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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

domingo, abril 08, 2007

la rigidez del cuero falso

Otra vez en el tren, una mujer enfrente de mí medio oculta por un par de asientos vacíos.
Habla por teléfono sin parar, la palabra Melbourne capta mi atención y dejo de escuchar música pero no me quito los auriculares. La conversación trata de importación de vinos australianos de y la ineptitud de Adolfo, el que la escucha no es Adolfo, pero le cae casi la misma bronca que si lo fuera. Aquello de matar (o herir) al mensajero es un clásico que no caduca.

Más tarde la misma mujer le pide besos a su hijo por teléfono. Cuando me levanto para bajar, paso por su lado y casi abro la boca de sorpresa, porque aquella mujer parecía dos. Una desde la cintura hasta la cabeza (con la camisa por fuera, despeinada con el despeinado que sólo te dan los reposa cabezas de trenes y autobuses, y cara de querer llegar cuanto antes a Segovia) y otra desde la cintura hasta los pies, con las piernas anormalmente rígidas, con una rigidez extrañamente próxima al movimiento brusco, envueltas (y es un verbo demasiado suave) en unos amenazantes pantalones intento de cuero de un color entre el ocre y el verde. Parecía que aquellas piernas no tenían nada que ver con su dueña. O incluso que las dueñas eran las piernas.

Al día siguiente (y sin que tenga nada que ver, o sí) con lo anterior, conocí en un bar a una perra llamada Chenoa. Y no es una metáfora.



7 Comments:

Blogger lanueva said...

Iba a escribir que la extraña naturaleza de algunos compañeros casuales de viaje no tiene precio. Pero lo que de verdad no tienen precio son tus descripciones. Son tan "de verdad".

09 abril, 2007 15:15

 
Blogger Mrs. Sarmiento said...

Por tu descripción, ciertamente no se me ocurre mejor adjetivo para esos pantalones. Dios. Después de las alpargatas que tuviste que sufrir antaño en el hormiguero (time goes by...), creo que es una de las imágenes más inquietantes que he leído aquí.
(¿Chenoa? ¿Le pegaba? ¿Era de caderita ancha?).

10 abril, 2007 13:32

 
Blogger lanueva said...

Pregunta indiscreta para la Mrs.
¿Podrías recordarme la saga? Mi memoria es mala y falla.

10 abril, 2007 14:15

 
Blogger Mrs. Sarmiento said...

Of course, miss lanueva. Hablaba de La Torre Oscura, novela épica en siete tomos cuya lectura te recomiendo encarecidamente.
Un placer.

10 abril, 2007 15:22

 
Blogger Mrs. Sarmiento said...

Es más: http://libros-comics.search-desc.ebay.es/la-torre-oscura_Libros-Revistas-y-Comics_W0QQcatrefZC6QQfromZR4QQftsZ2QQsacatZ267
Lo siento, es que no sé hacer links de estos monos en los comments... Y sí, soy pesada.

10 abril, 2007 15:28

 
Blogger lanueva said...

Ok. Gracias. Tomo nota.

11 abril, 2007 10:48

 
Blogger lucca said...

chenoa???...bueno...podría ser peor...o no???...al menos la señora de los pantalones no tenia un perro llamado bisbal...o si?

11 abril, 2007 17:30

 

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