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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

miércoles, febrero 28, 2007

me esperen o no, prefiero llegar

Estábamos hablando el otro día sobre la (in) conveniencia de dar sorpresas. Y que conste que hablar de lo que sea a las seis de la tarde mientras te comes un huevo relleno en salsa en la barra de un bar, le da a cualquier conversación un grado más de clarividencia. Y ahí estuvimos un rato que sí, que no, el chaparrón estaba cayendo. Y al final, R. se fue a lomos de su motillo con el tiempo medido (tienes cinco minutos para llegar a tu casa, cinco para ducharte y vestirte, otros cinco para coger tu hatillo y diez para llegar a la estación) para coger un tren por los pelos y dar una sorpresa. Para convencer de cosas más sensatas no empleo ni medio argumento, pero esto estaba tan claro que hasta me ofrecí a acompañarla si hacía falta. Para que digan que las exageraciones no son persuasivas. Ja.

Y luego está eso que dicen de que es mejor no esperar nada y blablá, ay, a la hoguera con todos los discípulos rancios de la new age. Cuando no esperas nada se te queda mal cuerpo, el hueco de algo que estaba y ya no está. Y eso sí que asusta.

5 Comments:

Blogger El Malvado Ming said...

¿Significa eso que tendré yo también una sorpresilla? ¿Será tan hermosa como la naranja caramelizada?

28 febrero, 2007 14:04

 
Blogger S said...

Qué razón tienes en ese último párrafo.
Lo de no esperar nada al final es una excusa para no reconocer que no hay nada realmente que puedas esperar.

28 febrero, 2007 21:11

 
Anonymous Anónimo said...

"...discípulos rancios de la new age...". Juas.
Y claro que hay que esperar cosas, siempre. Si no, qué gracia tiene nada, nada? Ahí entra luego el ya famoso buen conformar. Todo es cuestión de práctica al final.
(Sobre sorpresas mejor no me pronuncio).

01 marzo, 2007 17:27

 
Blogger lucca said...

...pero claro que todos esperamos cosas...otra cosa es admitirlo...y dar sorpresas, es genial!!

petonets

02 marzo, 2007 12:20

 
Blogger nadadora said...

manga ranglán: no sé yo, hay pocas cosas capaces de mejorar una naranja caramelizada. De todas formas, si la tuvieras, sería sin diminutivo.

s: de todas formas, reconocer que no hay nada que esperar también es un nuevo punto de partida, ¿no? Eso no es malo.

vili: el famoso buen conformar nos matará algún día, que lo sepas.
Y te podrías pronunciar, perruna.

lucca: si no hace falta ni admitirlo, se nota. Y sí, pero hay gente por ahí a la que no le gustan las sorpresas, no te creas.

02 marzo, 2007 13:37

 

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