prison break
Empecemos diciendo que ya estoy enganchada, aunque tratándose de una persona (yo) con esta (tan grande) tendencia al enganchamiento en general podamos pensar que no es un dato significativo. Pero lo es. Prison break es la antítesis de las series de voz en off. Intriga (qué hermoso concepto), síncopes, sufrimiento y un poco de romance (pero que no se pasen). Y luego están los actores, hasta he sido capaz de sobreponerme al inicial minidisgusto al ver a Robin Tunney en el reparto. A mí ver a Peter Stormare me tranquiliza, aunque esté cogiendo a alguien por el cuello (algo habrán hecho) o coordinando una ceremonia de amputación sin inmutarse. Y también me causa un gran recocijo atisbar a Patricia Wettig orquestando maldades al teléfono. Para que aprendamos que la conspiración no está reñida con la eficaz preparación de ensaladas. Luego me entero de que no va a estar en la segunda temporada, así es la vida del adicto televisivo, un continuo de oes, ayes,cómos y noes desgarrados.
Y esto es lo que pasa, que cuando el artefacto funciona y te pregunta: ¿estás dispuesta a ver 48 (cifra ejemplo) capítulos sobre uno que atraca un banco para que lo metan en la misma cárcel en la que su hermano espera que lo sienten en la silla eléctrica, y así poder salvarle la vida preparando una fuga contrarreloj mientras oscuros intereses gubernamentales los acechan?, la única respuesta posible es sí, por favor y gracias.
Y con todo esto no es que se me olvide que tengo demasiado sitio en el sofá, en la cama, y en el resto de huecos que me sobran ahora, pero parlotear siempre está bien. Aunque sin huecos sería/es infinitamente mejor (todo).
Y con todo esto no es que se me olvide que tengo demasiado sitio en el sofá, en la cama, y en el resto de huecos que me sobran ahora, pero parlotear siempre está bien. Aunque sin huecos sería/es infinitamente mejor (todo).
10 Comments:
¡Primens!
Bueno, definitivamente tengo que verla. Me has convencido. Sobre todo si es la antítesis de la Grey, que sé que te referías a ella, pillina.
Y se agradece que no te provoque un subidón de azúcar en cada capítulo. Que eso no puede ser bueno de ninguna manera.
(Y sí, parlotear ayuda a llenar huecos, aunque sea un parche temporal...)
19 septiembre, 2006 13:55
Los "oes, ayes,cómos y noes desgarrados" aparecen cuando varios meses antes de que la retransmitan en España, empiezas a bajarte los capítulos y cuando llegas al 17º te crees que es el último, lo ves, termina, te quedas boquiabieta y con un hilillo de baba cayendo, te metes en internet con los ojos medio cerrados para evitar spoilers y descubres que te faltan otros 4 capítulos más para que acabe la serie y... y... ¿¡qué hay una segunda temporada?!
(comentario en voz en off: la 2ª ya se está descargando, jejeje).
Ah, y el condicional sobra en la última frase (muy romántica por cierto).
19 septiembre, 2006 13:57
vilipendia: ya lo sabía yo, jeje. Y sí, me refería a ella, que también la veo, pero eso.
(Es que yo no he sido nunca mucho de parches, pero ayuda).
lanueva: esa es la modalidad descargadora, sí. Yo de momento (como con Perdidos)estoy en la modalidad serial, semana a semana. Pero igual dentro de quince días no he podido resistir más la espera y le doy a los botoncitos.
(Sobrar no sobra, yo soy muy fan de las mejoras, y del romanticismo, ejem. Y de llevar la contraria. Je)
19 septiembre, 2006 14:04
Admiro tu paciencia y soy tan fan como tú de esas 3 cosas aunque no precisamente por ese orden.
19 septiembre, 2006 14:10
Mi paciencia lo mismo aparece que desaparece (en lo que a espera televisiva se refiere). Y el orden de esas tres cosas lo tengo claro.
19 septiembre, 2006 16:27
Mi amiga La Loca es muy fan de esta serie (lo cual no dice mucho de tu salud mental), y entre todas vais a acabar convenciéndome de que la vea... (mañana mismo consigo el DVD).
20 septiembre, 2006 00:37
Y pensar que tuve toda la primera temporada bajada y la borré porque no me encontraba en un momento vital adecuado para visionarla ... o eso creía yo ... pero si se recomienda también desde este blog, haré un segundo intento.
Mis ayes y nooos desgarrados los provoca ahora mi Windows Media Player, que no me deja ver en condiciones la última temporada de Sexo en Nueva York. Grrr...
20 septiembre, 2006 11:34
harapos: jeje, ¿cómo que no dice mucho de mi salud mental? Al contrario.
bn: bajar una temporada entera y bajarla no tiene perdón. No se puede ir borrando series alegremente sin verlas.
Si WM se resiste, ¿por qué no usas otro reproductor?
20 septiembre, 2006 19:50
Con declaración amatoria y todo al final...
Soy otra enganchada a Prision Break desde que empezó y si, está muy bien todo eso que dices de la intriga y el argumento y los dialogos bien hechos, y tralaris varios, pero yo soy (muchisimo) más básica que tú y me atrevo a decir que mi amor a esta serie es él, Wentworth Miller o lo que es lo mismo, Michael Scofield, asi de triste es mi vida actual jeje. En fins, que ya me gustaria a mi que me encerraran en una celda de 2x2 con ese pedazo de presidiario con un amor fraternal infinito.
Anda que no os gusta quejaros de la pobre Grey...
20 septiembre, 2006 21:33
sunny: amatoria me suena a Olimpiadas, pero vamos, que lo digo por llevar la contraria.
Y no me dirás que Wentworth Miller aparte (¿no te parece que tiene un cuerpo algo raruno?, que no digo que no sea guapo), la serie no te engancha por los tralaríes varios.
Y de Grey (ella sola) todavía no se ha dicho nada para lo que se merece.
22 septiembre, 2006 10:37
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