reunión de la comunidad vista y contada por una asistente en pijama
Empecemos por el principio, el asunto, porque no es una comunidad en la que se convoquen reuniones así porque sí, era una reunión de crisis. ¿Cuál es la mayor crisis a la que puede enfrentarse una comunidad vecinal? Un imprevisto e ineludible desembolso económico.
Los hechos: nuestro simpático bloque no ha pasado la inspección del ayuntamiento. Normal. No todos los organismos soportan con igual dignidad el paso de treinta años. El plazo para ejecutar las reparaciones necesarias: un mes. El presupuesto elaborado por el equipo municipal: 35000 euros. Susto. Sobre todo si tenemos en cuenta que los participantes en el pago son catorce.
Por suerte, nuestra presidenta ya se había ocupado de pedir otro presupuesto, resultado: 15000 euros.
Hasta ahí, todo está más o menos claro.
Ahora un retrato de los asistentes:
1. El matrimonio cincuentero del segundo, ella trabaja en el Corte Inglés, y él no lo sé pero siempre va con una bolsa de plástico, tienen un hijo que estudia derecho y que usa bata de cuadros. Nos prestó el XP y por eso cuenta con nuestras simpatías, por eso y porque es raruno. El cabeza de familia es una de estas personas a las que les gusta oírse. Es como un onanismo verbal, se ve que el hombre disfruta. Ayer usó el verbo incoar. Y sin venir a cuento.
2. La vecina del primero que vive sola y tiene dos hijas cada una con una perra. Nos conocen por nuestros nombres, hemos dejado a L. en su casa algún fin de semana, nos avisan cuando traen a su perra para que bajemos a verla, G. bajó el otro día a pedirle un cuchillo afilado y se lo dio sin poner cara de susto... Bien, ¿no?
3. La presidenta. También vive en el primero. Acaba de ser abuela de aspecto juvenil. Tiene un hijo adolescente y un marido con peluquín que vive en el piso de al lado. Nuestra relación: instalación de sistema operativo, la impresora no funciona, internet no va, ¿por qué no le das clases de inglés a Jose? (este servicio remunerado). Jose es el hijo, si suena el timbre (sin previo portero automático) es muy probable que sea él (en pijama) para enunciar alguno de los problemas técnicos antes mencionados.
4. La abogada del tercero. No tenemos muy claro dónde vive. Antes usaba el piso como despacho. Después vivía con su hermano (super Norman Bates, el hermano), luego con su novia. Gracias a las trifulcas a cientos de decibelios que tenían, supimos muchas cosas de ellas que no teníamos gran interés en saber. Ayer pensaba en eso mientras ella hablaba con total propiedad de la gerencia de Urbanismo y redactaba el acta de la reunión ahí tan aplicada y tan La ley de Los Ángeles. Ahora en el piso vive un chico, y ellas se han mudado a no sé dónde. Pero volverán.
5. El del ático. Esto daría para un libro. Vive con su madre, a la que casi nadie ha visto, porque la señora se desplaza en silla de ruedas y teniendo en cuenta que el bloque no tiene ascensor... Él es deportista bicicletil, canta (damos fe, ahora está con las saetas), miembro del coro rociero, coleccionista de novios (por decir algo) raros y sin oficio conocido. Es amable de una forma así como las telarañas de Spiderman. Un día le propuso a G. una especie de chanchullo de contratación para recibir una pensión por su madre. En fin, que no me acuerdo con exactitud de en qué consistía el plan, pero un chanchullo era. Otra vez me preguntó si le alquilaría una habitación a un novio suyo que opositaba a Correos para que estudiara tranquilo. No diréis que le falta creatividad a este hombre.
6. El propietario que tiene el piso alquilado a los universitarios gañanes con pésimo gusto musical y nula consideración. Uno de estos casi de cuarenta muy seguros de sí mismos. Nada más que decir.
7. La del pijama del tercero.
Al final, evitar la multa y las hecatombes provocadas por desprendimientos de cornisas y otros elementos de la propiedad común, va a salir por 1500 euros por vecino. Ay. Esta era la cifra ayer a las 21:30, cuando subí ya cansada de escuchar repeticiones de lo mismo. No pude evitar hacer una pregunta a ver si iban al grano de una maldita vez, y eso que me había prometido no decir ni pío.
Y ya con las botas en los escalones que me llevaban hacia la cena y El comisario, una pregunta: ¿ya te vas? ¿no quieres saber en cuánto exactamente va a quedar? Qué iba a contestar, la verdad, que soy rica y que me pasaran una nota por debajo de la puerta con la cifra.
Por suerte, nuestra presidenta ya se había ocupado de pedir otro presupuesto, resultado: 15000 euros.
Hasta ahí, todo está más o menos claro.
Ahora un retrato de los asistentes:
1. El matrimonio cincuentero del segundo, ella trabaja en el Corte Inglés, y él no lo sé pero siempre va con una bolsa de plástico, tienen un hijo que estudia derecho y que usa bata de cuadros. Nos prestó el XP y por eso cuenta con nuestras simpatías, por eso y porque es raruno. El cabeza de familia es una de estas personas a las que les gusta oírse. Es como un onanismo verbal, se ve que el hombre disfruta. Ayer usó el verbo incoar. Y sin venir a cuento.
2. La vecina del primero que vive sola y tiene dos hijas cada una con una perra. Nos conocen por nuestros nombres, hemos dejado a L. en su casa algún fin de semana, nos avisan cuando traen a su perra para que bajemos a verla, G. bajó el otro día a pedirle un cuchillo afilado y se lo dio sin poner cara de susto... Bien, ¿no?
3. La presidenta. También vive en el primero. Acaba de ser abuela de aspecto juvenil. Tiene un hijo adolescente y un marido con peluquín que vive en el piso de al lado. Nuestra relación: instalación de sistema operativo, la impresora no funciona, internet no va, ¿por qué no le das clases de inglés a Jose? (este servicio remunerado). Jose es el hijo, si suena el timbre (sin previo portero automático) es muy probable que sea él (en pijama) para enunciar alguno de los problemas técnicos antes mencionados.
4. La abogada del tercero. No tenemos muy claro dónde vive. Antes usaba el piso como despacho. Después vivía con su hermano (super Norman Bates, el hermano), luego con su novia. Gracias a las trifulcas a cientos de decibelios que tenían, supimos muchas cosas de ellas que no teníamos gran interés en saber. Ayer pensaba en eso mientras ella hablaba con total propiedad de la gerencia de Urbanismo y redactaba el acta de la reunión ahí tan aplicada y tan La ley de Los Ángeles. Ahora en el piso vive un chico, y ellas se han mudado a no sé dónde. Pero volverán.
5. El del ático. Esto daría para un libro. Vive con su madre, a la que casi nadie ha visto, porque la señora se desplaza en silla de ruedas y teniendo en cuenta que el bloque no tiene ascensor... Él es deportista bicicletil, canta (damos fe, ahora está con las saetas), miembro del coro rociero, coleccionista de novios (por decir algo) raros y sin oficio conocido. Es amable de una forma así como las telarañas de Spiderman. Un día le propuso a G. una especie de chanchullo de contratación para recibir una pensión por su madre. En fin, que no me acuerdo con exactitud de en qué consistía el plan, pero un chanchullo era. Otra vez me preguntó si le alquilaría una habitación a un novio suyo que opositaba a Correos para que estudiara tranquilo. No diréis que le falta creatividad a este hombre.
6. El propietario que tiene el piso alquilado a los universitarios gañanes con pésimo gusto musical y nula consideración. Uno de estos casi de cuarenta muy seguros de sí mismos. Nada más que decir.
7. La del pijama del tercero.
Al final, evitar la multa y las hecatombes provocadas por desprendimientos de cornisas y otros elementos de la propiedad común, va a salir por 1500 euros por vecino. Ay. Esta era la cifra ayer a las 21:30, cuando subí ya cansada de escuchar repeticiones de lo mismo. No pude evitar hacer una pregunta a ver si iban al grano de una maldita vez, y eso que me había prometido no decir ni pío.
Y ya con las botas en los escalones que me llevaban hacia la cena y El comisario, una pregunta: ¿ya te vas? ¿no quieres saber en cuánto exactamente va a quedar? Qué iba a contestar, la verdad, que soy rica y que me pasaran una nota por debajo de la puerta con la cifra.
(*) Otro dato importante: de la comunidad forman parte tres locales, que se da por hecho que no van a pagar, así que se avecina una denuncia. Esto promete. Pero lo mejor es el listado de locales: un club (sí, eso) que ya no está en activo, propiedad de un chino misterioso (y probablemente mafioso) que no paga ni la luz ni el agua pero no se la cortan nunca; un bar cofrade (sí, eso), si alguien no entiende el concepto en toda su magnitud que lo diga y le explico; y una peña sevillista. No añado nada.
27 Comments:
Jijijijiji... has cumplido con creces las expectativas, as usual.
Lo de los locales no tiene nombre, un bar cofrade debe ser algo digno de estudio, y más en estas fechas...
Y lo de la abuela encerrada con su silla de ruedas y su norman bates... Brrrrr, a saber dónde se toman la sopa.
En casa siempre me toca pringar a mí con las reuniones de vecinos, y no es justo en absoluto. El día menos pensado me declaro en huelga vecinil.
05 abril, 2006 12:04
As usual, qué bonito, vílipen. Entrar (y beber) en un bar cofrade es una experiencia que hay que pasar. Por no hablar del club, que antes de club fue un restaurante japonés, y unos ingenuos de aquí enfrente, fueron un día a cenar y les pusieron huevos fritos con patatas y un paquete de picos (todo ello comprado de urgencia en el momento).
Y las peleas que tienen Norman y su madre...
Pringar siempre no es justo, no (esta es la frase en la que descubro la pólvora).
05 abril, 2006 12:18
Lo del restaurante japonés con picos me ha chiflado.... jajajajaaja....
Si es que yo no sé cómo se lo hacen, pero siempre hay alguna excusa, para eso y para tirar el reciclaje.
Ay, norman y su madre me dan muuuuy mal rollito... Yo sé de alguno que parecía mil veces más normal y acabó como puerto urraco.
05 abril, 2006 13:24
Gracias, tu post es uno de los pocos motivos de risa que tiene mi día. Sólo echo de menos el documento gráfico aunque, claro, las perlas que nos regalas aparecen con cuentagostas si no no se disfrutan como merecen.
Una comunidad de vecinos es el microcosmos más ecléctico y surrealista con/en el que una se puede encontrar y tú, mari nada (lo he tomado prestado también), no ibas a ser menos. De las pelillas no digo nada porque una comunidad sin derramas no es digna de llamarse así.
En cuanto a tus vecinos:
1. No entiendo cómo se puede compatibilizar una bolsa de plástico e "incoar" (que he tenido que buscarlo en el DRAE).
3. Ya sabíamos de Jose, ya, y de tu pluriempleo como informática casera y de, once again, tu ilimitada paciencia.
4. Más que Bates, me resulta interesantísima la capacidad de la abogada en transformar un despacho en una casa, una casa en un picadero y un picadero en un casa de alquiler ¡y saber que volverá(n)! (con tanto grito igual la relación no dura mucho más).
5. Sin palabras. Saeta rima con bicicleta.
6. Un clásico.
7. Jiji.
(*) El club es para echarse a temblar, lo demás es comprensible, forma parte del paisaje de esa ciudad.
Escribes un relato sobre el tema y te llueven los premios. Seguro.
05 abril, 2006 13:25
vilipendia: lo de los picos es total. Lo mejor es que el chino fue corriendo a comprar la comida a la tienda de los clientes (la clásica tienda de enfrente). Se comieron su propios picos (y huevos).
Yo creo que Norman planea embalsamar a la madre para seguir cobrando la pensión eternamente.
lanueva: ya que me dices eso, me esmeraré (**). Hay que reírse. Lo prometido es deuda, así que´cuando llegue a casa pondré la foto. Faltaría más.
Del surrealismo no me libro, no, lo que más me gusta es que somos pocos y así estodo más personalizado (y tenemos derecho a nuestra ración de protagonismo).
Los vecinos:
1. Yo ni lo he buscado, pero me sonó a mal utilizado, eso seguro. Ahora lo busco.
3. Mi antaño ilimitada paciencia. Jiji. La estoy entrenando para que no sea tan tan. Y cierto, qué memoria.
4. Picadero picadero no era, lo sorprendente es que dándose esos gritos y con las cosas tan bonitas que se decían, y llevan ocho años así. Ay. A punto estoy de usar un refrán.
5. Sin palabras.
6. Amén.
7. Pues eso. Un éxito del estilismo comunitario.
(*)Comprensible, comprensible...
Eso quiero yo, que me lluevan los premios, aunque vengan de Apuestas y Loterías del Estado
(**) En todo caso, gracias a tí por leer y comentar. Ea.
05 abril, 2006 14:06
Lo de los picos es para troncharse pero ¡¿que los propios clientes fuesen proveedores al mismo tiempo?! Si es que la supervivencia humana no tiene límites. Espero que, al menos, fuesen lo suficientemente listos para cobrar más de lo que pagaron por los ingredientes. Jajaja. Lo que prefiero no preguntar es cómo te enteraste de una historia tan nadadoril, porque es que no tiene otro nombre.
La foto, jijiji, ya me estoy frotando las manos.
3. Es que esa anécdota de "ejecuta güindous-formatea disco duro-instala draivers-enciende módem" (y todo lo que hubo antes, entre medias y después) es como para olvidarla.
4. ¿¡¿Ocho años?!? Sigue sorprendiéndome (creo que no dejará de hacerlo nunca) el masoquismo de la mayoría.
7. Jajaja, creando escuela.
(*) No me negarás que esa ciudad es la capital del surrealismo por muchos motivos (y no precisamente porque vivas en ella y sea algo que te persigue como esos enjambres de abejas asesinas que forman un martillo, como en los dibujos animados).
05 abril, 2006 14:35
Traigo noticias frescas que estoy segura que te encantarán. Tú vas en pijama a las reuniones de vecinos, pero en Japón... algunas personas ¡van en pijama a trabajar!:
http://aperitiffordestruction.blogspot.com/2006/04/pijama-day.html
05 abril, 2006 14:57
Verbos como el 'incoar' solo pueden usarse sin venir a cuento. Y me asombra que vivas en un lugar sin cuchillos afilados. Pareces Amish.
05 abril, 2006 17:40
I can't believe my eyes!!!!!! Soy fan tuya, de tu madre, de tu blog en general, de G. que te lleva libros al momento, de tus tiras, y ahora también de tu pijama y, sobre todo sobre todo, de tus zapatos. Fan. Y ya.
05 abril, 2006 18:44
lanueva: como prefieres no preguntar, pues no te lo cuento, ea.
Ahí está la foto, para que luego digáis que no cumplo.
3. Inolvidable, sí. Y larga que fue.
4. Ocho, ocho, uno detrás de otro, uno, dos... A mí también me sorprende.
7. Jeje, no creo que cunda mi ejemplo, hubo miradas muy elocuentes (también dejé el tatuaje al aire como quien no quiere la cosa).
(*) No te lo niego, no. (Yo las veo también con forma de jeringuilla).
harapos: sólo digo una cosa: ¡yo también quiero!
marca: ay, los cuchillos es que se desafilan, no tiene que ver con el progreso, que lo sepas.
05 abril, 2006 18:46
Jijiji, me has cogido con las manos en la masa. Los zapatos se llaman "botitas de Heidi", aunque por ahí tienen un nombre oficial. Y sobre el resto... como yo también soy fan tuya, pues me es más fácil llevar esta ofrenda de cumplidos sin perder la dignidad.
Por cierto, estoy con una tira, ¿y a que no sabes quién sale? Tendrá que pasar la censura, eso sí. Y tú sales, pero no es la respuesta.
05 abril, 2006 18:49
Hombre, pues muchas opciones no veo. O sunny, o lanueva, o marca, o la mujer estropajo. Yo casi me inclino a pensar que es esta última, fijaté.
05 abril, 2006 19:17
Si es que eres lista y sagaz como tú sola, o como Jessica Fletcher.
05 abril, 2006 19:19
¿A que sí? jijiji... Qué ganas tengo de verla.
05 abril, 2006 20:36
JAJAJAJAJA. Sabía que eras capaz de lo mejor pero la combinación Heidi-rayas-Mafalda es total. Cuanto más veo la foto más me río y lo que no tiene desperdicio es la pose. Me pregunto y te remito ¿cómo se te ocurrió?
Venga, que me tienes en ascuas, cuéntame lo del plato combinado huevos fritos y picos en un japo.
Heme intrigadísima y a la espera de la nueva tira.
Vili Fletcher: Si montas un club de fans nadadoril hazme socia.
06 abril, 2006 09:38
lanueva: no esperarías menos, con lo que me gusta una escenografía. La pose es sentada en el suelo, era el mejor plano, ¿no?
Lo del plato de huevos fritos lo supe porque los de la tienda son conocidos. Es la tienda de enfrente y yo vivía al lado antes de vivir enfrente a mi vez. Si necesitas un croquis, te lo hago. Estas dos calles son como el triángulo de las Bermudas.
06 abril, 2006 10:48
Cómo no, lanueva, cómo no.
06 abril, 2006 10:56
waw,tu comunidad no tiene nada que envidiar a otras más cinematográficas, ehhh
besos!!!
06 abril, 2006 12:18
¿Un día liadito?
06 abril, 2006 16:10
Sí, ese o un plano cenital. Bonito el detalle de la silla de oficina en segundo plano. No sé si sería (o no) una señal subliminal.
Ay, qué bonitos esos barrios que parecen pueblos y no partes de una ciudad. Gracias por el croquis pero creo que lo he entendido perfectamente.
Veo que la tira no ha pasado la censura. O que a la besuga le ha dado por conversar contigo. O, peor aún, que NN te ha pedido que le corrijas el Power Point. Pena, penita, pena.
Vílipen: Gracias, ya te daré la dirección para que me mandes la camiseta y el "pins".
06 abril, 2006 16:22
Liadito y bastante asqueroso, vílipen. Pero ya estoy en casa.
06 abril, 2006 16:49
Y yo que me alegro, flor. Home, sweet home. Yo aún sigo aquí...
06 abril, 2006 18:07
Bueno, ya te quedará menos, mañana me toca a mí estar por la tarde también (esto es un ejemplo del mal de muchos, a ver si te sirve o similar).
06 abril, 2006 18:23
Pues mira, en este caso no me sirve porque yo mañana por la tarde no curro pero tengo un curso... que está esperando post. Sólo te digo eso. Un horror. Casi que preferiría estar aquí. No, casi no, seguro.
Y que conste que conmigo lo del consuelo de tontos suele funcionar...
06 abril, 2006 18:59
lanueva, el detalle de la silla no es subliminal es, uhm, contextualizador (je), esa silla no tiene connotaciones oficiniles, todo lo contrario.
El resto no son barrios, son almacenes, o colmenas.
La tira está en proceso, la tengo en la cabeza, para eso sirve el trabajo, para pensar en otras cosas. Queda dibujarla. Así que te doy el lunes como día estimado para su aparición.
Y que sepáis que cualquier merchandising tendrá que obtener mi visto bueno.
06 abril, 2006 19:06
Cursos, horror, pero ¿no te consuela pensar que yo tengo que perpetrar un curso y encima dedicarme a la burocracia?
06 abril, 2006 19:39
Tú no has visto al profesor y al resto de alumnado. Y no sabes cuántas horas son...
06 abril, 2006 22:46
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