despotriquemos. ¿Algún otro trauma tuyo?

28 junio, 2007 18:41

 
Blogger nadadora said...

Pudiste resistirte (asombro). Por eso yo no oposito.
El de ayer lo vi porque salía una conocida, y sigo pensando que ha perdido el rumbo. Me encantan los culebrones, pero que lo justifiquen un poco, que ya eso parece una franquicia del desastre. Y hay personajes que están más que agotados (Fernández entre ellos).
Pregunta, pregunta, que a mí me gusta contestar.Jojojo, ¿algún otro trauma tuyo? ¿Pero qué imagen estoy dando?
Lo que me está alejando de HC es esa manía de hacer que los personajes se comporten como gilipollas para justificar algunas tramas ( la más sangrante, la actitud de Vilches durante el tiempo previo a la marcha de Cruz), demasiado simplista. Del estilo de lo que vi ayer con Carlos (borracho en la silla de ruedas, por favor).
Y te lo dice una que lo ve desde el capítulo uno.

28 junio, 2007 18:48

 
Anonymous Anónimo said...

Je. Es que los traumas dan mucho juego. Y los compulsivos estamos muy predipuestos a ellos, ¿no te parece?

Discrepo, discrepo en muchas cosas. Y te lo dice una que también.

28 junio, 2007 19:00

 
Blogger nadadora said...

Los compulsivos estamos predispuestos a muchas cosas, y no predispuestos a la moderación.
¿Te argumento un discurso (y he sido breve) totalmente articulado y me dices "discrepo"? Rebátelo o algo, que tengo curiosidad por ver cómo.

28 junio, 2007 19:05

 
Blogger Mrs. Sarmiento said...

Me too. Y es que yo también abandoné HC, ya lo sabe nada. Los guionistas esnifan la tinta de la impresora, o los tóners o algo. Hombrepordiós.
(La pediatra Fernández... la pediatra Fernández... ¿es Maca? Qué cabeza madre mía).

28 junio, 2007 19:18

 
Anonymous Anónimo said...

Ays, es que me daba cosa discursearte aquí. Pero si me incitas...
A ver, los culebrones de por sí suelen estar poco justificados, o tener justificaciones bastante peregrinas, otra cosa es si enganchan lo bastante para suscitar en el espectador la capacidad de perdonar esa falta de verosimilitud. Y además está el hecho de que cuando una serie lleva ya una andadura tan larga como HC, las extravagancias argumentales se van acumulando y acaban siendo "una franquicia del desastre" como tú dices (me ha encantado la frase, por cierto).
Respecto a que los personajes se comporten como gilipollas... asumo que tú no, por supuesto, pero yo a veces soy bastante gilipollas.
La actitud de Vilches-Cruz que comentas me pareció de hecho de lo más creíble y consecuente con los personajes en ese momento, aunque quizás sobraron motivos dramáticos. En el blog de uno de los guionistas hay una explicación bastante lógica de los vaivenes que tuvo el tema, que aclara muchas cosas.
Lo de Carlos es harina de otro costal. Le han montado un dramón bastante pobre y previsible para darle salida a Diana Palazón. Y aparte el actor siempre me ha parecido malísimo.
A la doctora Fernández no me la toques, que con que adorne ya es bastante. De todas formas si la ves agotada no me importaría traérmela unos diítas a que descanse, y espero que A. comprenda que a nadie le amarga un dulce.
Te diría más, pero no quiero abusar.

28 junio, 2007 19:26

 
Blogger nadadora said...

De acuerdo en lo de los culebrones, porque una de sus esencias es la falta de justificación necesaria. Pero HC no es culebrón, ¿o sí? Si lo es que quiten el freno y las buenas intenciones y a divertirnos.
("Franquicia del desastre" te la presto).
Lamento sacarte tu error, pero (redoble) yo también tengo fases, minutos, meses, de gilipollez, pero si se viera en una serie, sería el deber de los guionistas que el espectador nos entendiera a mí y a mi gilipollez. O si no, que supieran que yo era gilipollas desde el principio de los tiempos y no hay que darle más vueltas.
Ay, la doctora Fernández como adorno es tan cansina. Yo ya no le veo nada, así te lo digo.
Decir "te diría más, pero no quiero abusar" es casi tan inadmisible como "te iba a decir una cosa pero ya no". Eso sí, efectivo.

28 junio, 2007 19:44

 
Anonymous Anónimo said...

Yo a HC, como a casi todas las series españolas, le he visto desde el principio un punto de culebrón, pero no veo en qué puede chocar eso con las buenas intenciones, de hecho ni siquiera sé cuales son las buenas intenciones que se le presuponen a HC. Ilústrame.
Yo también lamento que tengas fases de gilipollez, aunque eso te humaniza. Pero ¿todas ellas son explicables y entendibles? Porque eso ya no sería tan humano.
Estoy de acuerdo en que esta temporada hay situaciones que no están siendo suficientemente explicadas. Hay que dar un margen a la capacidad de sobreentender del espectador, pero en ocasiones se han pasado. De un episodio a otro se supone que pasa al menos una semana y que ese lapso de tiempo tiene que rellenarlo el espectador, pero a veces no contamos con los datos suficientes. Y a veces el hecho de que los guionistas se turnen en los episodios y los escriban a la vez hace que las situaciones no queden bien engarzadas.
De lo de Vilches, que ya voy viendo que se te ha quedado clavadito... Yo debo ser muy rara, porque entendí bastante bien la situación.
X e Y se quieren, pero su vida se ha vuelto un desastre y encima les llueven problemas por todos lados. Ambos le están dando vueltas a cómo darle un giro a la situación, pero no consiguen ir a la par. Cuando X lo intenta, es justo cuando Y está menos predispuesto. Y en consecuencia luego viceversa. Hasta que los dos se rinden. Igual lo que sobró fueron motivos, pero eso tuvo que ver con que Alicia Borrachero anunció que se iba cuando llevaban media temporada escrita. Primero dijo que estaría 3 capítulos, luego que 7 y al final que 9.
Con la doctora Fernández va a ser imposible llegar a un acuerdo, para gustos los colores. Pero vuelvo a la carga: "Ya no le veo nada" ¿qué le veías antes? ¿o es un juego de palabras :-P?
Y ahora no te quejes de que abusé.

28 junio, 2007 20:36

 
Blogger nadadora said...

Cuando digo buenas intenciones me refiero a la pretensión de que no sea un culebrón precisamente, sino lo que llaman "una serie de calidad".
Jajaja, así que son mis fases de gilipollez las que me humanizan. Ay señor. Yo creo que casi todas son explicables, a toro pasado, eso sí. ¿Eso humaniza o des-?
En lo que estamos de acuerdo estamos de acuerdo, supongo que se me ha ido la atención a eso, a la falta de un hilo consistente (que no quiere decir verosímil).
Sí, si tal como lo explicas claro que se entiende, es un clásico, pero si el guión no lo explica bien, y los diálogos tampoco ayudan, pues eso.
Los factores externos influyen, claro que sí.
Antes me gustaba y ahora no. Así de radical. Pero la culpa es del personaje.
¿Me he quejado?

29 junio, 2007 11:21

 
Anonymous Anónimo said...

¿Pero culebrón es incompatible con calidad? ¿Cien años de soledad, La Regenta o la última de Almudena Grandes no son culebrones? Igual tengo una idea equivocada de lo que es un culebrón.

29 junio, 2007 15:46

 

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