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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

domingo, junio 17, 2007

algunas cosas que van pasando

  • El viernes fue el día de los tres hermanitos. El día de los tres hermanitos se celebra cuando coincidimos los tres en esta ciudad en la que vivimos la mayor y el pequeño. Pero lo que hace que este día se llame así, y no cuenten las cientos de veces que estamos juntos en casa de mi madre, es la llamada de teléfono. La llamada de teléfono se realiza desde mi casa; digo: voy a llamar a tu madre (entre nosotros la llamamos así, "tu madre", aunque a ella la llamamos "mamá", que no se diga que somos unos desnaturalizados), y llamo.
- Mamá, que estamos aquí los tres.
-Ay, hija, cómo me gusta eso.
- Por eso llamamos.
(Voces de fondo).
- Dice mi hermana que si vas a llorar de la emoción.
- Casi, qué malaje tenéis.
Y nos reímos, y ella dice: reíros lo que os de la gana, a mí me da igual.
Y la entiendo.
  • He tocado techo (y observad que digo techo y no fondo, que es lo que podría parecer) de lo mío. He visto una serie que la Fox (maldita) ya ha cancelado en USA. ¿Por qué la cancelan? No lo entiendo. ¿Por qué la he visto aunque sé que nunca voy a saber como termina? Pues porque soy así y no lo puedo evitar, porque sale Melanie Linskey, porque yo quería, quería saber cómo era la serie. Ahora he visto esos cuatro capítulos, y en el cuarto pasan multitud de cosas, y se queda todo en el aire, y lo único que me queda es ver esas tres migajas en forma de episodio que se emitirán en julio y fantasear con lo hermoso que habría sido añadir esta nueva y modesta adicción a mi lista. ¿Qué será de Wendy?, ¿seguirá Alex Tully conduciendo de esa forma tan apoteósica?, ¿dejará el militar a su esposa en una cuneta? (voto por que lo haga), tantos interrogantes se van a quedar sin respuesta... Sí, el argumento, un grupo de personas sin ninguna relación entre sí, participan (cada una de ellas por motivos más o menos interesantes y más o menos oscuros) en una carrera ilegal a través de los EEUU. El premio para el ganador, treinta y dos millones de dólares, y en algunos casos algún extra en forma de ser querido recuperado. Tenemos una carrera, varios personajes (con la libertad que eso te da para coger manías y simpatías sin que nadie te moleste), una misteriosa y retorcida organización, finales de los de "oh" y "¡eh! y una factura más que decente. En fin, que habría podido seguirla con la misma devoción y espíritu "and the next week" que a Prison Break. Y aquí un vídeo orientativo por si consigo que a alguien se le despierte el interés y me acompañe en este drama que estoy viviendo. Luego podemos jugar a inventar los finales. (¿Funciona?).





  • Llevo varios días pensando en que una de las cosas que el mundo necesita es un Comité por el buen uso de la trompeta en la música moderna. Y en esas estaba, ya tenía y tengo una lista de canciones ilustrativas de lo que se debe hacer, cuando B. me puso en los oídos (literalmente) este ejemplo. - Escucha esto que te va a gustar, dijo.
Me gusta tanto que me conozcan, (sí, este es otro tema, alejémonos por un momento de este apasionante concepto del Comité), y también me gusta tanto que me quieran/quisieran conocer.

Y sí que me gustó, muchísimo, aquí os la dejo para que os vayáis familiarizando con el buen uso de la trompeta en la música moderna. Coincidiréis conmigo en que es una necesidad.






Una canción perfecta para un lunes como hoy. Si la escuchas mientras vas por la calle es imposible no bailar un poco. Y también es perfecta para hacerse la guay mientras la gente con la que te vas cruzando no tiene ni idea de nada. Así soy, pero me queréis igual.


8 Comments:

Blogger Mrs. Sarmiento said...

Hacerse la guay, qué conceptazo. Y no es que te queramos (pluralizo, ya ves) a pesar de, sino precisamente por. Entre otras cosas, of course.
Sobre lo de engancharse a series sentenciadas de antemano, voy a hacer como tú: no digo nada. A algún otro demente encontrarás, no te preocupes, mujer.
Y la canción, pues no la puedo oír aquí, claro. Pero te diré que estoy totalmente a favor del uso de la trompeta. Hay por ahí un grupo con el que tuve en su momento una estrecha relación, u know, que la emplea y me entusiasma.

18 junio, 2007 11:23

 
Blogger lanueva said...

Creo que lo de "tu madre" ya lo contaste en alguna ocasión y me parece genial :D
Algo he leído de "Drive" pero claro, si me van a dejar a medias, prefiero ni empezar. ¡Y con la cantidad de trabajo serial que tengo!
Y la canción está bien pero claro, para una enamorada del saxo como yo, el resto de instrumentos de viento quedan muy atrás en la escala...

18 junio, 2007 15:29

 
Anonymous Anónimo said...

Malaje, cómo se echan menos estas palabras cuando ya no las oyes. Se me ha debido de quedar cara de estar lejos.
Yo tampoco puedo acompañarte en tu misión imposible, y menos hoy que he decidido que tengo que empezar a prepararme las opos. No intentes quebrantar mi firme (in)disposición.
La canción no la puedo escuchar. La alegría mística que me entra cuando alguien demuestra que me conoce sólo es comparable a la decepción que siento cuando para quien tendría que conocerme resulto ser una extraña.
PD: Te queremos, nada (aunque no consigas rehabilitarte)

18 junio, 2007 16:39

 
Blogger nadadora said...

mrs. sarmiento: tú lo has dicho, un conceptazo, the high concept.
Entre otras cosas, claro, sé que lo dices con toda la objetividad del mundo.
Me encanta como describes tu tendencia al grupismo (sin o, para que no digas), jeje.
Y es tan difícil encontrar dementes, no me digas que no.

lanueva: es que hay cosas que deben ser contadas dos veces ( o tres, o cincuenta).
Repito: mujer de poca fe, si total son siete capítulos. Ay.
Para que valores mi interés en acercar posiciones, voy a pasar por encima de las dos personas a las que me recuerda la palabra saxo (una es Gaby, la otra Isabel Gemio), y digo: para un buen uso del saxo en la música moderna mis favoritos son Morphine. ¿Los tienes en nómina?

ohnenick: cara de estar lejos me suena.
No soy enemigo para enfrenterme a la firme indisposición de preparar unas de eso.
Me has completado el post, gracias, la parte de la decepción la obvié por ser lunes, y porque confié en vuestra perspicacia para seguir el hilo de la sucesión. Así da gusto.
P.D.: con esa referencia al mítico telefilm donde se decía: te queremos, Susan, ¿cómo me voy a rehabilitar suponiendo que quisiera? Es como acompañar a Sue Ellen a una reunión de A. Anónimos y darle a la salida una copita de whisky para superar el sofocón.

18 junio, 2007 16:56

 
Blogger Mrs. Sarmiento said...

Es difícil, sí que lo es. Pero haberlos haylos. Y además somos como el aparato ése (again), que avisan cuando se cruzan, si están en modo on, claro.

18 junio, 2007 21:30

 
Blogger nadadora said...

Pero no tann difícil (maldito optimismo). La cosa es que con esta forma de ser tan propensa a-, no se me haya olvidado cargar la batería y justo cuando el wifi avise de que que se aproxima un cruce, ¡luz roja, batería baja!. Si es que es un sinvivir.

18 junio, 2007 21:43

 
Blogger lanueva said...

Si no es un problema de número de capítulos sino de desenlace. Me gustan las series con final.
¡Por favor Nada! Gaby, que me deja indiferente, y la Gemio que no soporto. Malvada.
Me los apunto y me los descargo. Hasta ahora los tenía en el INEM. Pobres.

19 junio, 2007 12:24

 
Blogger nadadora said...

Ya, bueno, en el mundo de las series, no tener final es un hándicap, sí.
¿Malvada? Si dije que iba a pasar por encima de. Ingrata.
En el Inem llevan los pobrecillos una temporada, lo último que publicaron es de 2000.
Te mando una muestra para que decidas.

19 junio, 2007 12:30

 

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