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...tal como han hecho desde tiempos inmemoriales los jóvenes sometidos a presión, decidieron tumbarse un rato y perder el tiempo.

miércoles, febrero 16, 2005

ash wednesday

Hoy:
Suena el móvil con el tono que tengo asignado para todos los números que pudieran o pudiesen tener que ver con el trabajo; lo primero que pienso es que no sé si ha sido buena idea porque me pongo en guardia por anticipado, lo segundo que pienso es que está bien porque así no estoy desprevenida... Lo cojo, falsa alarma, una llamada de 47 segundos inofensiva. Esquivo bien las prisas y a otra cosa.

Suena el fijo y es mi madre que me dice un par de cosas que me ponen nerviosa. Pienso que por qué me tengo que poner nerviosa. Pero me pongo. Y me enfado. Y me pongo triste.

Antes de todo eso, abro el grifo para lavarme la cara y no hay agua. Una avería general. Gracias por avisar. Pienso que menos mal que no tenía que ir a ninguna parte.

Empiezo a comer a las 15:40 y salgo de casa a las 16: 15. No me gusta comer con prisas. No me gustan las prisas.

Mientras vuelvo casa pienso en la nostalgia y en lo difícil que es escapar de ella un día como hoy.

Canción de mi día de hoy: "La nostalgia es un arma", Astrud. Lo que no sé es a quién hay que apuntar con ella, seguramente será un arma de uso intransferible.