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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

lunes, octubre 16, 2006

el curioso incidente del Vespino a medianoche


Cuando te metes (porque hay sitios donde entras y hay sitios donde te metes) a ver un partido de fútbol (de cuyo nombre es mejor no acordarse) en un bar en el que el colmo del estilismo es enseñar una barriga (por decir algo) cuyo volumen desborda las dimensiones del polo que intenta guardarla y ofrecer una vertiginosa panorámica de espaldas de un, vamos a llamarlo así, culo, puedes esperar que pasen cosas, claro. Pero a veces las previsiones se ven superadas.

Al principio, el interés estaba en averiguar por qué el segundo camarero llevaba once días sin hablarse con su mujer, luego en contar cuántas veces un descamisado y descalzado émulo de Mark van der Loo a lo puerco sería expulsado del bar, más tarde en preguntarse cuántos minutos seguidos puede estar un equipo en el campo sin jugar a nada parecido al fútbol, hasta que...

Primero, los antecedentes: con estos oídos privilegiados y esta vocación por el cotilleo, llamémosla interés por los sucesos circundantes, ya estaba en nuestro conocimiento de espectadoras que esa misma tarde le habían robado la moto al hijo del propietario y cuidador de esa barriga hipnótica, con la indignación que estos actos de rapiña urbana le causan a uno. Fin de los antecedentes.

De repente, suena el tubo de escape de un ciclomotor. El sonido es reconocido al instante por la parroquia. Lo siguiente: salen a la calle, corriendo los que podían, se oye la moto aterrizar sobre el asfalto, con el ladrón encima, imagino. El dueño de la moto llega con el torso al aire dispuesto a impartir justicia y venganza, y nada mejor para ello que vaciar (ante todo que no haya salpicaduras) un vaso de la barra y salir con él en la mano, un niño gordo intenta participar en la pelea y le rompen la camiseta intentando separarlo del peligro, y el más creativo de todos, entra en el bar, se mete hasta la cocina, y sale con un cuchillo cebollero firmemente agarrado pero sin ostentación.
Ahí se queda el plano fijo hasta que se nos desvían los ojos otra vez hacia la puerta, el malhechor no sólo no ha huido sino que ha vuelto armado con un bate de beisbol, una mujer todo rosa fucsia grita desaforada, el niño gordo se revuelve, y el camarero con dificultades conyugales detiene al del cuchillo con una frase gloriosa: "el cuchillo no, que tiene mis huellas".
Eso nos dio el pie perfecto para salir discretamente y sin pagar por una puerta lateral. Y en el lateral nos quedamos observando hasta que pareció que las armas y el aguerrido delincuente desaparecían. Pensamos que ese sería un buen momento para entrar, pagar, y ver los cinco últimos minutos del partido.

13 Comments:

Blogger siquis said...

: O

16 octubre, 2006 21:56

 
Blogger marca said...

Dios mio de mi vida. No hay tiempo para el aburrimiento.

16 octubre, 2006 22:52

 
Anonymous Anónimo said...

Con ese relatar historias que tienes podrias dedicarte a eso de la dirección cinematográfica y a la escritura y a...y a tantas cositas...
Me ha encantado, de pronto he recordado ciertos bares de ciertos barrios de Málaga y me ha entrado un risa tontita, fijate tú..

16 octubre, 2006 23:00

 
Blogger tartarugueta said...

que iuiu!! me hubiese muerto d miedo!! se les va, se les va..

16 octubre, 2006 23:07

 
Blogger vilipendia said...

Ay que me meo, virgen santísima. Qué capacidad narrativa tienes, mari.
Y cuánto daño han hecho csi y sucedáneos en esta sociedad (o no): "el cuchillo no, que tiene mis huellas". Brutal.

17 octubre, 2006 09:53

 
Anonymous Anónimo said...

"El cuchillo no, que tiene mis huellas" Me parto, es la frase del año. Estoy con vilipendia en la clara influencia de CSI. Pero mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué terminamos viendo el fútbol en los peores bares de la ciudad??? Mi camarero no tiene barriga pero estoy segura que ha pasado por la carcel unas cuantas veces, nunca se me ha ocurrido irme sin pagar, paso de jugarme la vida.
Muy buen post (como casi siempre)
Besos

17 octubre, 2006 10:13

 
Blogger vilipendia said...

(Uy, nada, la ricci ha dicho "casi siempre"... Yo no digo nada pero... jur, jur, jur).

17 octubre, 2006 10:30

 
Anonymous Anónimo said...

Esas cosas sólo pueden pasar en la ciudad donde vives. Surrealista como ella sola.

17 octubre, 2006 12:47

 
Blogger nadadora said...

siquis: en directo no era tan soprendente, por el contexto, imagino.
marca: nunca.
sunny: eso quiero, dedicarme a tantas cosas, y si dan risa, tonta o lista, mejor. Dirección cinematográfica, dice Suspiro). Gracias.
ms_robinson: cuando algo es tan excesivo, no te da ni miedo.
vilipendia: será por capacidad narrativa, y si te meas, mejor. Daño no sé, pero que ahora todos llevamos un Grissom en nuestro interior, está claro.
(Me río y me pregunto, ¿cómo se puede ser tan zorrupia y cizañera? No me contestes, que lo sé. Pero apostillo y pregunto: ¿es posible que alguien con tanta tendencia al apostillamiento y la precisión como yo, no entienda todos los paréntesis del mundo?)
ricci:en este caso concreto la respuesta es la siguiente: la desaparición inesperada del televisor del bar habitual, el lleno absoluto del siguiente (este daría también para escribir mucho), el tiempo que se echa encima, la irrefrenable atracción por formar parte del barrio...
lanueva: Amén. Y esta zona que es como el triángulo de las Bermudas del surrealismo, más. La amo (a la zona, digo).

17 octubre, 2006 13:07

 
Blogger vilipendia said...

Ay, zorrupia y cizañera dice. Yo solo quería poner en relieve las opiniones de alguna de tus comentaristas, sin acritud alguna... Encima. Ains.
:F

17 octubre, 2006 13:46

 
Blogger Harapos said...

Yo ya había pensado lo del cuchillo, las huellas y CSI antes de leer lo de la ricci, que conste en acta.

18 octubre, 2006 00:48

 
Anonymous Anónimo said...

qué mal queda venir a decir a estas alturas que yo también pensé en lo del cuchillo y el CSI nada más leerlo, pero lo digo y punto pelota. Ea. xDDD

18 octubre, 2006 12:55

 
Blogger nadadora said...

vilipendia: yo siempre uso "zorrupia" sin acritud. Je.

harapos: yo tambíen lo había pensado, que conste también.

bn: no queda mal, es una evidencia (hablando de c.s.ies).

20 octubre, 2006 14:53

 

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