especialidad de la casa: quedarse con cara de tonta
Así se empieza una semana, a lo grande. Para los antecedentes del mini serial revisar la entrada titulada "dije realismo, no realidad". Bien, se suponía (y uso el pasado porque está visto que lo de suponer es un deporte de riesgo) que mañana era el día de entrega de la famosa guía didáctica que nos iba a proporcionar prestigio en cantidades industriales y blablá.
Esta tarde, con las extremidades un poco entumecidas por el abuso de esta maquinita y ante el espectacular silencio de mi móvil, me decido a marcar el número de la individua que (se supone- bis) está coordinando al resto. Extracto de la conversación (donde la "Y" soy yo):
S: ¿Sí?
Y: Hola, soy Y., ¿al final quedamos mañana para poner en común lo de la guía?
S: ¿Eh?, no, porque... (aquí algo ininteligible)... total, que te iba a llamar para saber si te viene bien quedar el lunes o el martes que viene.
Y: ¿Cómo? (esto no lo digo pero lo pienso). Sí, el lunes me viene bien (algo no me cuadra), pero, ¿la guía no había que entregarla el día 8?
S: Sí, pero como vuestros módulos son los que están descolgados (¿cómo un ciclista del pelotón? ¿qué clase de descolgamiento? ¿y de dónde? ¿pero qué invento es esto?)... que me ha dicho C.(la jefa) que ya me los da ella hechos.
Y: (Aquí es cuando hace aparición la genuina cara de tonta trade mark) ¿Hechos? ¡Pero si yo los tengo casi terminados! (los signos de exclamación son más bien figurados, porque levantar la voz no la levanté).
S: Como no me los has mandado...
Y: (Te los mandé, pero como eres tan pero tan bruta no sabes ni abrir un archivo adjunto, y sí, no me dio la gana de volverte a mandar mi trabajo para que tu lo toquetearas sin estar yo delante)Te los mandé, A. me dijo que no pudisteis abrir los archivos.
S: Bueno, mándamelos otra vez y ya los miramos.(Nótese el uso de la primera persona del plural, quince días en el trabajo y ya habla como la reina de Inglaterra).
Y: Bueno, el lunes nos vemos. (Me rindo).
No entiendo nada. No sé si tendré que hacerme una falda con las sesenta páginas que llevo hechas. O presentarme el lunes con el trabajo debajo del brazo, pedir unos minutos de silencio y atención y decir unas cuantas cosas tranquilamente.
Hasta el lunes que viene prefiero no pensar mucho más en esto para no indignarme aquí en seco. Porque si pienso en cómo se toman a broma el trabajo de los demás me pongo un poco nerviosa. Y no es plan.
En fin, se abre un concurso, la pregunta es: ¿cómo se llama la empresa perpetradora de este atentado contra la salud mental de una inocente trabajadora? Los que lo sabéis no podéis participar. El premio es una guía didáctica firmada y dedicada por la autora.
Canción de mi día de hoy: "Mamá, quiero ser artista", Concha Velasco.
Esta tarde, con las extremidades un poco entumecidas por el abuso de esta maquinita y ante el espectacular silencio de mi móvil, me decido a marcar el número de la individua que (se supone- bis) está coordinando al resto. Extracto de la conversación (donde la "Y" soy yo):
S: ¿Sí?
Y: Hola, soy Y., ¿al final quedamos mañana para poner en común lo de la guía?
S: ¿Eh?, no, porque... (aquí algo ininteligible)... total, que te iba a llamar para saber si te viene bien quedar el lunes o el martes que viene.
Y: ¿Cómo? (esto no lo digo pero lo pienso). Sí, el lunes me viene bien (algo no me cuadra), pero, ¿la guía no había que entregarla el día 8?
S: Sí, pero como vuestros módulos son los que están descolgados (¿cómo un ciclista del pelotón? ¿qué clase de descolgamiento? ¿y de dónde? ¿pero qué invento es esto?)... que me ha dicho C.(la jefa) que ya me los da ella hechos.
Y: (Aquí es cuando hace aparición la genuina cara de tonta trade mark) ¿Hechos? ¡Pero si yo los tengo casi terminados! (los signos de exclamación son más bien figurados, porque levantar la voz no la levanté).
S: Como no me los has mandado...
Y: (Te los mandé, pero como eres tan pero tan bruta no sabes ni abrir un archivo adjunto, y sí, no me dio la gana de volverte a mandar mi trabajo para que tu lo toquetearas sin estar yo delante)Te los mandé, A. me dijo que no pudisteis abrir los archivos.
S: Bueno, mándamelos otra vez y ya los miramos.(Nótese el uso de la primera persona del plural, quince días en el trabajo y ya habla como la reina de Inglaterra).
Y: Bueno, el lunes nos vemos. (Me rindo).
No entiendo nada. No sé si tendré que hacerme una falda con las sesenta páginas que llevo hechas. O presentarme el lunes con el trabajo debajo del brazo, pedir unos minutos de silencio y atención y decir unas cuantas cosas tranquilamente.
Hasta el lunes que viene prefiero no pensar mucho más en esto para no indignarme aquí en seco. Porque si pienso en cómo se toman a broma el trabajo de los demás me pongo un poco nerviosa. Y no es plan.
En fin, se abre un concurso, la pregunta es: ¿cómo se llama la empresa perpetradora de este atentado contra la salud mental de una inocente trabajadora? Los que lo sabéis no podéis participar. El premio es una guía didáctica firmada y dedicada por la autora.
Canción de mi día de hoy: "Mamá, quiero ser artista", Concha Velasco.
2 Comments:
Sólo quería decirte que me ha gustado muy muy mucho tu blog y que, me tomo la licencia de linkearte en el mío.
08 marzo, 2005 16:55
Me gusta la idea de reutilizar las páginas con fines textiles, ¿te veremos desfilando en la próxima pasarela de Milán? Espero q te sirva de algo tanto trabajo y que o haga falta reciclar.
Respecto a la empresa sangrante lo primero que me viene a la mente es el Ministerio de Educación, porque ellos lo valen, como todos los ministerios, pero no entrarían en la categoría "empresa" así que la única opción que me queda es Timofónica, más por trumas de consumidora que por intuición femenina. La verdad es q estoy totalmente perdida, a ver si alguien lo acierta pronto o nos lo chivas y se desentraña el misterio, más que nada para ir prevenida cuando busque trabajo ; )
08 marzo, 2005 19:39
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