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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

lunes, abril 10, 2006

cosas que pasan

Esta mañana me desperté inquietantemente despierta. Eso siempre me pone sobre aviso, no hay que confiarse. El tren, hoy el viaje de cuarenta minutos se cambiaba por uno de una hora y veinte, es lo que tienen los regionales. Aprovecho el tiempo en acumular simoleones (pero no los suficientes, necesito mil aún para la silla, pero esa es otra historia), con estas ocupaciones tan anestésicas el viaje se pasa volando.

Pedaleo hasta el curso. El ambiente es vacacional, eso quiere decir que hay bajas y pocas ganas.
Se va fraguando un plan en mi cabeza (por no decir mente y aparentar lo que no soy).
Tengo a L. en la clase de enfrente, con un auditorio muerto también de ganas de aprender. Y al lado a M. con resaca, y de su auditorio ni hablamos. Es lo que tienen los cursos de cuatrocientas horas que se acercan al final.
Salgo al pasillo y L. me pregunta por señas que cómo estoy. Le hago así así con la mano. Y sale. En cinco minutos ya hemos decidido que mañana no voy a ir a clase (aquí contengo un gañido de satisfacción). Y sin que nadie del hormiguero se entere. Los detalles logísticos del complot me los salto por el bien de la narración.
Al final estar medio enferma va a servir de algo.

Ya de vuelta en el tren, otro (ser) con bici me habla, lo de las bicis une mucho como tema de conversación. Siempre que no seas jipi. Pero he notado que los jipis ya no van en bici, algunos llevan una de cartón como atrezzo, pero poco más.
Pedaleo desde la estación a casa, sorteo los baches de las obras casi con elegancia, voy cantando Last night, veo a la gente desocupada en los bares llenos, respiro mejor... Tengo los reflejos más condicionados que el perro de Pavlov.

5 Comments:

Blogger vilipendia said...

No jodas que llevas a los sims en el móvil... Eres mi ídolo, definitivamente.
Yo también llevo días planteándome si "enfermarme" o no, pero creo que lo reservaré para más adelante.
Qué ganas tengo de desgañitarme cantando last night en directo, qué ganas.

10 abril, 2006 19:12

 
Blogger nadadora said...

En el móvil, no, a mí los móviles no me gustan mucho ni como objeto, ni como entretenimiento. Los llevo en la gameboy, no sé si eso te parece más idolatrable o menos.

Que conste que mi enfermamiento es verídico, vale que no estoy a las puertas de la uci, pero esta ocasión hubiese sido tonto dejarla pasar. Y lo que me gusta la impunidad.

10 abril, 2006 19:18

 
Blogger vilipendia said...

A tu edad, que no sé con exactitud pero sí aproximadamente, me parece mucho más idolatrable si cabe que los lleves en la gameboy. Mucho más. Y lo del enfermamiento verídico... ejem, vale, de acuerdo.

10 abril, 2006 19:26

 
Blogger vilipendia said...

Hablando de móviles. Otra vez volví a dejar el móvil dos semanas apagado (que se joda), y hoy al encenderlo me he encontrado un mensaje de una amiga avisándome de que volvían a venir en concierto el columpio asesino. Una vez más, me los he vuelto a perder. (Me jodo yo, y estropajosa, que cuando se entere se va a cagar en todo...)

10 abril, 2006 19:30

 
Blogger nadadora said...

A nuestra aproximada edad, llevar la gameboy y apagar el móvil dos semanas (eso también es de ídolas) son actos políticos. Jeje. Pero para evitar disgustos como el del columpio, avisa a las personas del trato que le das a ese objeto. Esta vez el (que se joda) se ha vuelto como un boomerang.

(Tengo informes médicos que me avalan, y no he pagado por ellos, no).

10 abril, 2006 20:07

 

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