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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

lunes, febrero 26, 2007

oscarismos

Lo que tienen estos premios trasnochadores es que te proporcionan un baremo infalible para medir el nivel de aburrimiento de la ceremonia: la cabezada imparable.
Al principio estás ahí con los ojos como platos (o platillos, según), viéndolos entrar y señalando a Fulanita de Copas y su bótox, proclamando que es evidente que Jada Pinkett Smith lleva a su esposo más firme que una vela, sufriendo por el ojo medio cerrado de Nicole Kidman, intentando convencer a tu archienemiga de que Scorsese no tiene por qué ser mala persona aunque Malas calles y Taxi driver sean un coñazo, diciendo: mira, Jodie Foster, como si hubieras visto pasar a una prima segunda tuya...
Empieza la gala, y ahí estás pendiente de la balbuceante traducción, que algunas veces quita más que pone, pendiente de si Ellen lo hace bien o mal (para algo eres el control de calidad de la cosa), estupefacta porque ninguno de los dos cerebros que reposan en el sofá atinan con el nombre de Jessica Biel, conmocionada por el pelopeinado de Rinko Kikuchi, los premios van pasando, se acerca la hora peligrosa y cometer un error te puede costar perderte un momento que luego sólo vas a poder ver tantas veces como la tele y la internet te permitan.
Te tumbas de lado (error), tu archienemiga hace lo mismo (error, error, la proximidad corporal es fatal), primero practicas la cabezada controlada mientras habla Sherry Lansing, y es un éxito, abres los ojos justo cuando ya no la oyes, más tarde, cuando van a entregar el Oscar a la mejor canción, ahí estás,despierta, por fin un poco de ritmo (la cara de Ennio Morriccone mientras Celine Dion perpetra una tonadilla usando su música, fue de gran intensidad, pero no para bailar), y de repente, una ligera sacudida de alerta y ahí está Melissa con su estatuilla en la mano. Canción en un documental. I need to wake up, era, cuánta gente estaría pensando lo mismo en ese momento.

En fin, ninguna sorpresa. Y lo raro que es Forest Whitaker, lo que se emocionaba Kate Winslet con todo (la amo), lo pendiente que estaba de Clint Eastwood su "mujer latina" (que me registren, uso la nomenclatura de Jaume Figueras), lo poco que entendimos que Penélope no optara por la melena suelta o lo inquietante que estaba Eddie Murphy con su delgadez. Ese tipo de cosas que te hacen abrir los ojos cuando no tienes ninguna película muy favorita, de esas por las que te dejarías la epiglotis en un debate arrabalero. Es un decir.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por primera vez en mucho tiempo, este año ni me he enterado siquiera de cuándo era la ceremonia, y hoy me he quedado de pasta de boniato cuando he visto que fue ayer. Yo, que antes iba el lunes siguiente con los ojos cerrados por doquier para no enterarme de nada y poder verlo cómodamente en mi vhs al llegar a casa. Cosas de divorciarse de un cinéfilo, supongo.
Pero aquí estás tú con tus crónicas y tu forma de analizar eventos y looks, y mira, hasta me da un poco igual habérmelo perdido.

26 febrero, 2007 15:38

 
Blogger lucca said...

me han dicho que penelope no llevaba la cabellera suelta porque iba peinada para otro vestido...el que tenia que llevar en la ceremonia...y que se le rompio cuando se lo estaba poniendo...

petonets

26 febrero, 2007 16:42

 
Blogger Laramie said...

A mi Taxi Driver no me disgustó tanto...

27 febrero, 2007 20:16

 
Blogger nadadora said...

vili: pues sí, me acuerdo de que casi te spoilereo la cosa el año pasado Lo rápido que pasa el tiempo (disculpen el lugar común).

lucca: eso dicen, pero de todas formas, el estupor era por no haber optado por la melena al viento sí o sí.

laramie: yo sólo he tenido espíritu para verla una vez, es de estas películas que me resultan un tostón deprimente.

28 febrero, 2007 12:50

 
Anonymous Anónimo said...

Qué fuerrrte. El año pasado. Buah.

01 marzo, 2007 17:28

 

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